Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Según los medios israelíes, los soldados que participaron en una operación de inteligencia fallida en Khan Younis a principios de este mes estuvieron disfrazados de trabajadores humanitarios. Si los detalles son ciertos podrían estar en peligro innumerables personas.
Palestinos parados junto a los restos de un automóvil destruido durante los combates entre militantes de Hamás y las fuerzas especiales israelíes en Khan Younis, Franja de Gaza, 12 de noviembre de 2018. (Abed Rahim Khatib / Flash90)
Soldados israelíes se hicieron pasar por trabajadores humanitarios para llevar a cabo una operación de inteligencia en las profundidades de la Franja de Gaza, según los detalles de la operación fallida filtrada por Hamás e informada por los medios israelíes. De ser cierto, la operación podría poner en riesgo las operaciones humanitarias y los empleados de buena fe en la franja costera, donde dos tercios de la población dependen de la ayuda humanitaria.
La censura militar israelí prohibió a los medios de comunicación locales publicar la mayoría de los detalles del incidente. Sin embargo, después de que Hamás comenzó a filtrar los detalles de lo que sucedió, algunos periodistas israelíes siguieron su ejemplo, repitiendo principalmente la información publicada por Hamás y, presumiblemente, con el permiso del censor del ejército de Israel.
El viernes el periodista israelí Ehud Yaari informó de que el equipo de fuerzas especiales israelíes había ingresado a Gaza a través de uno de los dos cruces civiles hacia la franja, Erez o Rafah, con documentos falsificados. «Alquilaron una casa en Gaza y operaron bajo el disfraz de una organización de ayuda humanitaria», dijo Yaari en una transmisión de noticias en horario central.
Un día antes el reportero de noticias Amir Bohbot publicó en Walla! el siguiente relato, también presumiblemente con la aprobación de los censores militares de Israel:
Los informes palestinos indicaron que las operaciones de la unidad especial eran parte de una operación más larga y más amplia. Para ese propósito la unidad alquiló un edificio y un patio en la Franja de Gaza a un oficial de la policía palestina que no sabía con quién estaba tratando. Los miembros de la unidad especial dijeron al oficial que dirigían una organización de ayuda humanitaria que se especializa en distribuir alimentos a los necesitados en Gaza.
Para este propósito, los soldados operaron de manera encubierta como palestinos de la Franja de Gaza para distribuir ayuda y lograron ingresar a las casas de los miembros de Hamás. Según los informes de [Hamas], -algunos de los cuales aparecieron en las redes sociales- la unidad especial instaló con éxito dispositivos tecnológicamente avanzados para recopilar señales de inteligencia en lugares sensibles, como entradas a túneles, sitios de lanzamiento de cohetes y hogares de miembros de Hamás.
Los informes en los medios israelíes no difundieron la historia completa: si los soldados israelíes se hacían pasar de hecho por trabajadores humanitarios con el propósito de llevar a cabo operaciones militares, eso podría ser un crimen de guerra. También podría en verdad poner en peligro la vida de los trabajadores de ayuda humanitaria.
«Si los detalles son ciertos, este comportamiento podría considerarse una violación flagrante del derecho internacional humanitario, que dice que está prohibido usar símbolos de organizaciones humanitarias para actividades militares», dijo el abogado y activista de derechos humanos Eitay Mack.
«Podría poner en peligro a quienes realmente operan en estas organizaciones», agregó Mack. El ejército israelí ha justificado efectivamente cualquier paranoia o sospecha que Hamás y otros puedan tener de los grupos humanitarios.
Esto ya está ocurriendo, según el informe de Ya’ari, que detalla la confusión de Hamás tras el incidente. Después de que la operación israelí encubierta se revelara, las fuerzas de seguridad de Hamás levantaron puestos de control y llevaron a cabo arrestos en Gaza.
«Hamás dijo, espera un momento. Israel tenía una base dentro de Gaza con personas, equipo, un camión Mercedes, un automóvil Volkswagen, ¿armas? ¿Qué pasó aquí? ¿Cuánto tiempo estuvo pasando esto? ¿Están pasando otras cosas similares?» Especuló Yaari.
Cuando las fuerzas de seguridad israelíes sospechan que los trabajadores humanitarios palestinos o extranjeros están colaborando con Hamás, la prensa israelí acusa al movimiento islámico de «explotar cínicamente» las protecciones y privilegios otorgados a los grupos humanitarios, incluso cuando muchas de esas acusaciones finalmente resultan infundadas.
Los palestinos esperan para cruzar a Egipto a través del cruce fronterizo de Rafah en el sur de la Franja de Gaza después de que las autoridades egipcias lo abrieran para casos humanitarios, el 7 de febrero de 2017. (Abed Rahim Khatib / Flash90)
Pero en lugar de preguntar por qué el ejército israelí hace lo mismo, en lugar de explicar a los espectadores desde su casa el significado real de hacerse pasar por trabajadores humanitarios, en lugar de preguntar cómo es posible que las fuerzas israelíes operen en el interior de la franja después de una década -«Israel salió de Gaza»- los medios de comunicación simplemente pasan a la siguiente noticia. En los medios israelíes el portavoz y la censura del ejército deciden de qué informan los reporteros.
Una mirada a lo que los medios israelíes dijeron a raíz de la operación fallida y después de que Hamás comenzase a filtrar detalles, indica que la mayoría de los periodistas publicaron exactamente lo que los portavoces militares israelíes esperaban.
El intento de la censura del ejército israelí de mantener esta historia en secreto no se trató en realidad de evitar que la información dañina llegue a elementos hostiles en Gaza. Su principal objetivo era ocultar información vital a los ciudadanos israelíes. Después de todo los detalles revelados por Hamás ya habían sido publicados por los medios de comunicación y en las redes sociales de todo el mundo. Las fotos que supuestamente identifican a los agentes israelíes están ahí para que cualquiera las encuentre. El mundo entero sabía del nombre del oficial israelí que fue asesinado, mientras que los medios israelíes se vieron obligados a referirse a él solo como «M».
Una vez más las personas mantenidas bajo la nube oscura de la censura son los ciudadanos israelíes. Y los periodistas israelíes están participando.
Yael Marom es la gerente de contratación pública de Just Vision en Israel y coeditora de Local Call, donde una versión de este artículo se publicó originalmente en hebreo.
Fuente: https://972mag.com/botched-gaza-raid-puts-humanitarian-workers-risk/138834/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.