No parece que nada ni nadie detenga el paso de los tanques del Ejército sirio; según pasan las horas, logran hacerse con más posiciones mientras utilizan toda su artillería pesada para acabar con las revueltas comenzadas por la oposición a mediados de marzo. Después de penetrar anteayer a la ciudad costera de Banias, al […]
Después de penetrar anteayer a la ciudad costera de Banias, al menos ocho tanques lo consiguieron ayer en la ciudad de Tafas, considerada otra de las poblaciones estratégicas en el mapa de los rebeldes. A pesar de que se trata de una pequeña ciudad que no cuenta con más de 30.000 habitantes, fuentes gubernamentales certifican que los opositores de aldeas colindantes se reúnen allí con el único objetivo de rediseñar la ofensiva.
Es por eso por lo que soldados sirios efectuaron registros casa por casa buscando y deteniendo a posibles alborotadores. Lo hicieron, además, con saña, «pegando portazos y destrozando los inmuebles», según aseguraron testigos presenciales. Aunque no trascendieron datos sobre posibles detenidos, los habitantes confirmaron, después de oir varias ráfagas, la utilización de armas por parte de los soldados.
Sin embargo, la ciudad de Tafas no fue la única asediada por el Ejército, ya que tanques tomaron también ciertos barrios residenciales de la ciudad de Homs. De ese modo, penetraron en una zona residencial por primera vez desde que comenzaron las revueltas.
Autoridades jordanas, por su parte, denunciaron la detención de veinte nacionales, mientras las protestas se sucedían en la localidad fronteriza de Ramtha en solidaridad con el pueblo vecino de Siria.