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El Estado Islámico y el control de las reservas petroleras en Medio Oriente

Fuentes: Rebelión

Diversas pruebas bien documentadas pueden respaldar la teoría de que el denominado Estado Islámico (EI o EIIL), fue creado por los servicios de inteligencia norteamericanos, con colaboración del Mossad israelí. Actualmente, este grupo es uno de los pilares en la estrategia de EEUU para controlar Medio Oriente, y tener bajo su dominio los numerosos recursos […]

Diversas pruebas bien documentadas pueden respaldar la teoría de que el denominado Estado Islámico (EI o EIIL), fue creado por los servicios de inteligencia norteamericanos, con colaboración del Mossad israelí. Actualmente, este grupo es uno de los pilares en la estrategia de EEUU para controlar Medio Oriente, y tener bajo su dominio los numerosos recursos naturales que yacen bajo su territorio, primordialmente el petróleo y el gas.

Pero esta es una pieza más del gran rompecabezas que constituye el panorama político mundial, las relaciones geopolíticas, las alianzas secretas entre sus élites, y la enorme masa de falsa información que los medios se encargan de mostrar a la población mundial, para justificar sus atrocidades.

Surgimiento

Este grupo terrorista surge al calor de la intervención militar de EEUU en Libia, que culminó con el asesinato de su entonces presidente Muhammad Kadhafi, allá por el 2011. Previamente a este suceso por todos recordado, los más altos estrategas yanquis, con la venia de la OTAN se encargaron de armar una compleja red de grupos islamistas de índole «terrorista» que sirvieron como punto de apoyo para desencadenar desestabilización en aquellos países donde los gobiernos no fueran lo suficientemente colaborativos con los intereses norteamericanos. El representante de esta estrategia fue el republicano John McCain, a quien el demócrata Obama puso a cargo de la realización de las operaciones secretas del gobierno. Este personaje, después de reunirse con varios jefes yihadistas, funcionó como organizador de la entrada en Libia de estos grupos, desde Túnez y Egipto, durante los bombardeos que realizó el gobierno francés. Todo esto se desarrolló en el contexto de la denominada «primavera árabe».

Esta fotografía, fue publicada en mayo de 2013 como testimonio. John McCain se reúne con el estado mayor del Ejército Sirio Libre. Durante el encuentro conversa precisamente con Ibrahim al-Badri, el hoy autoproclamado califa Ibrahim. El hombre con gafas que aparece en la foto es el general Salim Idris. Al-Badri posee varias identidades. El Departamento de Estado lo busca bajo el nombre de Abu Du’a, la ONU lo busca bajo la identidad de Ibrahim el-Baghdadi y pertenece al estado mayor del ESL como Abu Yussef.

Consolidación

Luego del «exitoso» derrocamiento (o el asesinato) del General Kadhafi, estos mismos grupos yihadistas, se dirigieron hacia Siria, donde comenzaría en apariencia, «un nuevo episodio de la primavera árabe». Cuando se inició la guerra por la caída del presidente Bashar Al Assad, los combatientes recién llegados de Libia, que no eran sirios sino afganos, chechenos, bosnios, fundaron, junto a combatientes nativos, una red de grupos que pelearían contra el gobierno de Al Assad. Algunos de estos fundaron el denominado Frente Al Nusra, otros sentaron los cimientos del EIIL, sumados a las células de Al Qaeda. Detrás de estos grupos, se unió una masa de militantes muy heterogénea, formada por combatientes islámicos -nacidos en medio de la guerra-, ex militares que se formaron en las 2 guerras del Golfo, algunos ex partidarios de Sadam Hussein. Sin olvidar a los militantes provenientes de Estados Unidos y de Europa, entre los que también se hallan seguramente agentes secretos especialmente entrenados para este tipo de operaciones. Los extremistas, con ayuda de los servicios secretos saudíes y qataríes, fueron entrenados previamente en el sur de Turquía y el norte de Jordania. Luego comenzaron a recibir financiamiento, armas y facilidades para circular, principalmente de Estados Unidos y sus potencias aliadas, además del apoyo militar y logístico proveniente de las petromonarquías del Golfo (Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Turquía y Jordania). Fue así que se conformó el Ejército Libre Sirio, al cual se le dio la hegemonía de la oposición a Bashar Al Assad.

EI en Iraq

Es en 2014 cuando el EI traslada parte de su militancia a Iraq, para emprender una decidida guerra contra el gobierno del ahora ex Primer ministro Nouri Al Maliki. En poco tiempo, el EI comienza a ganar poder y sienta su status como grupo islámico radicalizado con peso en la región. Al cabo de tres meses, se había declarado enemigo jurado de Estados Unidos. En realidad, todas sus acciones vienen siguiendo cada paso de la estrategia estadounidense, que consistió en reforzar al EI, para que controlara parte de Siria e Irak, y con la excusa de querer imponer el islam en todo el mundo, valiéndose de la «lucha contra el infiel» y utilizando métodos horrorosamente violentos como violaciones, torturas, decapitaciones y crucifixiones.

Control del Petróleo

A raíz de la invasión de Irak comandada por Estados Unidos en 2003, empresas petroleras estadounidenses, británicas y otras, fueron adquiriendo participación accionaria en las enormes reservas de petróleo que yacen bajo suelo iraquí, firmando contratos por 20 años (los cuales se han descrito como los más importantes de la historia de la industria petrolera) y que representan cerca de 60 mil millones de barriles de petróleo, o la mitad de las reservas de Iraq.

ExxonMobil Iraq es el contratista principal de los yacimientos del sur de Iraq, con un 60% de participación. Su contrato incluye trabajos en 15 pozos en el yacimiento petrolero de West Qurna Phase I con 8,6 mil millones de barriles, uno de los más grandes del país. Halliburton, la empresa dirigida por uno de los arquitectos originales de la guerra, el ex vice-presidente estadounidense Dick Cheney, coordinó importantes contratos gubernamentales en Iraq durante la ocupación estadounidense y es el subcontratista principal de Exxon Mobil en Iraq. La otra gran compañía petrolera estadounidense que ha obtenido concesiones en Iraq es Occidental Petroleum. El año pasado, esta empresa se unió al cartel de la energía italiana Eni y a la South Korea Gas Corporation firmando un contrato de servicios técnicos para desarrollar el enorme yacimiento petrolero de Zubair, en el sur de Iraq, con cuatro mil millones de barriles. En 2012, Chevron y la compañía petrolera francesa Total optaron por tierras kurdas.

Las reservas confirmadas de Iraq sitúan al país como el tercero más importante del mundo con aproximadamente 143 mil millones de barriles diarios. Sin embargo, el gobierno iraquí ha declarado que las nuevas exploraciones prueban que Iraq, de hecho, cuenta con la mayor reserva mundial de petróleo comprobada, con más de 350 mil millones de barriles.

Rápidamente, el EI se apropió de casi toda la mitad norte de Iraq. En todo este territorio se encuentran operando varias refinerías, ya que constituye una zona de numerosos yacimientos de petróleo. Lo que nadie entiende es cómo se puede creer que un grupo que oficialmente fue financiado por Estados Unidos, repentinamente tome la mitad de un país sobre el cual ejerce (por lo menos parcialmente) el control.

Como muestra el mapa, el territorio norte y centro de Irak está controlado por los yihadistas, y según Thierry Meyssan (intelectual francés, presidente-fundador de Red Voltaire), estos «liberaron» el territorio kurdo del noreste y prestan estrecha colaboración con su gobierno para hacerse con el dominio compartido de los recursos petroleros. De esta manera se mantiene el control del petróleo para las empresas, pero cambia el gobierno y los líderes que lo manejan. Así, el gobierno de Kurdistán se ha hecho del control de la Refinería de Kirkuk. Según Meyssan, la venta de este petróleo la viene llevando a cabo Aramco (compañía de capitales estadounidenses-saudíes), que disfraza el robo haciéndolo pasar por un aumento de la producción «saudita» [1]. La relación entre el EI y Aramco explica fácilmente por qué Arabia Saudita de repente dijo estar dispuesta a compensar con su producción la caída de ventas de petróleo iraquí: la monarquía del Golfo simplemente ‘lavará’ el petróleo robado [2].

Es necesario aclarar que en Irak, las regalías, impuestos y otros cargos cobrados por el gobierno central, suelen llevarse el 90% o más de las ganancias de una empresa petrolera. Así pues, es crucial entender que compañías privadas como Exxon quieren un 20% o 25% de retorno sobre su inversión, y no el 3% o 5% que las compañías públicas chinas como Sinopec están dispuestas a recibir. Es en este aspecto donde el gobierno kurdo comienza a favorecer los intereses de las multinacionales norteamericanas, en desmedro de los capitales competidores.

Siguiendo con el relato del intelectual francés, los territorios controlados actualmente por el EI están atravesados por dos oleoductos fundamentales: en primer lugar, el oleoducto Kirkuk-Baniyas, que provee desde Irak petróleo a Siria; en segundo lugar, el oleoducto BTC (Bakú-Tiflis-Ceyhan) cuya ruta comienza en el Mar Caspio hasta el Mar Mediterráneo, y conecta Bakú, la capital de Azerbaiyán; Tiflis, la capital de Georgia; y Ceyhan, un puerto en la costa sureste mediterránea de Turquía. El primero ya fue bloqueado por el EI, lo cual está generando importantes problemas a la población siria, como faltantes en el suministro eléctrico; mientras que el segundo oleoducto sigue funcionando, por decisión de los yihadistas. ¿La razón? Se trata del oleoducto que el gobierno kurdo usa para exportar el petróleo robado en Kirkuk.

Esta situación nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Cómo pueden los terroristas vender en el mercado internacional el crudo extraído de los territorios ocupados, teniendo en cuenta que el mercado de este derivado está tan fuertemente custodiado por Washington? Si bien la respuesta es bastante obvia, hay que decir que este tipo operaciones no sólo no pueden pasar inadvertidas para los magnates petroleros yanquis y sus representantes gubernamentales, sino que (los indicios lo demuestran) están detalladamente planificadas por éstos.

En marzo de 2014 los separatistas libios de Bengazi no lograron vender el petróleo que había caído en su poder. La marina de guerra de Estados Unidos interceptó el tanquero Morning Glory y lo obligó a regresar a Libia [3]. Es necesario recordar también que durante la guerra contra Libia, la OTAN autorizó a ExxonMobil en Qatar a vender el petróleo de los «territorios liberados» por Al Qaeda [4].

EEUU y las relaciones con Al Maliki

Durante muchos años, el actor elegido por EEUU para garantizar la extracción y comercialización del petróleo iraquí desde 2003, fue el ex Primer Ministro Al Maliki, quien se encargó precisamente de la difícil tarea de mantener los conflictos económicos y humanitarios provocados por la guerra, en un estado de alerta permanente. Recordemos que desde la invasión de EEUU, Iraq se ha sumergido poco a poco en un verdadero infierno. La violencia sectaria se recrudeció, la corrupción se agudizó y la miseria y el hambre llegaron a todos los rincones del Estado. Aunque claro, los negocios de las potencias extranjeras, redoblaron sus ganancias año a año.

Como pudimos notar, el acceso al petróleo para las multinacionales estuvo dispuesto; pero teniendo en cuenta la alta fragmentación existente en su sociedad, a consecuencia del debilitamiento del gobierno central para controlar todo el Estado, éstas han tenido que ir negociando con las autoridades locales o regionales. Tal es así que hasta el propio Maliki comenzó a tejer una arista «independiente» del gobierno norteamericano, pactando primero con Irán (en 2013 por ejemplo, ambos Estados firmaron un contrato para comercializar dos millones de litros diarios de combustible diésel) y luego con China (el Gobierno de Al Maliki firmó en 2008 un acuerdo con China cifrado en 3.000 millones de dólares, mediante el cual la firma estatal China National Petroleum Corporation [CNPC] obtuvo los derechos de explotación del campo petrolífero de Al Ahdab, que constituye el mayor yacimiento abierto en Irak durante las dos últimas décadas con una producción estimada de 25.000 barriles diarios).

Por otro lado, hay que mencionar un hecho que gran parte de la prensa esconde, y que tiene que ver con lo sucedido en Irak, poco antes de la entrada en escena del EI. Y es que aunque parezca raro, hubo un acontecimiento en febrero de este año, que aceleró ciertas contradicciones existentes. Durante la visita del ministro chino de Relaciones Exteriores, los gobiernos de China e Irak firmaron en Bagdad varios acuerdos para la entrega de equipamiento militar chino al gobierno iraquí. China estaba comprando cerca de la mitad de la producción petrolera iraquí, en pleno aumento, y seguía haciendo grandes inversiones en su industria de extracción. En mayo, el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki participó en la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA, en inglés) realizada en Shanghai, en la que también estuvo presente el presidente de Irán, Hassan Rohani. Cabe recordar también que en noviembre de 2013, el gobierno de Al Maliki desafió el embargo estadounidense contra Irán al firmar con Teherán un acuerdo para la compra de armamento iraní por una suma total de 195 millones de dólares.

Este escenario no fue del agrado de Washington, que decidió comenzar a mover sus fichas para destruir la autoridad de Maliki en el Estado iraquí. En consecuencia, el 8 de septiembre pasado el parlamento iraquí aprobó un nuevo gobierno, con Haider al Abadi como nuevo Primer Ministro; el mismo fue ungido con el visto bueno del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dos días después [5].

Según la BBC, el nuevo mandatario tiene la misión de «crear un gobierno más incluyente que pueda restaurar la confianza de los sunitas y los kurdos, quienes se retiraron de sus cargos en el gobierno del primer ministro saliente, el chiita Nouri al Maliki, a quien acusaron de monopolizar el poder para la mayoría chiita» [6].

Obviamente, este cometido sólo es una excusa para el más cercano control del país, por parte de la Casa Blanca.

A causa de este cambio, también se ha comenzado a preparar la oposición en el régimen. A propósito del recambio de gobierno, el clérigo Moqtada al Sadr, líder del movimiento chiita en Irak y cuyas opiniones influyen a decenas de miles de militantes, declaró que Irak no debería cooperar con los que ocuparon el país.

Puestos los hechos sobre la mesa, se puede afirmar que el ataque del EI en Irak y el Levante, ha cortado de hecho el abastecimiento de petróleo a Siria, ha hecho posible que el gobierno local del Kurdistán pueda robar el petróleo de Kirkuk (ciudad petrolera controlada actualmente por el EI) con el «cartel» de Aramco, compañía de Estados Unidos y Arabia Saudita; y por supuesto ha paralizado la cooperación con China. El 18 de junio 2014 el Estado Islámico atacó la mayor planta procesadora de petróleo de Irak, en la ciudad de Baiji. Con la actual situación, es absolutamente imposible que China siga trabajando en los proyectos conjuntos con Irak.

No es casual que los negocios petroleros chinos con Irak sean los principales afectados por el conflicto y hay que concluir que más allá del marco regional, el objetivo de la guerra es debilitar a China y frenar su creciente penetración en todo el mundo (capítulo aparte, pero íntimamente relacionado es el rol de Rusia en esta lucha por los recursos). Es por esto que la primera conclusión que sacamos es que este escenario, o más bien una pieza de este rompecabezas, se da en una cada vez más aguda guerra comercial con China, comandada por supuesto, por las potencias occidentales con EEUU al frente.

Es entonces cuando las piezas comienzan a favor de los estrategas de la guerra, quienes ya están montando la próxima jugada.

 

En este momento, EEUU y algunas potencias aliadas bombardean posiciones del EIIL en Siria, todo como parte del mismo plan. Veremos próximamente qué intereses hay por parte de Occidente por controlar este país clave.


Notas

[1] «Yihadismo e industria petrolera», Thierry Meyssan para Red Voltaire, 23 de junio de 2014.

[2] «Corporaciones de EE.UU. ya se reparten el petróleo robado en Irak», Actualidad RT, 4 de julio de 2014.

[3] «Fuerzas estadounidense abordan el tanquero Morning Glory en el Mediterráneo», Red Voltaire, 18 de marzo de 2014.

[4] «Corporaciones de EE.UU. ya se reparten el petróleo robado en Irak», Actualidad RT, 4 de julio de 2014.

[5] Leer «¿Golpe de mano contra Maliki?, Germán Gorraiz López para Kaos en la red, 11 de agosto de 2014.

[6] «Parlamento en Irak aprueba un nuevo gobierno», BBC Mundo, 8 septiembre 2014

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.