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El fracaso y la hipocresía del Cuarteto en la Palestina bajo ocupación

Fuentes: SteveLendman.Blogspot.com

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El Cuarteto para Oriente Medio está integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas. Se formó en 2002 en aras a buscar una «reforma global de la seguridad», mediar en el «proceso de paz» israelo-palestino y ocuparse de la cada vez más profunda crisis humanitaria que se vive en la Palestina ocupada, entre otros objetivos establecidos.

El 25 de septiembre, veintiuna organizaciones por los derechos humanos y de ayuda humanitaria (que denominaré a partir de ahora el Grupo) publicaron un crítico informe sobre las actuaciones del Cuarteto. Bastante antes de la actual carnicería en Gaza pero con el Territorio bajo asedio, incidía en los siguientes aspectos:

  • Continuada crisis humanitaria que hacía que el pueblo palestino tuviera cada vez más dificultades para poder satisfacer sus necesidades más básicas;
  • Cada vez mayor dependencia de la ayuda en la medida en que sus medios habituales de supervivencia iban siendo destruidos; subrayando que:
  • La «única solución sostenible a la crisis es un acuerdo global de paz entre israelíes y palestinos basado en el derecho internacional».

Se urgía a que se emprendieran medidas inmediatas para aliviar los sufrimientos; a resolver las cuestiones consideradas insolubles; a conseguir un acuerdo de paz justo; a mejorar la vida de los palestinos y a asegurar que se les tratara con equidad y justicia.

Se citaba «la falta de progreso (del Cuarteto) en los objetivos fundamentales» y la hipocresía de su declaración de Berlín del 24 de junio de 2008 sobre la «urgente necesidad de conseguir progresos más visibles sobre el terreno para construir confianza y apoyar el progreso de las negociaciones lanzadas en Annapolis». Exponía que no se había materializado «progreso visible» alguno y, de hecho, las cosas han seguido deteriorándose: el asedio de Gaza; la expansión de los asentamientos; las restricciones de acceso y libre movimiento; la ausencia de esfuerzos significativos en aras a la paz y, ahora, la carnicería genocida en Gaza.

El Cuarteto identificó 2008 como un año crucial para conseguir objetivos y obligaciones específicas. Hasta el momento no han conseguido nada y las perspectivas de que lo vayan a lograr el próximo año son nulas. En el informe crítico del Grupo se apuntaban recomendaciones para avanzar hacia «drásticas» y «rápidas» acciones hasta ahora no emprendidas. Si no, «se hará necesario plantearse el futuro del Cuarteto para Oriente Medio».

Rami Khouri, colaborador de Middle East Online dijo «Dejen que el Cuarteto desaparezca ya, puesto que lo único que hace es proporcionar cobertura al colonialismo israelí y a sus guardianes estadounidenses». En lugar de ser un «instrumento imparcial y decisivo para el logro de la paz», no ha servido más que como «hoja de parra diseñada para ocultar el dominio estadounidense sobre un proceso diplomático» que no hace sino servir fundamentalmente a los intereses de Israel. No ha sido más que un club de tertulianos desdentados que no ha dejado de actuar en contra de los derechos palestinos. Su fracaso quedó subrayado a la hora de:

  • Reconocer la elección democrática de Hamas;
  • No exigir que Israel respete el derecho internacional;
  • No detener su expansión de asentamientos;
  • No contener su uso excesivo de la fuerza;
  • No permitir la libertad de acceso y movimiento; y
  • No poner fin a su ilegal ocupación.

Khouri calificó al Cuarteto de «institución deshonesta» y a su enviado especial Tony Blair de «Ganador de la Medalla de Oro de la Política Fraudulenta en las Olimpiadas Diplomáticas». Debería haber anunciado «su fracaso y debía haberse retirado inmediatamente», poniendo fin a su charada para evitar así más daños de los ya causados.

Otras críticas al Cuarteto expresan sentimientos parecidos. Entre ellos, John Dugard, el Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Acusó al Cuarteto de estar «fuertemente influido» por EEUU. «Se hace poco bien a sí mismo si sigue permaneciendo en él uno de sus miembros». EEUU no ha hecho nada para proteger a los civiles palestinos. Ni siquiera aborda las violaciones israelíes del derecho internacional relativo a los derechos humanos, «debería estar jugando el papel de mediador» y no estar alineándose con Fatah contra Hamas.

El ex Coordinador Especial de Naciones Unidas en el Proceso de Paz en Oriente Medio y el Cuarteto, el enviado Alvaro de Soto, fue incluso más duro aún en el Informe Final de su Misión poco antes de dimitir. Al principio ese informe fue confidencial, pero ahora se puede encontrar online y es claramente condenatorio.

Decía en él que «se le había animado a que fuera cándido» y que lo había sido. Que la política del Cuarteto (y la de Naciones Unidas) había fracasado porque apoya unilateralmente los intereses de Israel y EEUU. Que eso no hace sino socavar un proceso legítimo de paz y cualquier esperanza de estado palestino. Instaba al Secretario General a salirse de él y manifestaba que la historia le pediría responsabilidades.

Condenaba al Cuarteto por no reconocer al gobierno de Hamas y decía que se había «transformado de un equipo de cuatro dedicado a promover la negociación guiados por un documento común (la Hoja de Ruta) en una entidad que hacía todo cuanto estaba en su mano para imponer sanciones a un gobierno libremente elegido por un pueblo bajo ocupación, así como a fijar precondiciones inalcanzables para el diálogo».

Calificaba de «devastadoras» las consecuencias de la posición del Cuarteto:

  • Por crear condiciones intolerables sobre el terreno;
  • Por conseguir «precisamente» el efecto contrario al establecido para su mandato permitiendo la ocupación opresiva de Israel;
  • Por permitir que cientos de civiles fueran asesinados en continuas y durísimas incursiones y destruida las infraestructuras, muchas de ellas de violencia gratuita como los ataques quirúrgicos contra la única central eléctrica de Gaza».

EEUU domina al Cuarteto. De hecho, «obvian cualquier presión a Israel y se centran sólo en los fallos de Hamas». Después de dos años como enviado del Cuarteto, De Soto concluyó que, como instrumento diplomático, no era sino un fracaso. «En la práctica, el Cuarteto no es más que un grupo de amigos de EEUU, y los EEUU no sienten la necesidad de consultarles nada excepto cuando le conviene».

Valoración del Grupo acerca de los progresos del Cuarteto:

En el Grupo se incluyen organizaciones como Save the Children, Care, Oxfam Internacional, Red Euromediterránea por los Derechos Humanos, United Civilians for Peace, Christian Aid, World Vision and Catholic Agency for Overseas Development (CAFAD, por sus siglas en inglés). Estructuraba su informe por temas:

Asentamientos

El Cuarteto ha fracasado a la hora de detener la expansión de los asentamientos. En vez de eso, Israel ha acelerado su construcción, incluida la infraestructura de apoyo. Son ilegales ante el derecho internacional y devastan la economía palestina y la vida diaria de su pueblo. Los esfuerzos del Cuarteto mostraban «un notable fracaso a la hora de responsabilizar a las autoridades israelíes de sus obligaciones… Esto subraya la urgente necesidad de adoptar medidas concretas» y hacer que Israel se responsabilice. Hasta el momento no se ha hecho esfuerzo alguno en este sentido.

Inmediatamente después de la declaración de Berlín del Cuarteto, Israel anunció la construcción de un nuevo asentamiento, sacando concursos de licitaciones para Neve Yaacov, Evitar Illit, Har Homa, Pisgat Ze’ev, Ariel y Maskiot. Eran 2.550 casas más, en la víspera de la visita regional de la Secretaria Rice en aquel momento. El Cuarteto reaccionó tibiamente a pesar de las múltiples y repetidas violaciones de Israel del derecho internacional:

  • Del artículo 49, párrafo 6 de la IV Convención de Ginebra, que afirma: «la potencia ocupante no deportará o transferirá partes de su propia población civil al territorio que ocupa».
  • Del artículo 47, párrafo 1, parte 3 de la IV Convención de Ginebra, que afirma: «las personas protegidas (bajo ocupación) tienen derecho, en todas las circunstancias, a que se respeten sus personas, su honor, sus derechos familiares, sus convicciones y prácticas religiosas y sus hábitos y costumbres».
  • Del artículo 27, párrafo 3, parte 3, que afirma: «sin perjuicio de las disposiciones relativas a su estado de salud, edad y sexo, todas las personas protegidas serán tratadas con la misma consideración por la Parte del conflicto bajo cuyo poder están, sin que haya distinciones desfavorables en función de su raza, religión u opinión política».
  • Del dictamen consultivo del Tribunal Internacional de Justicia, que afirma: «todos los Estados tienen obligación de no reconocer la ilegal situación resultante de la construcción del muro (de separación) y no debe prestarse ayuda o asistencia para mantener la situación creada por tal construcción». Todas las partes estatales firmantes de la IV Declaración de Ginebra y de la Carta de las Naciones Unidas están obligadas asimismo «a poner fin a la situación ilegal (asentamiento) resultante de la construcción (del muro)…»

Deben también cumplir la Resolución 446 (del 22 de marzo de 1979) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que establece: «Los asentamiento israelíes en los territorios palestinos y árabes ocupados desde 1967 no tienen validez legal y constituyen un serio obstáculo para poder conseguir una paz global, justa y duradera en Oriente Medio».

También la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (22 de noviembre de 1967) pedía «el establecimiento de una paz justa y duradera en Oriente Medio mediante la retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto (Guerra de los Seis Días), poniendo fin a todas las situaciones de beligerancia, y respetando el derecho de todos los estados de la región a vivir en paz dentro de fronteras reconocidas y seguras».

Desde su formación, el Cuarteto ha emitido «al menos dieciocho comunicados expresando su oposición colectiva a los asentamientos y ha advertido repetidamente de los peligros que para el proceso de paz representa su continua expansión». Pero ha fracasado a la hora de actuar, por lo que sus «declaraciones» perdieron fuerza y honestidad. Tampoco ha abordado los graves efectos adversos que los asentamientos tienen para las vidas diarias de los palestinos, en Cisjordania, Jerusalén Este, en el sitio de Gaza, ahora bajo ataque genocida.

Como consecuencia de todo ello, Israel piensa y siente que no tiene necesidad alguna de respetar el derecho internacional ni de buscar una paz equitativa y duradera. Que puede continuar negando el acceso de los palestinos al 40% de Cisjordania, así como a perpetuar los bloqueos de carreteras, las barreras, los obstáculos, las zanjas y el Muro de Separación en violación del derecho internacional.

Que puede, asimismo:

  • Continuar apropiándose de la tierra palestina;
  • Negar el acceso de los campesinos a sus tierras y pozos;
  • Impedir el acceso de los niños a las escuelas;
  • Impedir el acceso de la gente a clínicas, hospitales, tiendas, trabajos, lugares de culto, sociales, de interacción familiar, de ocio, y a todos los elementos que conforman una vida normal.

Que puede, también:

  • Seguir empobreciéndoles con total impunidad.
  • Convertirles en dependientes de la ayuda exterior;
  • Exponerles a la violencia y destrucción de sus propiedades, cosechas, acuíferos e infraestructuras;
  • Negarles la equidad y la justicia; y
  • Poner de relieve la posición del Cuarteto: unilateral a favor de Israel sin preocuparse en absoluto de los intereses y bienestar palestinos.

El Grupo recomendaba que se adoptaran medidas «urgentes» para revertir esta deplorable situación. Además, exigía que Israel cumpliera con sus obligaciones y pusiera fin «a las graves violaciones del derecho humanitario internacional»; y que el Consejo de Seguridad adoptara una resolución que se cumpliera con todas esas disposiciones; y si EEUU la vetaba, entonces, debería ser la Asamblea General quien la sacara adelante.

Movimiento y Acceso en Cisjordania

El Cuarteto ha fracasado a la hora de suavizar las restricciones de acceso y movimiento o de asegurar «mejoras tangibles» en la vida diaria de los palestinos. Esta falta de progreso «puede constituir una amenaza fatal para un proceso de paz más amplio».

La conferencia de Annapolis del noviembre de 2007 fue un acto de travestismo. Se excluyó al gobierno legítimo de una de las partes, condenando las discusiones desde el principio. Y esto fue lo que siguió: En julio de 2008, Israel había añadido 48 obstáculos más, aumentando su número de 561 a 609. Además, en los tres años transcurridos desde el Acuerdo de noviembre de 2005 sobre Movimiento y Acceso (AMA, por sus siglas en inglés), se añadieron 233 nuevos obstáculos, lo que supone un incremento del 62%. Además de continuar asediando a Gaza y ahora masacrando a su población.

El Cuarteto no ha logrado «engendrar ningún progreso significativo que suavizara la política de cierres de Israel». Esta y otras medidas niegan a los palestinos sus derechos humanos, devastan sus vidas, creando pobreza galopante y alto desempleo:

  • En Gaza, el índice de pobreza es del 79,4%, según un informe de septiembre del Banco Mundial; el desempleo es el más alto del mundo, un 45%, según un informe de julio de 2008 de la UNRWA; el 80% de los habitantes de Gaza necesitan ayuda alimentaria de agencias donantes; ahora, bajo el actual ataque israelí, casi todo el mundo necesita de todo;
  • En Cisjordania, el Banco Mundial informó de un índice de pobreza del 45,7%; el informe de la UNRWA señala una cifra de desempleo del 25%, el doble de la media en Oriente Medio y Norte de África; la Oficina Central Palestina de Estadística informa de un 29%;
  • El Banco Mundial señala un PIB per capita para ambos Territorios un 30% más bajo que el pico alcanzado en 1999, mientras la población crece y la economía se hunde;
  • En Gaza sólo funcionaban, antes del 27 de diciembre, 23 de las 3.900 industrias con las que contaba; una disminución del 98%; además, su sector municipal está colapsado y «enfrenta una profunda crisis financiera». Actualmente todo está inmerso en un estado de colapso.

La ayuda exterior va a parar casi enteramente a Cisjordania, a la Autoridad Palestina (AP) de Abbas, con la excusa de que así se «hundirá la infraestructura ‘terrorista'», es decir, el legítimo gobierno de Hamas en Gaza.

El Grupo quiere que el Cuarteto tome medidas concretas (diplomáticas y legales) para «abordar toda la política de cierres, incluida la eliminación de todas las barreras físicas y sus vínculos con los ilegales asentamientos y el Muro».

Gaza

Por supuesto, el Grupo, publicó su informe sobre la Franja antes del 27 de diciembre.

Durante los pasados dieciséis meses, Gaza ha estado bajo asedio y ha sufrido una crisis humanitaria cada vez más grave: aislada; aplastada por las sanciones; y negándosele todo lo que las pequeñas agencia donantes proporcionan. El Grupo calificó la situación de «nefasta». Ahora es catastrófica.

A pesar de su desenganche en agosto de 2005, Israel mantiene el control efectivo y es ahora de nuevo un ocupante:

  • Ha vuelto a entrar cuando ha querido en el Territorio;
  • Controla todas las entradas y salidas
  • Controla su costa y espacio aéreo;
  • El control de la población y la recaudación de impuestos,
  • Su agua, fuel, electricidad, servios de saneamiento, sanidad pública, todos los demás productos y servicios esenciales y la poca ayuda exterior que llega.

Israel viola el artículo 33 del a IV Convención de Ginebra, que afirma: «Ninguna persona protegida puede ser castigada por un delito que él o ella no ha cometido personalmente. Los castigos colectivos y otras medidas parecidas de intimidación o de terrorismo están prohibidos. El pillaje está prohibido. Las represalias contra personas protegidas y sus propiedades están prohibidas».

Eso es agresión y violencia patrocinada por un estado. En efecto, Israel ataca intencionada y repetidamente a los civiles palestinos por aire, mar y tierra, continua su ocupación opresiva, y ahora (a pesar del rechazo masivo mundial) está asesinando con toda su voluntad a los habitantes de Gaza.

Antes de diciembre, el Grupo citó algunas mejoras si bien eran marginales. Desde junio de 2008 no se ha informado de muertos o heridos israelíes (hasta últimos de diciembre) y los palestinos disminuyeron a un solo dígito según un reciente informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés). Así es, la normalidad sigue mostrándose elusiva. Las condiciones sobre el terreno son espantosas. Las fuerzas israelíes de seguridad llevan a cabo incursiones contra las comunidades palestinas y vez y otra. Treinta sólo entre los días 18 a 24 de septiembre, según el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés). Cuarenta y siete veces la semana anterior. La violencia desplegada es completamente gratuita. El resultado sin embargo son los muertos y heridos. Docenas de personas arrestadas, incluidos niños. Propiedades destrozadas. Leyes y normas internacionales despreciadas, y en estos momentos de la forma más atroz posible.

Antes del 27 de diciembre, Gaza seguía bajo estado de sitio. «La cantidad y el flujo de productos comerciales y humanitarios hacia y desde el Territorio fue cada vez limitándose más en cantidad y diversidad, y finalmente lo que entraba no conseguía satisfacer ni las necesidades básicas». Las exportaciones están totalmente prohibidas, y sin ellas no es posible regenerar la economía ni reducir la pobreza. Ahora todo está paralizado y colapsado.

En conjunto, los habitantes de Gaza no encuentran alivio por ningún lado. Las condiciones de vida son intolerables. Cada vez hay que satisfacer más necesidades. Los flujos comerciales y humanitarios deben aumentar y deberían incluir mucho más que productos. Muchos enfermos y heridos que necesitan tratamiento médico ven cómo se les niegan los permisos de salida. Entre octubre de 2007 y julio de 2008, la Organización Mundial de la Salud informó de 51 muertes como consecuencia de esas negativas, entre ellos 11 niños. [Las cifras aumentaron dramáticamente en los últimos meses].

Los estudiantes se ven también afectados. Docenas que podían ir a estudiar al extranjero y otros que deseaban hacerlo no pueden. El fuel y la electricidad se habían aumentado algo pero era insuficiente. En agosto, se importaba el 25% del petróleo necesitado, el 55% del gas para cocinar, el 75% del diesel y el 78% del diesel para uso industrial. En conjunto, Israel continuaba reduciendo los suministros de fuel. Por ello, la única central eléctrica de Gaza operaba con dos tercios de su capacidad y actualmente está casi fuera de funcionamiento.

Las consecuencias son considerables y graves. De nuevo, antes del 27 de diciembre, se daban las siguientes situaciones:

  • Cientos de toneladas de basura permanecían sin recoger porque los camiones no tenían suficiente fuel para funcionar.
  • A diario, 77.000 metros cúbicos de aguas residuales sin tratar o parcialmente tratadas van a parar al mar.
  • Los campesinos no pueden poner en marcha el 70% de los pozos agrícolas para regadío, por esa razón las cosechas han disminuido en gran medida.

Con fuel insuficiente, cortes continuos de energía, que afectan a los hospitales, bombas de agua, plantas de tratamiento de aguas residuales, panaderías, hogares, edificios y otras instalaciones, han pasado a depender del funcionamiento con generadores, pero la cantidad de fuel de que disponían era muy limitada y ahora es prácticamente inexistente.

El Cuarteto fracasó a la hora de evitar todo eso ni logró una pronta e inmediata reanudación de proyectos estancados de Naciones Unidas y otros donantes. Las necesidades esenciales siguen sin satisfacerse y proyectos esenciales de infraestructura están parados, incluidos los de emergencia para refugios, agua y construcción de plantas de tratamiento de basuras, y muchas cosas más.

Tampoco puso en marcha medidas para regenerar la economía, crear empleo, reducir la pobreza y mejorar la vida de un pueblo desesperadamente necesitado. El punto de comienzo es poner fin al asedio contra Gaza, hacer que Israel se responsabilice por los hechos cometidos, parar la actual carnicería y emprender un esfuerzo sostenible para reconstruir, regenerar y mejorar la vida diaria de los palestinos.

Estrategia Securitaria palestina global

Este esfuerzo es fraudulento en sí mismo. Según el Cuarteo: es «para combatir el terrorismo» o, lo que es lo mismo, para utilizar la policía palestina para la seguridad de Israel, no para los palestinos ni para proteger sus derechos humanos. Los abusos son por tanto el pan de cada día, incluyendo arrestos y torturas políticamente motivados, así como múltiples formas de malos tratos, y docenas de muertes, heridos y encarcelaciones, algunas por las fuerzas de seguridad palestinas; la mayoría por el ejército israelí, agravado por la violencia de los colonos.

La organización por los derechos humanos palestina, Al Haq, ha informado de amplios abusos a los derechos humanos y de sus «horribles efectos físicos y psicológicos sobre cientos de ciudadanos palestinos y sobre la sociedad en general». Muestra que la seguridad palestina no tiene futuro. Sólo se ocupa de la seguridad de los israelíes. Es otro fracaso del Cuarteto por no abordar el sufrimiento y las necesidades humanas de los palestinos.

Prometiendo donaciones

Mucha más hipocresía revisten las promesas hechas al Cuartero en París, Belén, Berlín y oras conferencias. Fracasó, sin embargo, a la hora de convertirlas en «un desembolso consistentes de fondos» y ha fallado también «a la hora de impulsar la pronta entrega de proyectos que pudieran mejorar las vidas de los hombres, mujeres y niños palestinos».

En diciembre de 2007, los donantes internacionales entregaron 7.700 millones de dólares para financiar el propuesto Plan de Desarrollo y Reforma Palestino (PRDP, por sus siglas en inglés) de la AP para 2008-2010. Se destinaban a reconstruir la economía e infraestructura palestina mediante la inversión y la seguridad privadas pero se quedaron cortos. Apoyaron de boquilla las necesidades humanas en educación, cuidados sanitarios, programas para jóvenes y mujeres y más, pero ignoraron cuestiones cruciales de libre acceso y movimiento, expansión de asentamientos y las divisiones (impulsadas por Israel y EEUU) entre Fatah y Hamas.

Se ha donado una pequeña porción de lo prometido, no todo lo cual se ha gastado, y la mayoría ha ido a parar a los salarios del sector público. Poco ha ido a inversiones productivas. Y (antes del 27 de diciembre), la división Gaza-Cisjordania complicó las cosas. Obligó a muchos donantes internacionales a centrarse en la ayuda humanitaria y no en el crecimiento de la economía. El Cuarteto fracasó a la hora de potenciar la ayuda más allá de las medidas de emergencia y ni siquiera en este aspecto han hecho lo que hubiera sido necesario.

Progresos en el sector privado

Más allá de algunos pequeños y aislados éxitos, el Cuarteto ha hecho bien poco «para impulsar el sector privado», para vigorizar la economía palestina o mejorar la vida diaria de los palestinos. Todos estos aspectos continúan deteriorándose en Cisjordania y están en crisis en Gaza.

En mayo de 2008 se propusieron una serie de medidas, la mayoría dirigidas a Cisjordania, en las áreas de seguridad y desarrollo económico:

  • Revitalizar la economía palestina y hacerla atractiva para la inversión;
  • Atender (de boquilla) las necesidades de la gente; de forma que
  • No se ha conseguido prácticamente progreso alguno a la hora de conseguir los objetivos propuestos.

Las dificultades de acceso y libre movilidad así como las durísimas condiciones sobre el terreno son los factores que más negativamente inciden en la situación. También la expansión de asentamientos, la división entre Gaza y Cisjordania, y el estar siempre pensando en medidas a corto plazo y no en soluciones permanentes a problemas inextricables, como resolver con justicia el actual conflicto y establecer una paz duradera significativa.

Conclusión y recomendaciones

El informe del Grupo planteaba al Cuarteto diez objetivos, todos ellos fundamentales para un proceso de paz viable:

  • Poner fin a la expansión de asentamientos;
  • Establecer libertad de acceso y movimiento;
  • Cinco objetivos en relación a una nueva Gaza,
  • Seguridad palestina;
  • Que los donantes cumplan lo prometido; y
  • Revitalizar la actividad del sector privado así como resolver la crisis humanitaria actual.

Hoy en día, los grupos por los derechos humanos de todo el mundo están exigiendo acciones que se ponga fin a la carnicería que se perpetra en Gaza y se pidan responsabilidades a Israel por sus crímenes de guerra y contra la humanidad. No se podría aceptar otra cosa.

En su informe, el Grupo concluía, basándose en los hechos sobre el terreno que:

  • El Cuarteto «está fracasando para llevar a cabo su misión con éxito»;
  • En cinco de las diez áreas en las que se habían fijado objetivos, no se había registrado ningún progreso significativo; deberían atender la crisis humanitaria de forma mucho más eficaz; también ayudar para conseguir libertad de acceso y movimiento, detener la expansión de asentamientos y poner fin el asedio contra Gaza;
  • En las otras cinco: reducir la violencia en Gaza, vigorizar el sector privado, cumplimiento de las promesas de los donantes, seguridad palestina y más fuel para Gaza, los logros eran mínimos, actualmente no hay ninguno.

La declaración de Berlín del Cuarteto era, de forma patente, muy poco honrada en sí misma. «Reafirmaba su compromiso con una paz global, justa y duradera en Oriente Medio, basada en las Resoluciones del CSNU 242, 338, 1397 y 1515». Pero todo eso se quedó en mera declaración. En la actualidad es cómplice de los crímenes israelíes al no haber intentado ni conseguido pararlos y hacer responsable de los mismos a Israel.

El Grupo concluía también diciendo que «sin mejoras reales sobre el terreno, habría que entrar a considerar cuál era el futuro del Cuarteto para Oriente Medio».

La solución de Rami Khouri es de lo más razonable: «Dejen que el Cuarteto fenezca ya por haberle facilitado al colonialismo israelí y a sus guardianes estadounidenses la cobertura que necesitaban para sus crímenes». Y por acompañar también su carnicería masiva.

Stephen Lendman es Investigador Asociado del Centro de Investigación sobre Globalización. Vive en Chicago y puede contactarse con él en:

 [email protected]

Enlace con texto original:

http://sjlendman.blogspot.com/2009/01/quartets-hypocrisy-and-failure-in.html