La formación Som Alternativa , liderada por Albano Dante -exsecretario general de Podemos en Cataluña-, con los díscolos de la CUP -aglutinados en el brazo patriótico de Poble Lliure– y los adalids del software libre y la democracia directa de Piratas de Cataluña impulsan la coalición Frente Republicano para las elecciones generales del 28-A. Una […]
La formación Som Alternativa , liderada por Albano Dante -exsecretario general de Podemos en Cataluña-, con los díscolos de la CUP -aglutinados en el brazo patriótico de Poble Lliure– y los adalids del software libre y la democracia directa de Piratas de Cataluña impulsan la coalición Frente Republicano para las elecciones generales del 28-A. Una candidatura que plantea como objetivo prioritario hacer una política de «bloqueo» en el Congreso en defensa de la autodeterminación y para frenar la represión en Cataluña, y que rehúye del discurso «chantajista» de que llega Vox y un posible tripartito reaccionario.
A pesar de que la CUP decidió mayoritariamente no participar en estas elecciones, Poble Lliure -uno de los partidos que conforman el universo cupaire-, ha desobedecido la decisión tomada asambleariamente y se lanza a la carrera electoral -junto con sus socios- para ocupar un espacio que, según ellos, está huérfano de representación. No obstante, ERC y el PDeCAT han demostrado, con su «No» a los presupuestos, que no están dispuestos a ceder si no se avanza en el diálogo sobre la autodeterminación. Así mismo, la candidatura de los ex-convergentes está ya bajo las directrices de JxCAT y de Carles Puigdemont una vez defenestrada el ala más posibilista del espacio; una situación que hace prever el mantenimiento del pulso con el Estado junto con una ERC, liderada por Oriol Junqueras desde la cárcel, que está llamada a ser el nuevo partido hegemónico catalán. La nueva coalición, Frente Republicano, reivindica el 1-O como acto de desobediencia civil masiva y el 3-O como la huelga general más grande del país. Dos momentos históricos que no son patrimonio de nadie, sino que son de la gente y que fueron posibles gracias a la autoorganización popular. Recuperar ese espíritu es lo que abriría las puertas de la libertad.
Electoralmente, Frente Republicano, restará votos a las otras fuerzas independentistas pero, también, a una candidatura de En Comú Podem que, a pesar de estar liderada por una persona como Jaume Asens favorable a la República Catalana, tendrá difícil repetir la doble victoria electoral conseguida en las últimas elecciones. Las pugnas internas, la equidistancia practicada por los aparatos respecto al 1-O, las continuas escisiones como la última de Nova de Elisenda Alamany, el acuerdo de Soberanistas -liderado por Joan Josep Nuet- con ERC y, finalmente, la presentación de Frente Republicano el 28-A hacen que el espacio electoral de los Comuns y Podemos pueda sufrir el sorpasso de las otras fuerzas republicanas. Después de la campaña tendremos una radiografía de cuál es la correlación de fuerzas y cuáles son las posibles alianzas, también en el Estado español, para avanzar. En este sentido, el frente republicano, en mayúsculas, no es una candidatura, ni una coalición, sino que ha de ser la suma de mayorías amplías, de todas las fuerzas republicanas catalanas y del resto de pueblos del Estado que, desde la diversidad y la unidad de acción, trabajen conjuntamente para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación, en pro de los Derechos Humanos, de la democracia, para poner fin a la represión -sea contra quién sea- y por la justicia social.
Un frente común en defensa de la República Catalana, de la República Española, de la apertura de un proceso constituyente no subordinado y de la ruptura del régimen del 78.
Jesús Gellida, politólogo e investigador social
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