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El giro de Sudán sobre Siria

Fuentes: Al-Akhbar English

Traducción para Rebelión de Loles Oliván

Desde que se iniciaron las protestas en Siria la posición de Sudán ha pasado de caracterizar lo que está ocurriendo como una «conspiración internacional» contra Damasco a respaldar, el pasado sábado, la suspensión de Siria de la Liga Árabe.

Jartum no sólo ha decidido aprobar la iniciativa de la Liga Árabe y apoyar las exigencias de reforma en Siria sino que también votó el sábado por la suspensión del organismo pan-árabe. Con ello, ha cambiado radicalmente su posición inicial anunciada al comienzo de las protestas.

El embajador sirio en la Liga Árabe, Yussef al-Ahmad, arremetió contra el gobierno de Sudán tras la aprobación de la inminente suspensión de Siria diciendo: «Esto es una vergüenza para Sudán y para la Liga Árabe». Sudán no sólo apoyó la resolución sino que convenció a Mauritania y a Somalia para que la respaldasen, según el The Sudan Tribune.

Inicialmente Sudán apoyaba al régimen del presidente Bashar al-Assad y rechazaba cualquier tipo de intervención extranjera en lo que se consideraba un asunto interno sirio. El gobierno de Sudán consideraba Damasco como «una barrera impenetrable frente a Israel y a Occidente». En ese momento, los responsables sudaneses describían lo que está ocurriendo como una conspiración internacional y una campaña agresiva para arruinar el prestigio nacionalista sirio.

Sin embargo, el gobierno sudanés cambió de repente su posición y comenzó a apoyar al pueblo sirio y su derecho a exigir cambios y reformas. Parece que Sudán se está recolocando estratégicamente a la luz de recientes movimientos, especialmente después de que su principal aliado árabe, Qatar, liderase la iniciativa dentro de la Liga Árabe para emitir una iniciativa de reforma, acordada por todos los Estados miembros.

Algunos analistas consideran que el reposicionamiento de Sudán en relación con los asuntos árabes viene dictado por el deseo de Jartum de ocupar un lugar en la redefinición política de la región, ya sea en su entorno árabe o africano.

El portavoz del Ministerio de Exteriores sudanés Ahmad al-Abid Morawah, ha declarado a Al-Akhbar que su posición sobre Siria es el resultado de una necesidad de «apertura política y una reforma integral en el mundo árabe para que los pueblos árabes pueden participar en la conformación de su política actual y futura», y un deseo de salvar al mundo árabe de que caiga presa de sus enemigos, «sumiéndose así en un estado de caos».

Sin embargo, el analista político Tayeb Zein Al-Abidin sugiere que el gobierno tiene intenciones ocultas.

«La posición de Sudán sobre la revolución de Siria forma parte de la posición que ha fijado para todas las revoluciones que han estallado en la región árabe, que es estar contra ellas», afirma.

De acuerdo con al-Abidin esta posición es «esperada, pues el régimen de Sudán es totalmente similar a los regímenes árabes cuyos pueblos se han rebelado contra ellos. No quiere adoptar ninguna posición que atente contra sus propias reglas. Sin embargo, en la mayoría de los casos el régimen evita indicar claramente su posición, y lo que sucedió durante la revolución egipcia es la prueba más clara de ello. Desde que se inició hasta que consiguió derrocar al régimen de Mubarak, la televisión oficial sudanesa no se refirió al asunto».

[Al-Abidin] Interpreta el cambio de posición del gobierno respecto a Siria como un intento de aferrarse a la revolución en el último momento. «Así como los dirigentes sudaneses fueron los primeros en visitar Egipto y Libia una vez que sus revoluciones tuvieron éxito, el presidente correrá a visitar Siria tan pronto como el régimen de al-Assad caiga con el fin de poner al nuevo régimen de su parte», sostiene.

En este sentido, observadores sudaneses dudan de que Sudán vaya a jugar un papel destacado en la cuestión siria como lo hizo en Libia, especialmente porque los países árabes quieren una visión compartida en la solución de la crisis de Siria. Ello es lo opuesto de lo ocurrido en Libia, donde Qatar y Sudán apoyaron activamente a los rebeldes con una coordinación de alto nivel entre Doha y Jartum. A la caída del régimen de Gadafi contribuyó, en parte, toda clase de apoyo sudanés a los rebeldes de Libia, incluido el suministro de armas, como ha reconocido el presidente sudanés, Omar al-Bashir.

Fuente: http://english.al-akhbar.com/content/sudan-backflips-syria