El término holocausto proviene del griego holo (total, completo) y del latín caustum(quemado). Denota el sacrificio de adhesión ante el altar, donde se quemaban totalmente bueyes, corderos, cabritos y otros animales, una vez que los ofertantes habían transferido sus pecados a estas víctimas propiciatorias mediante imposición de manos. Pretendían así obtener el favor de su […]
El término holocausto proviene del griego holo (total, completo) y del latín caustum(quemado). Denota el sacrificio de adhesión ante el altar, donde se quemaban totalmente bueyes, corderos, cabritos y otros animales, una vez que los ofertantes habían transferido sus pecados a estas víctimas propiciatorias mediante imposición de manos. Pretendían así obtener el favor de su dios: «Es ofrenda encendida de olor grato para Jehová» (Levítico 3,5).
De holocausto se calificó después de la II Guerra Mundial el genocidio de 6 millones de judíos, niños, mujeres y ancianos, a manos de los nazis en los campos de concentración. Pero lo que los nazis quemaron en los hornos de Auschwitz, Dachau, y tantos más, no fueron víctimas propiciatorias. Aunque tal vez la retorcida propaganda hitleriana les aplicase la función de chivos expiatorios de todos sus pecados y crímenes. El afán lucrativo de Hollywood comercializó luego este crimen de lesa humanidad en la película Holocausto, rodada en clave sentimentaloide y emitida en Estados Unidos hasta con anuncios.
La inauguración el 15 de marzo de 2005 del Museo del holocausto en Jerusalén sirvió para recordar de forma solemne los horrores del nazismo, capitaneado por el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. 35 delegaciones de alto nivel, incluida la de la ONU con su Secretario General, Kofi Anan, asistieron a la ceremonia.
Por primera vez se hizo mención de los comunistas, gitanos, cristianos y demócratas de toda índole que combatieron el fascismo. Porque estos miles y miles de víctimas nunca se incluyen en el holocausto.
Entre los importantes personajes asistentes, entre los solemnes discursos de conmemoración y denuncia, ni un solo representante palestino, ni un solo superviviente de Sabra, Chatila, Yenin….. Las víctimas de ayer se han convertido en los verdugos de hoy.