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El movimiento estudiantil comienza a responder ante los ataques del gobierno

Fuentes: A Luchar por el Socialismo

Bolonia ya esta aquí. En las últimas semanas se están discutiendo y aprobando planes y reglamentos en muchas universidades del Estado español que, empujadas por las normativas del gobierno Zapatero, van concretando la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Esto está provocando una respuesta creciente por parte de la comunidad universitaria, aunque aún […]

Bolonia ya esta aquí. En las últimas semanas se están discutiendo y aprobando planes y reglamentos en muchas universidades del Estado español que, empujadas por las normativas del gobierno Zapatero, van concretando la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Esto está provocando una respuesta creciente por parte de la comunidad universitaria, aunque aún se da con mucha debilidad y de forma muy desigual entre los diferentes territorios.

La última medida del gobierno, que supone un salto cualitativo en la aplicación de la LOU, es el Real Decreto de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias, eliminando definitivamente las diplomaturas y licenciaturas para instaurar la división en Grado y Postgrado. Así, el Grado queda como una enseñanza general básica con contenidos devaluados y sin las atribuciones profesionales que otorgan las actuales titulaciones, que quedan reservadas para Masters y Doctorados. Por otra parte, las nuevas titulaciones se establecerán en función de criterios neoliberales marcados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), organismo externo a la comunidad universitaria compuesto por grandes empresas. Además, el incremento de los ritmos y del volumen de trabajo debido a los nuevos créditos (ECTS) sobresaturan a estudiantes y profesores.

A pesar de la propaganda a favor de Bolonia que se viene haciendo desde el gobierno y desde las propias direcciones de las universidades, la realidad se impone con dureza y, tanto estudiantes y profesores como trabajadores de administración y servicios, empiezan a enfrentarse a este proceso de degradación y elitización de la enseñanza superior y de precarización de las condiciones laborales.

Este cambio radical está provocando respuestas en las universidades o facultades donde se intenta implantar, multiplicándose las acciones y protestas contra la aplicación del Real Decreto, con acciones estudiantiles espontáneas y muy combativas que cuestionan este proceso de mercantilización y que empiezan a acercar a profesores y trabajadores del PAS. Ante la aprobación de estas medidas también se están produciendo importantes movilizaciones de sectores como los becarios, el colectivo más precario del ámbito universitario. Las universidades que se encuentran a la cabeza de este proceso son las de Barcelona y Andalucía, con convocatorias de movilización unitarias el 6 de marzo para denunciar, de cara a las elecciones, al gobierno del PSOE y a la totalidad del espectro político institucional que se ha mostrado a favor del EEES. Estas convocatorias han surgido desde la base y de forma democrática, relacionando a los estudiantes y trabajadores descontentos con los organismos que ya existían contra la privatización de la universidad, avanzando en un discurso homogéneo y compartido por la mayoría de las asambleas y grupos de trabajo que reivindica la paralización del proceso de Bolonia y la derogación de la LOU y el Real Decreto.

Ahora la tarea principal que tiene planteada el movimiento universitario es la extensión de la lucha en un triple sentido: extensión hacia el conjunto de la comunidad universitaria de los centros donde ya existen organismos contra la privatización, extensión hacia otras universidades y territorios que aún no están luchando o no están organizados, y extensión hacia las enseñanzas medias que, además de estar sufriendo un proceso similar, serán los primeros afectados por este cambio de modelo educativo. Todo este proceso de extensión se debe ir dando junto con la creación de lazos entre los organismos de base y las coordinadoras de los diferentes territorios.

La convocatoria del 6 de marzo debe convertirse en un paso clave de la lucha por la paralización del proceso de privatización de la educación. El movimiento estudiantil está llamado a dar este año una batalla decisiva para impedir que se implante definitivamente el EEES, con lo que serán necesarias movilizaciones y acciones cada vez más contundentes.