«Hace cinco años, cuando estalló el conflicto en Siria, el mundo miró a otro lado. No podemos dejar que en Yemen se repita la misma situación. Las necesidades están creciendo y ya es hora de que el mundo se dé cuenta de ello y ponga fin a la crisis humana en el país», señala Daw […]
«Hace cinco años, cuando estalló el conflicto en Siria, el mundo miró a otro lado. No podemos dejar que en Yemen se repita la misma situación. Las necesidades están creciendo y ya es hora de que el mundo se dé cuenta de ello y ponga fin a la crisis humana en el país», señala Daw Mohammed, director de CARE en Yemen. «Este conflicto debe terminar, para que la población pueda ver reducido su sufrimiento. De no ser así, los trabajadores humanitarios continuarán sin poder acceder a las poblaciones más vulnerables para responder a sus necesidades y los yemeníes no podrán moverse libremente o reconstruir sus vidas».
Millones de personas se enfrentan al desafío diario de sobrevivir a los combates, encontrar suficiente comida, o acceder a agua potable, servicios de salud o vivienda. Yemen ya era el país más pobre en Oriente Medio y con este conflicto tanto las necesidades como el número de muertes son cada vez mayores. A pesar de la magnitud de la crisis, la respuesta internacional sigue siendo insuficiente debido a la escasez de fondos, los limitados esfuerzos para encontrar una solución política y para garantizar el acceso a las víctimas.
Las consecuencias de la crisis
La inseguridad alimentaria es una de las principales consecuencias de la crisis. 14,4 millones de personas necesitan asistencia alimentaria y 7,6 millones de personas están en una situación de inseguridad alimentaria severa. «El estado nutricional de las familias se ve directamente afectado», como explica Erin Hutchinson, directora de Acción contra el Hambre en Yemen. «Diez de las 21 gobernaciones del país se encuentran en un estado de emergencia de nivel cuatro, un peldaño menos que el estado de hambruna. Uno de cada tres niños sufre desnutrición aguda severa en la gobernación de Hodeidah. Los niños que recibimos en los centros de tratamiento llegan en muy malas condiciones y tienen más edad que los que tratábamos antes del conflicto. Es una clara señal de la gravedad de la situación».
Oxfam ha informado del testimonio de Galeeb, un hombre de 30 años que vive en un campo de desplazados en la zona de Al-Hawban, en el distrito de Taiz. «Es muy difícil volver a casa con las manos vacías cuando tu familia te está esperando por la mañana para comer». El director nacional de la organización, Mohammad Sajjad Sajid ha precisado: «Los medios de vida han sido eliminados en todo el país debido a los daños que han sufrido las infraestructuras, al aprovisionamiento limitado e intermitente, y a la inseguridad y los desplazamientos masivos. La gente tiene que ganarse la vida para alimentar a sus familias y encontrar una vida digna».
Los ataques ininterrumpidos por las diferentes partes en el conflicto a estructuras civiles, como escuelas u hospitales, han matado a más de 3.000 civiles. Los combates y las restricciones de acceso establecidas por los bandos combatientes impiden a las organizaciones humanitarias prestar asistencia a la población que la necesita. La situación económica se deteriora rápidamente, lo que aumenta aún más el sufrimiento humano e impide que la población pueda hacer frente al impacto de la guerra.
Los efectos a largo plazo
Para Edward Santiago, director de Save the Children en Yemen «doce meses de conflicto han devastado las vidas de millones de niños, a los que se ha privado de alimentos, agua potable, servicios de salud y educación. Los combates y los obstáculos a la ayuda humanitaria ponen en peligro la vida de muchos niños, que vienen a sumarse a una lista ya inaceptable de más de 2.000 niños muertos o heridos».
Si la comunidad internacional no toma medidas concretas, el impacto sobre la población civil sólo puede empeorar, desestabilizando el país y la región durante muchos años. Si el conflicto continúa, el mundo será testigo de una nueva tragedia humana que afectará a las generaciones venideras. El Foro de ONG Internacionales de Yemen hace un llamamiento a la comunidad internacional para aumentar la presión sobre las partes en el conflicto hacia un alto el fuego permanente y sostenible y una solución política inclusiva.
Fuente original: http://www.lamarea.com/2016/03/22/un-ano-de-guerra-en-yemen-el-mundo-no-debe-seguir-ignorando-el-sufrimiento-humano/