Cientos de miles de personas se manifestaron una vez más en varias ciudades de Europa, Estados Unidos, Canadá, Medio Oriente y Asia contra la ofensiva israelí en la franja de Gaza, y las más numerosas fueron las realizadas en Madrid, Barcelona, París y Londres, donde estallaron enfrentamientos con la policía antimotines. En Madrid la manifestación, […]
Cientos de miles de personas se manifestaron una vez más en varias ciudades de Europa, Estados Unidos, Canadá, Medio Oriente y Asia contra la ofensiva israelí en la franja de Gaza, y las más numerosas fueron las realizadas en Madrid, Barcelona, París y Londres, donde estallaron enfrentamientos con la policía antimotines.
En Madrid la manifestación, que discurrió desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol, reunió a 250.000 personas y estuvo encabezada por un amplio número de palestinos que gritaron frases como «no es una guerra, es un genocidio» y «todos somos palestinos». Éstos portaron ataúdes y muñecos que simulaban a los niños fallecidos durante la ofensiva israelí y realizaron simulacros de bombardeos.
La convocatoria fue secundada por numerosas organizaciones sociales, sindicales y partidos políticos de izquierda. Varios de los convocantes firmaron una declaración en la que condenan la acción militar de Israel en Gaza, exigen su fin inmediato y demandan al Gobierno español, a las instituciones políticas de la UE y a la ONU su intervención para imponer un alto al fuego.
Un grupo de palestinos quemó varias banderas israelíes al grito de «asesinos» al inicio de la manifestación, que concluyó con la lectura de un comunicado en el que se denunció la «pasividad» de las autoridades internacionales, se exigió «el fin de la agresión de Israel contra Gaza» y se pidió a la comunidad internacional su intervención «decidida y urgente» para imponer un alto el fuego permanente en la zona.
El día anterior sábado, entre 150 y 200.000 personas se manifestaron en Barcelona, en una manifestación que muchos han equiparado a la sucedida tras la invasión de Iraq. La manifestación contó con el apoyo de más de 300 entidades que, mediante un manifiesto unitario, reclaman que «el gobierno español detenga el comercio de armas con el Estado de Israel», «que la ciudadanía de Cataluña no compre productos israelíes» y «que el Gobierno de la Generalitat suspenda el fomento de relaciones comerciales con Israel».
La manifestación arrancó detrás de una pancarta inicial con el lema «Paremos la masacre de Gaza – Boicot a Israel» y ha contado con una presencia masiva de la comunidad árabe, alrededor de la mitad de los manifestantes.
Durante el recorrido se han podido ver pancartas denunciando el genocidio sionista y la complicidad de los gobiernos norteamericano y europeos, y apoyando la lucha del pueblo palestino por sus derechos. Se gritaron consignas en español, catalán y árabe del tipo «Israel asesino del pueblo palestino», «No queremos ocupación», «Palestina libertad», «Todos somos palestinos», «Boicot Israel «,» Vosotros sionistas sois los terroristas «,» Israel matando, la onU mirando «,» Israel matando, Europa mirando «,» Israel fuera, Palestina libre «,» No es una guerra, es un genocidio «,» No es terrorismo, es resistencia «,» Intifada «,» Israel necesita jarabe vietnamita «… También se oyeron gritos de «Viva Chávez» en reconocimiento al presidente del país venezolano, el único que hasta ahora ha roto relaciones con el estado sionista.
En el resto de la mayoría de las capitales de provincia españolas también se desarrollaron manifestaciones de solidaridad con Palestina a lo largo del fin de semana.
Ese mismo día, en París, cien mil según los organizadores, desfilaron por las calles de la capital francesa. Los manifestantes cargaban en las primeras filas del cortejo un pequeño muñeco que simbolizaba a los niños muertos en Gaza desde el comienzo de la ofensiva, y con las consignas «¡Israel, asesino!» y «Alto a la masacre», la muchedumbre enarbolaba numerosas banderas palestinas. Esta manifestación de protesta estuvo bajo estricta vigilancia de la policía de París para evitar disturbios como los que estallaron el pasado 3 de enero.
En Niza, en el sur de Francia, estallaron incidentes cuando varios jóvenes destrozaron las vitrinas de un restaurante McDonald’s y arrojaron piedras contra el casino Ruhl «porque es judío», según explicó uno de los manifestantes. La policía disparó gases lacrimógenos y procedió a la detención de cuatro jóvenes.
En Londres, mientras tanto, según cifras de la policía doce mil personas estuvieron presentes en la marcha desde Hyde Park a la embajada israelí, mientras que los medios de comunicación hablaron de decenas de miles. Entre los asistentes estuvieron el ex alcalde londinense Ken Livingstone. Los enfrentamientos con la policía estallaron cuando los manifestantes intentaron forzar las barreras de protección instaladas en la calle adyacente, donde se encuentra la embajada de Israel.
También hubo manifestaciones de protesta en Belfast, Edimburgo, Aberdeen y Newcastle.
En varias ciudades de Suecia docenas de miles de manifestantes marcharon este sábado contra el genocidio palestino a manos sionistas. Citados por coordinaciones locales que agrupan las organizaciones palestinas, los partidos políticos suecos, las secciones juveniles de los mismos, las organizaciones de solidaridad, asociaciones contra la guerra, los manifestantes recorrieron las ciudades coreando consignas que exigían el fin de los ataques de Israel contra Gaza, el boicot de los productos israelíes, el fin de la ocupación de Palestina.
En Estocolmo desfilaron más de diez mil personas, entre las que se encontraban Mona Sahlin, presidenta del Partido Socialdemócrata, Jan Eliasson, ex ministro de Relaciones Exteriores y Wanja Lundby-Wedin, presidenta de la Central Obrera, así como representantes de otros partidos políticos suecos. ‘El orador principal en la capital sueca fue Per Gahrton, presidente de los Grupos de Palestina y ex parlamentario del Partido del Medio Ambiente, quien exigió que Suecia y la Unión Europea detengan la política de ocupación y violencia israelí. «Obliguen a Israel a respetar el derecho internacional y las decisiones de Naciones Unidas», dijo.
En tanto, en la ciudad de Gotemburgo, donde marcharon más de cinco mil personas, estuvo presente Fadia Ayad, ciudadana sueca de origen palestino, quien junto con sus cinto hijos había llegado seis horas antes proveniente de Gaza en donde vivía desde hace diez años: «La gente muere como moscas. Todos tenemos que ayudar para que se ponga fin a esta masacre», dijo al dirigirse a los asistentes.
En Malmö, la tercera ciudad de Suecia, donde se manifestaron más de cuatro mil personas, un viejo militante antifascista decía: «El concepto de genocidio o de limpieza étnica sigue unido a los judíos, antes como víctimas, ahora como verdugos».
Muestras de rechazo contra la ofensiva militar israelí también se registraron en Italia, Suiza, Noruega, Alemania, Grecia, Hungría y Sarajevo.
Varios cientos de personas se reunieron frente a la embajada israelí en Canberra, la capital de Australia, y muchas de ellas lanzaron zapatos hacia ese edificio.
En Estados Unidos, varios miles de manifestantes, diez mil según los organizadores, protestaron frente a la Casa Blanca en Washington. Manifestaciones similares tuvieron lugar en San Francisco y Los Ángeles.
En Canadá, miles de personas se manifestaron en Toronto, Montreal, Québec, Vancouver, Ottawa y Calgary, para pedir el cese de las hostilidades en Gaza.
Por su parte, cientos de personas protestaron en la ciudad de México y expresaron su solidaridad con el pueblo palestino y su repudio a Israel con una marcha y un mitin realizado ante la embajada de Estados Unidos, a la cual arrojaron zapatos incendiados.
Al menos veinte mil manifestantes que llevaban banderas libanesas y palestinas marcharon por las calles de la ciudad comercial libanesa de Nabatiyeh, durante una manifestación organizada por el grupo Hezbollah, que apoya a Hamas.
En la ciudad palestina de Ramallah, cientos de niños de esa nacionalidad tomaron las calles exigiendo el fin de la ofensiva militar isralí, mientras jóvenes palestinos se manifestaron contra Tel Aviv en el este de Jerusalén.
Hubo también muestras de repudio antisraelí en Japón, Malasia, Corea del Sur e Indonesia.
Mientras tanto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a Israel de ser el «brazo asesino» de Estados Unidos por la operación militar en la franja de Gaza y anunció que planea enviar 80 toneladas de ayuda humanitaria con el respaldo de Egipto.