Se está presentando estos días por diversas localidades asturianas la novedad editorial que lleva por título «Como augua de torbón. Guerra civil y represión franquista nel estremo noroccidental d’Asturias», (Ed. Trabe, Uviéu, 2021), de Xosé Miguel Suárez Fernández. Se trata de un voluminoso trabajo, de más de 700 páginas, escrito en gallego-asturiano, la lengua que se habla en la zona estudiada.
Llama la atención el elevado número de personas represaliadas, en diferentes grados, para una zona en la que no existió apenas frente de guerra y que quedó bajo el control de los rebeldes a los quince días de producirse el golpe de Estado. Los actos de presentación se están caracterizando por una elevada asistencia que rebasa los aforos oficiales y, en algunos casos, por su emotividad, como ocurrió en la localidad de Tapia, donde se hizo la presentación oficial del libro y que contó con intervenciones de varios familiares de víctimas. Algunas señalaron el desconocimiento de las circunstancias particulares de los casos porque siempre fueron mantenidas en secreto ante hijos y nietos. El miedo persistió durante décadas.
Hemos hablado con Xosé Miguel Suárez, Tapia, para comentar algunos aspectos referidos a su trabajo.
¿Podrías comentarnos cómo surgió la idea de escribir este libro y qué ha significado para ti?
La semilla de la idea estaba ahí latente desde hace mucho. A mi abuelo lo sacaron de la cárcel de Tapia en 1936 y su cuerpo nunca se encontró. Por mi formación académica como historiador, siempre había pensado en investigar las circunstancias de su muerte. El caso es que mis otros intereses investigadores, en el campo de la filología asturiana y la etnografía, me habían absorbido todo el tiempo. Una charla de Chato Galante en Uviéu en 2013 me animó a participar en la formación de La Comuna d’Asturies, para difundir aquí la Querella Argentina. Conocer después a Carlos Slepoy y a Ana Messuti fue el empujón final para decidirme a sumar el caso de mi abuelo a la Querella.
Al tratar de contextualizar las circunstancias de su muerte para redactar la denuncia, comprobé que no se había investigado nada sobre la cuestión de la represión en la zona noroccidental de Asturias. Así que, después de acudir al Consulado de Argentina en Madrid en abril de 2014, aquel mismo verano empecé a entrevistar en mi pueblo a familiares de víctimas. Poco a poco fui abriendo el campo de estudio, no solo geográfico, sino temático. Mi primera idea era únicamente biografiar casos concretos, pero no había apenas estudios sobre el panorama político y sindical local en la época republicana y necesitaba poner en contexto aquella represión. Así que acabé decidiendo acometer una parte general más histórica. El vaciado de fuentes documentales era fundamental para interpretar y encuadrar los testimonios orales. El resumen de todo esto son siete años de trabajo, siempre con la sensación agobiante de que llegaba tarde. La gente mayor que había entrevistado iba muriendo y mi libro no tenía visos de finalizarse nunca. Así que me decidí a ponerme a redactar y cerrarlo, a sabiendas de que quedaban muchas cosas por contar y muchas vías abiertas por investigar.
¿Cuáles crees que son los aspectos más relevantes que salen a la luz con esta publicación?
En cuanto a la represión franquista, creo que no descubro nada nuevo, pero al menos lo documento en la zona que he estudiado: una represión sistemática y que evidentemente se cebó en el tejido sindical y político de izquierdas que comenzaba a tener importancia allí con la República. El estudio de la represión en la zona central de Asturias, símbolo de la resistencia obrera, minera e industrial, tiene mucho peso historiográfico y quizá provocó la falsa impresión de que en la zona noroccidental, eminentemente rural, no había organizaciones de izquierda y por tanto no se dio tanta represión. Pero alrededor de las villas principales sí hubo actividad: sindicatos de labradores y de obreros con su correlato en agrupaciones socialistas municipales, además de algunos líderes de Izquierda Republicana, muchos de ellos procedentes de la emigración previa a América, que habían abierto sus mentes a ideas de progreso y democracia. Fue contra esos cuadros dirigentes y sus afiliados contra los que se enfocó la represión.
Por señalar otro aspecto, también me parece interesante destacar el papel que jugaron en sus pueblos algunos maestros. Varios llegaron a ser alcaldes o concejales en la zona tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936 y, ante el golpe militar, muchos colaboraron en los quince días escasos que funcionaron los comités de guerra en esa parte de Asturias. Ellos fueron de los primeros en caer en la represión desatada por la Falange, pero no se olvidaron de ellos cuando se derrumbó el frente Norte: algunos fueron detenidos y fusilados, y otros pasaron por prisión, se exiliaron o fueron depurados.
En términos cuantitativos, ¿podrías hacer algún resumen de lo que significó la guerra y los primeros años de la dictadura en la zona?
Hay que tener en cuenta que el noroccidente asturiano era fundamentalmente rural y el censo total era de unos 57.000 habitantes. Los casos que he podido documentar son cerca de 800 víctimas, de las que unas 300 son personas asesinadas, fusiladas, muertas en combate o en prisión. Las demás pasaron por la cárcel o por los batallones de soldados trabajadores, o tuvieron que exiliarse. Alguno acabó en los campos de exterminio nazis. A estas víctimas habría que sumar las muchas mujeres que sufrieron malos tratos por el hecho de ser de izquierdas ellas o sus maridos escapados a zona republicana, o simplemente por ayudar a sus familiares escondidos. También las personas multadas por desafectas al régimen, las que vieron incautadas sus propiedades o que perdieron sus empleos públicos. Es evidente que tuvo que haber muchas más víctimas que las que yo documento en el libro, pero, más allá de la cifra concreta, está claro que el objetivo de laminar cualquier tipo de contestación y meter el miedo en las familias de simpatías republicanas se consiguió. Incluso llega hasta la actualidad.
¿Cómo valoras el trabajo desarrollado por la CEAQUA? ¿Crees que será posible romper con la impunidad legal vigente hasta ahora?
El libro nació a consecuencia de mi implicación con la Querella Argentina, así que, solo por eso, tengo que estar agradecido por su labor. Cuando en los primeros momentos de La Comuna d’Asturies íbamos a los actos de memoria a poner nuestra mesa para recoger firmas de apoyo a la Querella, no podíamos soñar con que se excavara una fosa por orden de la jueza Servini o que se procesara a un ministro de Franco. Son las famosas grietas en el muro de la impunidad que acabarán por derrumbarlo. De todas formas, las resistencias estructurales son enormes. Basta ver el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática y cómo se sigue negando a las víctimas que puedan acceder a la justicia. De momento, no contempla anular la Ley de Amnistía de 1977, que los tribunales españoles usan como ley de punto final. Por eso, mientras no llega esa justicia, me queda la satisfacción de que a los familiares de algunas de esas víctimas mi libro les dará algo de verdad y reparación, y también algo de justicia, aunque nada más sea poética.
Tino Brugos es miembro de la redacción de viento sur
Fuente: https://vientosur.info/el-objetivo-de-laminar-cualquier-tipo-de-contestacion-se-consiguio/