Traducido para Rebelión por LB.
¿Qué quiere el patriota israelí? ¿En qué Estado sueña exactamente antes de dormirse por la noche? ¿Qué tipo de sociedad anhela mientras se sumerge en su rutina matinal? Últimamente en Israel se ha desatado una oleada de incitaciones, calumnias y campañas de boicot contra Turquía, Suecia, el Tribunal Superior de Justicia, B’Tselem, el New Israel Fund, los medios de comunicación, Richard Goldstone, Noam Chomsky, Elvis Costello, The Pixies, Ahmed Tibi, Hanin Zuabi, Tali Fahima, Barack Obama, Kamm Anat y el resto del mundo, y también contra este servidor. Una visión del mundo hipócrita, falaz y deprimente emerge de estas campañas.
No, el patriota israelí no es un rufián, simplemente tiene el cerebro lavado y está ciego.
Le gustaría vivir en una democracia; por supuesto que quiere la democracia; al fin y al cabo, en la escuela le enseñaron que la democracia es algo bueno, y se jacta ante el mundo de que Israel es «la única democracia en Oriente Medio». Pero es una democracia sin la mayor parte de sus mecanismos. Está satisfecho con las elecciones y con el gobierno de la mayoría: la mayoría toma las decisiones y la minoría que se las apañe.
El patriota israelí quiere abrir un periódico y encender la televisión y ver lo que está pasando en el mundo, pero sólo en un mundo en el que todo sea bueno. Y si no en todo el mundo, por lo menos lo que está pasando en Israel, siempre y cuando todo esté bien. Quiere tragarse un montón de programas del mundial de fútbol, programas de entretenimiento, carretadas de chismes y, lo más importante, solo buenas noticias. Solo quiere comentaristas que «machaquen» a los árabes, «aticen» a los izquierdistas y a otros enemigos de Israel y que exijan lanzar ataques contra Gaza, Hezbolá, Irán y Estambul, una y otra vez.
El patriota israelí es un hombre de paz, pero también quiere una guerra cada dos o tres años, y que los medios de comunicación también la exijan. No le interesa saber lo que ocurrió realmente durante la Operación Plomo Fundido, o lo que el mundo -que nos odia- piensa de nosotros y por qué. No quiere saber lo que está sucediendo en los territorios [palestinos ocupados] o entre la gente pobre, jodida y desfavorecida.
Sin embargo -maravilla de maravillas-, si se siente desvalido, ¿a dónde acude corriendo? A los periódicos y a la televisión que tanto odia. También le encanta odiar a esos izquierdistas de la Corte Suprema de Justicia, pero en el momento en que tiene el más mínimo problema, ¿a dónde acude? Al tribunal, por supuesto.
El patriota israelí quiere que el mundo nos ame incondicionalmente y sin límites. Sin embargo, al mismo tiempo quiere ignorar al mundo entero y escupir con desprecio sobre sus instituciones, convenios y leyes. Quiere un acuerdo global con Turquía que lleve todo incluido, todo, salvo escuchar lo que tienen que decir los turcos. Quiere arrojar fósforo blanco sobre Gaza y que el mundo recite al alimón con él que se trata de lluvia blanca. Quiere que la ONU imponga sanciones a Irán, e ignorar las resoluciones que la ONU adopta sobre Israel. Quiere que en Israel se instaure un régimen semiiraní pero que en todas las guías turísticas figure descrito como liberal.
El mundo según el patriota israelí consta en realidad sólo de los Estados Unidos, pero incluso eso es así sólo hasta cierto punto, pues el patriota israelí también ha comenzado a recelar de los Estados Unidos de Obama. El patriota israelí quiere que Estados Unidos pague la factura y cierre el pico. Quiere que el mundo judío aporte dinero, que nos abrace, que venga en masa a Israel con el programa Taglit-Birthright(1). Pero si entre esa masa de judíos surge gente como J Street, J Call, Goldstone o Chomsky, le faltará tiempo para tacharlos de antisemitas. O están con nosotros o están contra nosotros, incluso los judíos.
El patriota judío quiere un parlamento que represente al pueblo, es decir, a su pueblo, un pueblo sin Ahmed Tibi(2) y sin Zuabi Hanin(3) , preferentemente sin árabes en absoluto, y si tienen que estar los árabes pues entonces que sean sólo individuos como Ayoob Kara(4). Que viajen al extranjero para postrarse ante las tumbas de los tzadik(5), pero que lo hagan solo en las comunidades judías, no en Libia. Que combatan para liberar al soldado capturado Gilad Shalit, pero no a la miríada de prisioneros de su propio pueblo.
¿Shalit? El patriota israelí quiere que lo pongan en libertad, como lo desean todos los israelíes, pero no -bajo ninguna circunstancia- a cambio de liberar a terroristas. También quiere que haya ONG y donaciones del extranjero, pero sólo si son para sinagogas y hospitales. Y, sobre todo, quiere proteger incondicionalmente a los soldados israelíes y a sus comandantes, los cuales deben permanecer inmunes a cualquier crítica. ¿Que mataron en Gaza a dos mujeres que ondeaban una bandera blanca? ¿Que en Jerusalén mataron a bocajarro a un conductor? ¿Que mataron -tal vez innecesariamente- a varios turcos en una flotilla? Todo el que menciona tales cosas es un traidor.
Así es el país imposible del patriota israelí. Es posible que ni siquiera a él le guste realmente vivir en él. Entonces, ¿cuándo critica a su amado país? Cuando se encuentra atrapado en el interminable atasco o en la cola sin fin y, por supuesto, cuando el ejército israelí no mata lo suficiente. ¿Alguna otra crítica? No, gracias, soy un patriota israelí.
NOTAS:
- Taglit-Birthright Israel: organización semigubernamental israelí establecida en el año 2000 con la finalidad de ofrecer viajes de 10 días a Israel a jóvenes judíos del extranjero para reforzar su identidad judía y su adhesión a Israel. Mueve cada año a unos 22.000 individuos procedentes de 52 países.
- Ahmed Tibi: Político palestino miembro del parlamento, líder del partido nacionalista árabe Ta`al.
- Zuabi Hanin: Diputada palestina en el parlamento, blanco reciente de las iras de la comunidad sionista de Israel por haber participado en la Flotilla de la Libertad.
- Ayoob Kara: Parlamentario druso miembro del partido ultraderechista israelí Likud.
- Tzadik: Persona justa. Título honorífico que se otorga a personalidades del judaísmo ortodoxo consideradas como santas, por ejemplo a rabinos o guías espirituales.
(Fuente de todas las notas: Wikipedia)
Texto original: http://www.haaretz.com/print-
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