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Entrevista a Gilberto López y Rivas, antropólogo mexicano

El pensamiento estratégico

Fuentes: Rebelión

En el marco del VII Encuentro de Solidaridad con Cuba, la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad tuvo la oportunidad de conversar con el antropólogo mexicano Gilberto López y Rivas. En la entrevista López y Rivas destaca la importancia estratégica que tienen las relaciones entre Cuba y Venezuela y el apoyo […]

En el marco del VII Encuentro de Solidaridad con Cuba, la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad tuvo la oportunidad de conversar con el antropólogo mexicano Gilberto López y Rivas. En la entrevista López y Rivas destaca la importancia estratégica que tienen las relaciones entre Cuba y Venezuela y el apoyo continental a la Revolución cubana. De igual forma, analiza lo que fue la proyección latinoamericana del liderazgo de Hugo Chávez y la impronta que marcó su pensamiento contra-hegemónico y estratégico. El intelectual mexicano culmina hablando de la importancia de los intelectuales y la necesidad de que se vinculen a las luchas de los pueblos.

Gilberto López y Rivas, antropólogo y político mexicano. Participó en el movimiento estudiantil de 1968; ha sido Jefe del Gobierno del Distrito Federal en la Delegación Tlalpan en el período 2000-2003, e integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa); también se ha desempeñado como diputado federal de la LIV y LVII Legislaturas del Congreso de la Unión. Ha sido consejero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y asesor del gobierno de Nicaragua en temas de autonomía indígena. En la actualidad es integrante de la Comisión de Intermediación para el diálogo entre el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el gobierno de México. Es articulista de La Jornada, miembro del consejo editorial de la revista Contexto Latinoamericano de la editorial Ocean Sur. Su última publicación se titula: Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos: manuales, mentalidades y uso de la antropología, donde analiza los métodos de terrorismo global del imperio norteamericano.

 1. ¿Cuál cree Ud. que es la importancia de la sólida relación entre Venezuela y Cuba?

 GLR: La relación entre Venezuela y Cuba es una relación de carácter estratégico, no sólo para Venezuela, sino para el resto de los procesos progresistas, democráticos, y revolucionarios de toda América Latina, y ya en este mundo que vivimos, de todo el mundo. ¿Por qué es una relación de carácter estratégico? Porque Cuba ha jugado el papel durante todos estos años, a partir del 59, de un territorio liberado, de un territorio donde el gobierno no está en disputa -como podría ser el caso de lo que decían lo compañeros del PT cuando había esa hipótesis-, ni es un gobierno inmerso en un contexto capitalista, como el que vive Venezuela. Es un gobierno de todo el pueblo, centralizado, con el apoyo de las amplias capas de la sociedad cubana que han evolucionado a lo largo de todos estos años con el triunfo de la revolución. Por lo tanto, esta centralidad, esta sistematización de la experiencia socialista cubana, este permanente enfrentamiento con Estados Unidos, que es un enfrentamiento victorioso a comparación con todas las derrotas que hemos sufrido en el resto del continente, todas las guerrillas fracasadas, de todos los movimientos clandestinos o abiertos y democráticos fracasados, de todos los golpes de Estado, como el caso chileno, de revoluciones que a veces pierden el rumbo, como el caso nicaragüense -a mi juicio, habiendo estado ahí como internacionalista-. El caso de Cuba se mantiene incólume pasados los años. Siempre se mencionan los temas claves de medicina, deporte, cultura, pero hay otros que no se mencionan tanto, que es todo lo que Cuba aporta en la construcción de un Estado Revolucionario, que tienen que ver con fuerzas armadas, con condiciones de seguridad, con lo que podría ser -lo pondría yo de esta manera- cerca de 600 atentados para matar a Fidel y ninguno prosperó, debería uno preguntarse ¿por qué? En este sentido, Cuba aporta una experiencia en lo político, en lo económico, en lo cultural, en lo ideológico, pero también en lo militar y en las cuestiones mismas de la seguridad de un Estado del pueblo, de un Estado que tiene vocación popular. Esto es muy importante porque la contrarrevolución trabaja todo el tiempo y todos los días, y en ese sentido la experiencia cubana, sin utilizar la represión, sino con los ojos y los oídos del pueblo, ha podido mantenerse en el poder, sin una sola intentona golpista; siempre se dice ¿por qué Estados Unidos no tiene golpes de estado? Bueno, porque no hay una embajada estadounidense. En el caso de Cuba no ha tenido ni una sola intentona, ni de un oficial loco, nada. ¿Por qué? Porque la seguridad descansa en el pueblo, el Ministerio del Interior cuenta con toda una formación, un apoyo, los ojos y oídos de la revolución están en cada barrio. Esto ha consolidado un proceso, y también eso es una aportación estratégica que da Cuba a la revolución. La estrategia, por ejemplo, de «guerra de todo el pueblo», en el caso de una invasión estadounidense, es un elemento que no se menciona demasiado. La estrategia de guerra de todo el pueblo, que proviene de la experiencia vietnamita, que proviene de experiencias triunfantes contra Estados Unidos, pero que fue adoptada por las fuerzas armadas cubanas y las milicias cubanas, en donde cada cubano sabe en dónde está su arma, su unidad; eso es una muy importante contribución para el proceso revolucionario bolivariano. De ahí la relación estratégica de ambos países. Entonces, podríamos hablar de un amplio espectro de relaciones, que van desde lo político, desde lo económico, desde lo social, desde lo militar, desde las cuestiones de seguridad; es decir, es un abanico tal de relaciones tan estrechas que pudieron hacerse a partir de un química impresionante entre las dos cabezas de esas revoluciones, el Comandante Fidel Castro y el Comandante Chávez, y que se continuaron con el conjunto del gobierno, que realmente podríamos decir que el proyecto de Cuba y el proyecto de Venezuela no pueden separarse, están unidos en una relación estratégica frente a la política de Estados Unidos.

2. Este valor estratégico que tiene la revolución cubana, y las relaciones entre Venezuela y Cuba, también serían válidas para el resto del continente. Por ejemplo, a pesar de que en la retórica política se apoye el cese al bloqueo, sin embargo las relaciones del resto del continente con Cuba no son tan estrechas. Por eso, avanzar en un apoyo tal como el de Venezuela-Cuba, de todo el continente también sería de gran valor.

GLR: Lo es, aunque yo creo que el campo de las relaciones Cuba-Venezuela es único en toda la gama de asuntos que tiene esta relación. Pero claro, evidentemente que podríamos abrir esta misma forma de pensar para el caso de Bolivia, en un tercer lugar el caso del Ecuador, en donde no hay tal nivel de relación tan estrecha, por la dinámica propia de las relaciones entre Fidel y Chávez, se dio una manera de unir las revoluciones que es inédita, ni siquiera cuando la revolución triunfante en Nicaragua se dio ese nivel, aunque si jugaron un papel importantísimo en la institucionalidad del Estado nicaragüense, el otro antecedente con este nivel de estrechamiento es el caso de Nicaragua. Pero eran otras épocas, se vivió de otra manera, existía la Unión Soviética. El problema de ahora es la cuestión de que el imperialismo se siente con una capacidad militar y de todo tipo como para poner en práctica un proceso como el que estamos viviendo, que es un proceso de recolonización del mundo, que es un proceso en donde el imperialismo reconfigura todas sus fuerzas políticas, militares, ideológicas, y en ese contexto -que no es el contexto de la guerra fría que vivió Nicaragua- la relación entre Cuba y Venezuela es inédita, y es única. Como se vio en los discursos del 26 de Julio en Cuba, del día de hoy, todos los que participaron, todos los jefes de Estado, desde Maduro, todos agradecieron de alguna manera la solidaridad cubana. Esos son los discursos oficiales que reflejan una realidad, pero para los fines del análisis podríamos decir que no son lo mismo las relaciones que mantienen Cuba y Venezuela, que las relaciones que mantienen Ecuador y Cuba.

3. ¿Cuál cree ud. que es el aporte y el legado del Comandante Chávez para los pueblos Latinoamericanos?

GLR: Voy a ser práctico y sintético. Recién muerto Chávez, me hablaron de mi periódico [La Jornada de México] y escribí algo. Chávez restituye el sentimiento y la conciencia de Patria. Comprende lo que los marxistas llamamos la cuestión nacional a partir de los próceres independentistas, especialmente Bolívar, y trasmite esta conciencia patriótica en amplios sectores del pueblo. Antes no se escuchaba la palabra Patria más que en algunas efemérides y eran oficiosas. Los militares, la propia clase política actual de Venezuela, recobran la idea de la Patria en un contexto en que la transnacionalización neoliberal destruye patrias y soberanías. Eso hace que se fortalezca la dignidad nacional y el sentido de la pertenencia, incluso a una Patria Grande como es la idea de Nuestra América unificada. A partir de esta base nacional, el Comandante rescata el concepto de socialismo. A través de él, le da una perspectiva de clase a un movimiento nacional que ayuda a enfrentar a una beligerante oligarquía venezolana, racista, golpista, pro yanqui. Esto se hace, a pesar de la crisis de las ideas y los imaginarios en torno al socialismo por la debacle y por la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista. Con estos dos instrumentos teóricos, patriotismo y socialismo, se fortalece un anti-imperialismo, y son los factores claves de la sobrevivencia y del desarrollo de la Revolución Bolivariana, no puede haber el uno sin el otro. En este sentido, la alianza con Cuba es nuevamente estratégica, porque Martí y su discípulo: Fidel, son quienes mejor expresan esta idea entre Patria y Socialismo. Por esto, constituye una de las ideas más notables, que constituye el sustrato de la Revolución Bolivariana y que es un legado de Chávez. Aquí hay un parte aguas, antes de Chávez y después de Chávez. En lo interno también, con su gran personalidad, con su gran capacidad para enamorar hasta a sus enemigos, él busca la unidad de los revolucionarios. Si Uds. se fijan, habiendo partidos de izquierda aquí, él logra una unidad a toda costa. Pero utiliza instrumentos fundamentales que si se pierden, puede perderse esa unidad, que es la crítica y la autocrítica. Creo que documentos como «Golpe de Timón», deberían ser estudiados todos los días por los revolucionarios venezolanos, porque constituyen las grandes enseñanzas y los grandes legados de Chávez. Ahí él hace una crítica a la corrupción, al arribismo, a la arrogancia, a la prepotencia de gentes que en los aparatos de Estado piensan que son únicos y dioses. Recuerdo muy bien a Tomás Borges diciendo «nos creímos dioses». Hay gente que de pronto se marea en un «tabiquito», y pretenden ser únicos, cuando no se dan cuenta que están ahí por una revolución popular, y que si no obedecen a esa revolución popular terminarán en el basurero de la historia, serán de ese grupo de traidores y desleales a Chávez, como ya ha ocurrido. Hace años -aún no habían nacido Uds.– nosotros apoyamos las guerrillas en el estado de Falcón, y distribuíamos en la Escuela de Antropología mexicana banderitas venezolanas, apoyando estos esfuerzos. ¿Qué quedó de mucha de esa gente, ahora con el chavismo? También Chávez fue un gran estratega. Ante cada golpe, incluyendo las huelgas petroleras, el golpe de Estado, todo golpe de la derecha, él responde con una radicalización del proceso. Esto es fundamental. Hay quien piensa que pareciendo buenos con la derecha y el imperio es la manera de estabilizar un proceso, ¡todo lo contrario!, es la manera de desestabilizar el proceso. Cuando hay un golpe de imperialismo y de la oligarquía -que casi siempre son hermanos siameses-, la reacción hacia adelante debe ser la radicalización del proceso. Porque la única fuerza capaz de derrotar al imperialismo -lo probó Vietnam y lo ha probado Cuba- es un pueblo radicalizado y consciente con esas dos visiones de patriotismo y anti-imperialismo y con esa perspectiva de socialismo. Entonces, creo que -es mi opinión- Maduro debe profundizar el poder popular. Que debe ir de frente y en nombre de Chávez, no en el aspecto retórico que pudiera darse a la figura de Chávez. Recordar a Chávez es luchar contra el burocratismo, es luchar contra la corrupción, es luchar contra quienes se marearon por ocupar un puesto en el poder. Yo he estado en el gobierno. Mira, el revolucionario no se prueba en la lucha armada, en la clandestinidad, ahí se prueba un combatiente. Pero el revolucionario se prueba si le das poder, si le das recursos, si lo pones en situaciones privilegiadas. Aquí creo que muy importante el mensaje de los zapatistas: «para todos, todo, para nosotros nada», que debiera de ser una consigna de todos los revolucionarios. Si hay que ocupar responsabilidades, ocuparlas, pero no pensando en que vas a sacar de ellas, no pensando en cómo te vas a aprovechar de ellas. Yo aquí ahora en Venezuela, un Coronel me sacó del teatro donde estaba Maduro porque no tenía un cartoncito; no le preocupó preguntarme quién era yo, me sacó con un soldado del evento donde estaba invitado porque no tenía una cartoncito que decía «invitado especial». En ese momento, me vino a la mente inmediatamente el Teniente-Coronel Chávez, quien si hubiera estado en una misión cuando era militar, no hubiese actuado como actuó ese Coronel, como un oficial de las fuerzas armadas no-revolucionarias sino burguesas. Entonces también, tocando el tema de lo militar, uno de los legados de Chávez es esta unidad cívico-militar, esta estrategia de todo el pueblo, de creación de milicias; ya que, a mi juicio, y esto debería recordarse todos los días -aunque creo que se recuerda-, una oligarquía que pierde el poder político va a buscar ese poder político y un brazo armado, y ese brazo armado lo va a buscar dentro o fuera del país. Es decir, ya tiene armas porque el imperialismo ayuda -ya vemos mercenarios colombianos-, pero va a buscar un brazo armado. Es decir, las oligarquías no pueden verse sin su carácter represivo, brutal, parafascista. Chávez comprendió que no hay una reconciliación posible con la derecha recalcitrante, a la cual debe aplicarse toda la fuerza del Estado, y si se viola la ley, ningún ciudadano puede violar la ley en un estado de derecho cuanto más en un estado de derecho revolucionario, entonces la ley debe aplicarse. Este señor Capriles, por ejemplo, ha cometido una cantidad de delitos desde el golpe de Estado hasta la fecha, que ya debería estar encausado y en la prisión por todos los delitos cometidos. En este sentido, no es que no se busque el acercamiento a sectores vulnerables al grito de las sirenas del imperialismo, como el caso de los estudiantes, por ejemplo. Creo que algo tendría que hacer la revolución para explicar porque sectores estudiantiles andan con la derecha, como estos que participaron en las recientes elecciones y que conformaron grupos de choque. Es decir, qué es lo que falla en el proceso revolucionario para que jóvenes que por, no diría por biología, pero si por la naturaleza propia de una juventud que no tiene nada propio, que no ha acumulado nada y por eso desde el punto de vista de clases se lanza a cualquier aventura, ¿cómo es que estos sectores conspiran contra la Patria y contra el Gobierno? Todo esto es legado de Chávez. En la práctica fue un estratega de una clarividencia impresionante.

4. Recientemente el presiente Rafael Correa hablando de los mecanismos de integración, se refirió al ALBA como un mecanismo de integración de tipo político y habló del mecanismo de integración de tipo económico como Mercosur. Habló de UNASUR como un mecanismo para la resolución de conflictos internos, y la CELAC como un mecanismo de mayor escala. Es sugerente esta caracterización, especialmente la del ALBA, por lo que le preguntamos ¿Cuál es el papel que juega el ALBA como mecanismo de integración frente a los nuevos mecanismo que se han generado y cuáles son sus retos?

GLR: El ALBA, Mercosur, todos los organismos que se han ido integrando, particularmente a partir de la iniciativa de Chávez secundado por Cuba de manera muy activa, todo constituye una alternativa a los gastados y viejos mecanismos, como la OEA y como todos estas formas de sujeción económica-política que tiene el imperialismo. Particularmente dañino ha sido el tratado de libre comercio para el caso de la región norte y centro de América, y la política de la OEA que nunca tuvo legitimidad, siempre fue el ministerio de colonias, pero después de la expulsión de Cuba fue un abominable ministerio de colonias. Entonces creo que el ALBA, y todos los mecanismos creados alrededor de la Revolución Bolivariana y la cubana, constituyen formas que prefiguran un tiempos distinto, que constituyen formas de protección de los procesos en sus distintas etapas. GLR: Me parece muy bien en el caso de la CELAC, que se de una unidad que podría considerarse precaria, con Estados que no están experimentando procesos revolucionarios; hablamos de Colombia, México, Chile; pero entiendo que para los fines de un Estado con las características de Venezuela, que duerme con el enemigo oligárquico, es necesario. A mi entender hay que apoyar todo eso. Hay veces en que la radicalidad de la izquierda no es muy productiva, no es muy propositiva. Estas alianzas hay que verla de manera muy relativa, ¿Quién dirige temporalmente la CELAC?: es Cuba. Entonces, veámoslo desde esta perspectiva de mecanismos de Estados que buscan Estados, y que no necesariamente esto hace coincidir en ideología ni en prácticas políticas.

5. Si uno revisa el modelo de integración del ALBA, uno podría pensar que sí se propone una alternativa a otros tipos de integración como Unasur, como la CELAC, donde aún permanecen países con lógicas de integración más cercanas al neoliberalismo.

GLR: El caso de Brasil es muy sui géneris, incluso todas estas manifestaciones en que ha habido muchísima gente en la calle, nos recuerda lo que significa que un gobierno que descansa en un partido de izquierda, que se llama Partido de los Trabajadores, pueda tener serias divergencias con su pueblo. Pero al mismo tiempo, nos remiten a planteamientos que han ido haciendo gobiernos progresistas, que a mi juicio, pudieran errar el paso hacia cuestiones como, por ejemplo, el extractivismo, que ha sido muy criticado para el caso del Brasil. Apoyar, por ejemplo, el proyecto de Belo Monte, un proyecto que venía de la dictadura militar, que Lula sacó. Entonces vemos que cada país, incluyendo el propio Brasil, entra en todos estos mecanismos en primer término, en función de sus propios intereses, de sus propios proyectos políticos y de desarrollo de los grupos que dominan o que controlan los gobiernos. En este sentido, cada uno de los miembros de la CELAC entra porque se da cuenta de que puede obtener alguna ventaja relativa, en lo económico, en lo político, en sus relaciones con Estados Unidos. Estados Unidos es el gran hegemón .Entonces, incluyendo un gobierno como el mío [el gobierno mexicano], que es un gobierno pro-yanqui entregado al imperialismo en todo, ¡en todo! -yo le he llamado a ese tipo de gobierno, gobiernos de traición nacional, y el término no es mío, es de Marx que lo utilizó cuando la Comuna de París y dice que era un gobierno de traición nacional y lo define como el que hace prevalecer los intereses de clases sobre el deber nacional-. Este tipo de gobiernos de traición nacional, entran a este tipo de mecanismos porque ciertamente tienen necesidad; es como cuando a la muerte del Comandante, vienen jefes de Estados que estoy absolutamente seguro no sentían ningún tipo de dolor a la desaparición física de un hombre como Chávez, pero que se vieron obligados por su propia correlación de fuerzas internas, a pagar respeto a la memoria del Comandante. Creo que en este tipo de relaciones a nivel internacional, actúan un conjunto de fuerza donde no podemos tener una visión dicotómica. Santos se va a ir para este lado porque es un aliado de Estados Unidos, Peña Nieto se va ir por este lado porque es aliado de Estados Unidos, ¡no, no!, hay una autonomía relativa. Si se trata por ejemplo en el plano interno, ambos estados van a utilizar el terrorismo de estado, la represión; pero si se trata de afuera es otra cosa. El gobierno de México, por ejemplo, fue la oscuridad en su casa y el farol en la calle, mientras los gobiernos mexicanos no rompían sus relaciones con Cuba, fotografiaban a todo el que viajaba y lo fichaban, la policía los fichaba, y reprimía en las manifestaciones de apoyo a Cuba, a mí me gasearon, me golpearon con garrotes, etc., muchas veces en las que estamos defendiendo a Cuba en la capital mexicana. Entonces, en el plano internacional -y en el nacional también- hay que aplicar un raciocinio que no puede caer en un dicotomismo o en un reduccionismo.

6. Sin caer en ese dicotomismo, uno de los temas de geopolítica que está en el tapete es la Alianza del Pacífico y el papel que está jugando como muro de contención de las relaciones entre China y el continente, pero nos preguntamos también si pudiera significar una alianza de tipo militar que pudiese ser eje de conflictos futuros.

GLR: El ALCA fue mandado al carajo y desde entonces Estados Unidos ha estado buscando qué hacer. Esta Alianza del Pacífico no es una casualidad que la integren los países lacayos de los Estados Unidos. Es un intento de romper estos procesos integracionistas hegemonizados por Venezuela y por Cuba. Creo que están buscando todo tipo de mecanismos, tratados de libre comercio que ya entraron en Centro América, este proyecto Mesoamérica, el plan Mérida que es una repetición del Plan Colombia. Hay un sin número de formas de todo tipo que Estados Unidos estará utilizando, además de todo lo que significa la reconfiguración mundial del capitalismo estadounidense, sus aliados europeos e Israel en el medio oriente. Evidentemente que ellos ven con mucha preocupación a China y a Rusia. Los órganos de inteligencia estadounidense y sus intelectuales, analizan muy frecuentemente el mundo en una reunión que tiene que se llaman Global Trends, Tendencias Globales. Busquen Uds. «tendencias globales» y encontraran una gran cantidad de documentos donde los estrategas de la inteligencia estadounidense proyectan lo que ellos piensan va a pasar, por ejemplo, en los próximos cinco años. Entonces es: «Global trends 2013» «Global trends 2020», y así sucesivamente. Por ejemplo, en uno de estos, creo que es Tendencias Globales 2020, se identifica a los grupos indígenas como potenciales enemigos de la estabilidad de Estados Unidos, ¡y de los mercados!, porque dicen que se van a unir a grupos radicales, como los Sin Tierras y otros grupos con estas características y los identifican como un peligro para la seguridad de Estados Unidos. Entonces, Estados Unidos va a seguir buscando. Alianza del Pacífico, tratados de libre comercio, y sus clásicos mecanismos de sujeción ideológica, política, del mundo de la cultura, en sus penetraciones de universidades, en todo lo que se ha llamado con el lugar común el american way of life. Hace poco escribí un artículo y le puse el «American way of dead», ¿por qué?, porque hacía un análisis de todos los mecanismo actuales para extraterritorialmente cometer ejecuciones de todo tipo de personas en el mundo, sus Drones, sus secuestros, sus cárceles clandestinas, sus agentes de la CIA trasladados de un lugar a otro, sus operaciones especiales, sus bases militares, más de mil bases militares más las seis mil bases en Estados Unidos, más las bases pequeñas y secretas. Todos estos mecanismos constituyen la amenaza contra nuestros procesos.

7. Teniendo en cuenta lo ya conversado, nos preguntamos cuál es el papel de los pueblos y de los movimientos sociales dentro de la integración, sabiendo que hay una dinámica diplomática distinta a la dinámica social de los pueblos. Por ejemplo, Maduro se reúne con Santos en un contexto donde se están masacrando campesinos en el Catatumbo y hay una solidaridad desde los movimientos sociales. GLR: Nuevamente hay que aplicar una racionalidad que permita distinguir entre las relaciones de Estados y las relaciones entre pueblo-pueblo, solidaridad de pueblo a pueblo, solidaridad de sectores de la izquierda con los pueblos. Chávez aquí fue muy inteligente, prácticamente habían ya tambores de guerra que hacían ver la posibilidad de un enfrentamiento militar Colombia-Venezuela. Chávez como estadista que era, igual que Fidel, vislumbró la necesidad de quitar de raíz este tipo de intentonas -estaba Uribe todavía- y rompe esta amenaza que se veía muy probable. GLR: Por todos los incidentes que se han dado, ha habido la intentona por parte de Estados Unidos de regionalizar el conflicto colombiano y llevarlo a otras fronteras, utilizando a Colombia como utilizó a Honduras en relación a la Revolución Popular Sandinista y la revolución en El Salvador. En este sentido, evidentemente cada Estado va a seguir jugando el papel que corresponde al régimen político que vive. Colombia – he estado ahí varias veces, soy miembro de la comisión ética de la verdad-, vive un terrorismo de Estado, eso es lo que vive. Santos es un hombre más peligroso que Uribe, porque Santos es un estratega de la derecha más recalcitrante en términos incluso de la prosapia. Mientras Uribe era un recién llegado por el lado «paramilitar» del dinero fácil, Santos es un oligarca, y en ese sentido es mil veces más peligroso que Uribe. Digamos, Santos tiene sus ganancias rumbo a una posible reelección, y en este punto Venezuela logró un respiro en cuanto a sus relaciones con Colombia. Eso no quita que nosotros sigamos denunciando el terrorismo de Estado en Colombia, como pueblo, como organización, que es la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Pero tampoco pasemos esa línea donde estaríamos en una especie de radicalismo de izquierda de enjuiciar la relaciones de Santos y Maduro, no nos vayamos por ese lado porque en los casos concretos hay que hacer una diferencia entre lo que son relaciones de Estado y lo que es una política de Estado en lo que refiere a sus procesos revolucionarios.

8. ¿Cuál considera que es el papel de los intelectuales en la actual etapa de lucha contra el capitalismo y al construcción de alternativas en América Latina?

GLR: El papel de los intelectuales es estar del lado del pueblo. Intelectual que no está del lado del pueblo es un intelectual que pierde totalmente sus raíces y su razón de ser. Gramci y muchos pensadores de izquierda nos dan una visión de lo que un intelectual orgánico, de los movimientos sociales y revolucionarios es; se es parte del príncipe o se es parte del pueblo. Aquí quiero hacer mención que hay miles, quizás millones, de intelectuales en toda América Latina que son parte del príncipe, del poder, que están ya sea por el lado de la enajenación academicista que solamente ve reuniones, congresos, ponencias, libros, artículos, currículo, puntos, becas, ya sea por el lado de que conscientemente renuncian a su pasado, incluso revolucionario, ya sea por el camino de la mediocridad y de la pasividad; no responden a las exigencias de los pueblos y se constituyen en gente que estudia nimiedades. Por ejemplo, actualmente en México hay una catástrofe humanitaria, tenemos más de cien mil muertos, en una guerra social donde el narcotráfico y la lucha contra el terrorismo son formas de penetrar el territorio nacional y de matar jóvenes y pobres. ¡Cien mil muertos! ¿Uds. saben lo que eso significa? En Nicaragua hubo en diez años de contrarrevolución cincuenta mil muertos, nosotros tenemos en seis años cien mil. Entonces, ¿qué dicen los intelectuales respecto a estos muertos?. No, ellos están viendo los mecanismos para salvar su propio pellejo. En un libro que acabo de publicar: Estudiando al contrainsurgencia de Estados Unidos, Manuales, mentalidades y uso de la antropología, denuncio la utilización de los intelectuales por parte del imperio. Se habla de alrededor de cinco millones que actualmente trabajan para los servicios de inteligencia de Estados Unidos y que son intelectuales. No todos están en la rama de los asesinos, hay un establishment intelectual. Y la gente de izquierda se olvida, cuando habla de la intelectualidad, que el imperio cuenta con una intelectualidad que trabaja las 24 horas al día los 365 días del año. Ellos no descansan, mientras nosotros nos peleamos por razones ideológicas, «no, yo no me siento ahí, porque esta fulano, es que tal organización», y tenemos descansos y sentimos que hacemos la revolución en los cafés; cuando tenemos una maquinaria poderosa de guerra, de inteligencia y de represión que actúa día a día. Ofrecer una intelectualidad enclenque, débil, no es la idea que Gramci tenía de los intelectuales. El papel de los intelectuales es estar ligados al pueblo. Pero ¿del lado del pueblo de qué manera? Hay que estar permanentemente analizando las situaciones nuevas, los nuevos mecanismos de dominación y explotación. Nosotros en México tenemos un intelectual que es como el ejemplo a seguir, que se llama Pablo González Casanova. Él es un intelectual que a sus 91 años de juventud es un aliento para todos nosotros. Es un joven que permanentemente está escribiendo, analizando, denunciando, correlacionando, aparte de ser prácticamente el creador de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad junto con Fidel y Abel Prieto. Personas como Pablo González Casanova, nos dan una idea de lo que puede ser un intelectual. Un hombre que escribe un texto como De la sociología del poder a la sociología de la explotación. El otro día le hablé por teléfono porque leí en La jornada que su libro estaba prohibido por la dictadura militar de Argentina, y estaba feliz, ya que es un mérito, esa noticia habría que colgarla como un título honoris causa, de que los militares argentinos lo consideraran un peligro. Ese el tipo de intelectual que necesitamos. Un intelectual que este del lado de las causas populares, del lado de los indígenas, de los jóvenes, de los pobres, que no sienta la necesidad permanente de mostrar una jerarquía, que se acerque con humildad a la realidad para tratar de extraer de ella lo mejor de las luchas populares. ¿Qué hacer, por ejemplo, en esta reconfiguración mundial del capitalismo y del imperialismo? ¿Cómo sostener la unidad popular? ¿Cómo resguardar la memoria de los pueblos, de las luchas de los pueblos? Y ahí tú tienes historiadores, antropólogos, politólogos, lo que quieras, pero siempre del lado del pueblo.

9. Queremos finalizar preguntándole cómo valora su experiencia en este encuentro de solidaridad con Cuba y cuáles son los aportes que se han hecho en lo que va del encuentro.

GLR: De partida, reunirse una gran cantidad de delegados de América Latina, de Canadá, de Gran Bretaña, ya en sí es una ganancia porque te da la idea de que existe un grupo de solidaridad en toda está gama regional y fuera de la región de Nuestra América. En segundo lugar, uno ha escuchado una gran cantidad de ponencias que nos invitan a reflexionar sobre cómo hacer realidad en sectores no convencidos, la necesidad de proteger a Cuba en contra del bloqueo, de sensibilizar con la verdad porque Cuba no necesita retoques, con la verdad de sus estadísticas sobre cualquier cosa. Cuando empiezan a hablar mal de Cuba yo les digo, Ud. sabe que en Cuba no hay ejecuciones extrajudiciales, no hay secuestros, no hay desaparecidos, no hay cárceles clandestinas, y puede uno transitar a cualquier hora del día o de la noche en cualquier provincia sin que el llamado crimen organizado lo ataque, o la policía lo detenga, o que puede tener uno una operación de corazón que cuesta 300 mil dólares que los ricos se van a Houston para tenerla. Son cosas sencillas, pero también hay que confesar que hay un exceso de retórica. Las consignas no pueden sustituir los análisis, se cansa uno en estas reuniones de lo que podrían ser los lugares comunes para gente que ya sabe todas estas cosas. Es decir, deberíamos ser un poco más autocríticos, respetar más los tiempos, la organización misma de los eventos, hemos perdido mucho tiempo en trasladarse de un lugar a otro. Estoy hablando con la verdad porque si uno no es crítico entonces perdemos la esencia misma del marxismo. Debería haber una mayor disciplina de tal manera de aprovechar más los tiempos. También que las mesas de discusión sean alrededor de temas donde es posible poder tener una idea de que está pasando en el mundo después de tantos años de revolución. Creo que en ese sentido, la delegación cubana trajo un núcleo de académicos, intelectuales, que fueron muy ricos en sus planteamientos en cuanto a la realidad de Cuba pero, a mi juicio, ha faltado rigurosidad en las formas organizativas, en los lugares donde se hacen estos debates. A mi manera de ver debieron haber sido más bien talleres de trabajo, donde cada quien pudiera haber participado con temas específicos y con moderadores enérgicos, porque ha habido gente que ha hablado horas y gente que no puede tener la palabra. Entonces, democratizar más horizontalmente las intervenciones y organizarlas, disciplinarlas, no en un sentido ni escolástico ni autoritario, sino con un cierto orden hubiéramos podido obtener más provecho de estas reuniones.