Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Cuando Mursi obtuvo la presidencia de Egipcio los gazatíes estaba eufóricos y celebraron públicamente sus esperanzas de la llegada de tiempos mejores. Hoy su desilusión es tan inmensa como lo había sido su euforia.
Los palestinos se sintieron frustrados por la decisión egipcia de abrir el paso de Rafah al sur de la Franja de Gaza solo tres días a las semana. Tenían la esperanza de que su situación iba a mejorar sustancialmente después de victoria de Mohammed Mursi en las elecciones presidenciales. Al fin y al cabo, Mursi es miembro de los Hermanos Musulmanes (HM), aliado de Hamas.
Al-Akhbar visitó Gaza para hablar con sus habitantes acerca de la situación. Amani Shnino afirmó: «Creo que es injusto dejar solo tres días para permitir viajar. Gaza entera es una crisis humanitaria y Mursi nos ha engañado».
Walid Iki (de 24 años) expresó su deseo de que «el paso de Rafah se abra más tiempo y se permita a los ciudadanos de Gaza viajar libremente». Señaló que «la situación del paso bajo Hosni Mubarak era mejor. Hoy la situación es un tanto caótica». A Iki le sorprende el silencio de «Hamas en relación a esta decisión».
El sector sanitario es el más afectado por las repercusiones que tiene el hecho de que el paso continúe cerrado. Gran cantidad de pacientes no han podido viajar para ser operados y recibir tratamiento fuera de Gaza. Las autoridades egipcias cerraron el paso de Rafah después del incidente del Sinaí el pasado 6 de agosto en el que 16 soldados egipcios murieron. El gobierno de Hamas anunció que cerraría los túneles situados a lo largo de la frontera sur, con lo que se impediría a los ciudadanos salir de Gaza y la entrada de productos alimenticios y de carburante a Gaza.
A consecuencia de ello hubo pánico entre los gazatíes que se precipitaron a las gasolineras para almacenar carburante y se vieron en ellas largas colas de coches. El cierre de los túneles provocó la falta de gas, una subida de los precios y la falta de algunos productos en los mercados de Gaza.
Los gazatíes estaban decepcionados después de su euforia a raíz de la victoria de Mursi.
El sector sanitario ha sido el más afectado por las repercusiones que tiene el hecho de que el paso siga cerrado. Gran cantidad de pacientes no han podido viajar para ser operados y recibir tratamiento fuera de Gaza.
El portavoz del ministerio de Sanidad del gobierno de Hamas en Gaza, Ashraf al-Qudra, afirmó que «cada día que está cerrado el paso, la lista de espera de pacientes en espera de viajar a Egipto aumenta 40 personas. Esto exige que se abra inmediatamente el paso durante una semana entera para que los pacientes puedan viajar para recibir tratamiento». Y añadió: «Cualquier retraso en estos casos empeora sus condiciones». Qudra pidió a Egipto que «abra el paso durante toda la semana».
Hamas ha negado tener relación alguna con el incidente en el Sinaí y ha acusado a Israel de estar detrás del ataque. Sus agencias de seguridad declararon su voluntad de cooperar plenamente con los dirigentes egipcios para encontrar a los causantes del incidente y pidieron que se volvieran a abrir el paso y los túneles.
El vice primer ministro y ministro de Exteriores del gobierno de Gaza, Muhammad Awad, declaró a Al-Akhbar: «Esperamos que la decisión del gobierno egipcio no sea permanente o a largo plazo. Necesitamos que el paso de Rafah esté abierto todo el tiempo e implementar los acuerdos que se firmaron hace un mes sobre la apertura del paso. Si no, Gaza se enfrentará a una verdadera crisis y a un desastre sanitario».
Hamas no desea tener unas relaciones tensas con los gobernantes egipcios, los Hermanos Musulmanes. Sabe que si pierde su relación con ellos, perderá un aliado y su situación empeorará. El analista político Ibrahim Abrash declaró a Al-Akhbar: «Esta medida tomada por la presidencia de Mursi no es diferente de las medidas anteriores tomadas bajo Hosni Mubarak. La seguridad nacional egipcia es prioritaria independientemente del presidente o del partido en el poder. Los egipcios dan prioridad a sus intereses y a su seguridad nacional por encima de cualquier otra consideración ideológica. Parece que Egipto tomó esta decisión mientras esperaba las investigaciones de Rafah que hacían temer que hubiera palestinos implicados en el incidente del Sinaí».
Cuando se le preguntó por el silencio de Hamas respecto a esta decisión, Abrash respondió: «Hamas no desea unas relaciones tensas con los gobernantes egipcios, los Hermanos Musulmanes. Sabe que si pierde su relación con estos, perderá un aliado y su situación empeorará. Al fin y al cabo Hamas es una rama de los Hermanos Musulmanes». Abrash señaló que se había asegurado a Hamas que la apertura del paso estaba relacionada con el cierre de las investigaciones en Rafah.
Mientras tanto, la oficina del primer ministro del gobierno de Hamas, Ismail Haniya, anunció que el primer ministro había terminado las consultas para una remodelación de su gobierno, aunque no se han dado detalles. En unas declaraciones se afirmaba: «Después de un periodo adecuado de tiempo Haniya acabó sus consultas» y se espera que presente el nuevo gobierno antes de un voto de confianza en el parlamento.
Se considera que esta decisión de Haniya es un nuevo intento de reconciliación palestina que esta teniendo lugar con mediación egipcia. La remodelación de su gobierno es una respuesta a una remodelación similar del gobierno de Salam Fayad en Cisjordania.
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/content/gaza-mursi-disappoints