Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
Israel exige a la comunidad internacional que deje claro a los palestinos que el gobierno de unidad con Hamás demuestra falta de interés en el proceso de paz.
Israel insta a los Estados Unidos y a los principales gobiernos europeos a que presionen al presidente palestino Mahmud Abbas para que no establezca un gobierno de unidad con Hamás.
Abbas llamó a nuevas elecciones en un plazo de seis meses, pero dice que no podrán llevarse a cabo sin la participación de los residentes de la Franja de Gaza. Hamás se niega a celebrar elecciones en Gaza a menos que haya un acuerdo de reconciliación.
Ayer, en una entrevista con la CNN, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu se opuso enérgicamente a la idea de un gobierno de unidad que, según él, dificultaría todo progreso en el proceso de paz.
Netanyahu dijo a la CNN que Fatah está hablando de unidad nacional con Hamás, que llama a la destrucción de Israel. Se preguntó cómo es posible estar dispuesto a llegar a la paz con Israel y también con Hamás el cual, dijo, quiere destruir a Israel, y comparó esa situación con un acuerdo de paz con Al-Qaida.
Fuentes del despacho de Netanyahu dijeron que él y dos de sus principales colaboradores, Ron Dermer e Isaac Molho, han comenzado a discutir el tema con los estadounidenses y otros actores internacionales. «Netanyahu proyecta plantear el tema en las conversaciones con líderes extranjeros en los próximos días», dijo uno de ellos.
Las fuentes se negaron a decir si la formación de un gobierno de unidad palestino daría lugar a sanciones israelíes contra la Autoridad Palestina o el cese de la cooperación en temas de seguridad. Por ahora, dijeron, Netanyahu se centra en la acción diplomática.
«Estamos exigiendo que la comunidad internacional deje claro a los palestinos que la formación de un gobierno de unidad nacional con Hamás es un paso que demostraría su falta de interés en continuar el proceso de paz», dijo la fuente.
Desde el ataque terrorista de la semana pasada en Itamar, Netanyahu dejó de hablar de la necesidad de avanzar en el proceso de paz, tanto en público como en conversaciones privadas. En cambio comenzó a enfatizar la incitación palestina y los riesgos de seguridad de una retirada de Cisjordania. En consecuencia, se mostró extremadamente descontento con el discurso del ministro de Defensa Ehud Barak en el Instituto de Estudios para la Seguridad Nacional esta semana, en el que advirtió que un «tsunami diplomático» engulliría a Israel si no avanza en el proceso de paz.
Mientras tanto, Hamás parece estar casi igual de descontento con la iniciativa de Abbas. El miércoles, en respuesta a las manifestaciones en favor de la unidad organizadas por jóvenes palestinos en Cisjordania y en Gaza el día anterior, Abbas declaró que estaba dispuesto a ir a Gaza de inmediato para intercambiar ideas sobre un acuerdo de unidad. La respuesta inicial de Hamás fue tibia: «dijo simplemente que el liderazgo de Hamás discutiría medidas prácticas para dar la bienvenida al presidente y poner fin al conflicto».
Ayer, sin embargo, parecía que la televisión Al Yazira empujaba hacia a un rincón. La estación, que había sido muy crítica con Abbas y la Autoridad Palestina, se mostró a favor de la unidad en sus transmisiones ayer -y por si acaso, también transmitió imágenes de los esfuerzos que hacen policías de Hamás para dispersar a los manifestantes que urgían a la unidad por la fuerza-. Además, informó de que Hamás había detenido a uno de sus periodistas por cubrir la manifestación.
Esencialmente, Al Yazira muestra a Hamás como el que frustra la reconciliación interna palestina. Y eso crea un problema grave para la imagen de la organización entre el público palestino.
Muchos altos funcionarios de Hamás en realidad favorecen la reconciliación, incluyendo al primer ministro de Gaza, Ismail Haniyeh. El martes Haniyeh instó, incluso públicamente, a Abbas a llegar a Gaza para negociar un acuerdo.
Pero Haniyeh no toma las decisiones de la organización. El verdadero poder está en manos de su liderazgo político en Damasco y de los jefes de su brazo armado en Gaza. Y hasta ahora se han opuesto a un acuerdo de unidad que conduzca a elecciones en seis meses.
Su teoría es que los levantamientos en el mundo árabe, y especialmente en Egipto, reforzarán la posición de la organización, tanto entre los palestinos como en el mundo árabe. En particular la revolución egipcia puede aumentar la influencia política de la Hermandad Musulmana en Egipto, y Hamás es una rama de dicha organización, con lo cual si surge en Egipto un gobierno más amigable en dirección al sur, sólo puede ayudar a la organización.
Hamás también espera que el partido de Abbas, Fatah, entre en una crisis de liderazgo por su dimisión. Esto también reforzaría al partido rival.