El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el dirigente del partido ultranacionalista Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, firmaron un acuerdo para que éste último ingrese en la coalición de Gobierno, informó la Oficina del Jefe del Ejecutivo. El acuerdo de coalición debe aún ser aprobado por el Parlamento israelí (Kneset) que empezará seguramente a estudiar la […]
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el dirigente del partido ultranacionalista Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, firmaron un acuerdo para que éste último ingrese en la coalición de Gobierno, informó la Oficina del Jefe del Ejecutivo.
El acuerdo de coalición debe aún ser aprobado por el Parlamento israelí (Kneset) que empezará seguramente a estudiar la cuestión este martes.
Lieberman, si se concreta el acuerdo, será viceprimer ministro y ministro para «Amenazas Estratégicas contra Israel», por lo que formará parte del Consejo de Seguridad Nacional del Ejecutivo.
Israel Beitenu (Israel es nuestra Casa), una formación ultranacionalista respaldada por la importante comunidad originaria de la ex Unión Soviética que suma un millón de personas, entraría a formar parte de una coalición con Kadima -el partido de Olmert-, el Partido Laborista, el religioso sefardí Shas y el de los Jubilados.
El Partido Laborista tiene previsto celebrar una reunión del Comité Central para estudiar si permanece en la coalición con un partido como Israel Beitenu, cuyas posturas hacia la minoría árabe de Israel, sobre las negociaciones con los palestinos y sobre asuntos sociales levantan ampollas en muchos sectores del laborismo.
El líder del partido y ministro de Defensa, Amir Peretz, señaló las diferencias ideológicas y de concepto que hay entre su partido y el de Lieberman y advirtió de que su entrada en el gobierno significaría un «cambio considerable en las posiciones tanto diplomáticas como sociales del gabinete».
Declaró, no obstante, que «la voluntad de Israel Beitenu de entrar en la coalición sobre la base de sus principios fundamentales es un paso importante», y los comentaristas de la prensa israelí parten de la base de que el Partido Laborista no abandonará el Gobierno.
El acuerdo de coalición ha sido criticado de antemano tanto por los conservadores del Likud, que acusan a Lieberman de legitimar el gobierno de Olmert y permitir que sobreviva, como por parte de izquierda que condena las posturas Israel Beitenu.
«Hacer a Lieberman ministro para amenazas estratégicas es una broma. El mismo es una amenaza estratégica», dijo el ministro de Ciencia, Tecnología, Cultura y Deporte, el laborista Ophir Pines-Paz.
Entre las propuestas más extremistas lanzadas en algún momento por Lieberman están la de expulsar, de forma más o menos directa, a la minoría árabe de Israel o la de ejecutar a los diputados de partidos árabes que mantienen contactos con los islamistas de Hamas, formación que gobierna la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
En una conferencia de empresarios, Olmert señaló, sin embargo, que la entrada del partido de Lieberman en la coalición no afectará su voluntad de reanudar el diálogo con los palestinos.
Gracias a la entrada de Israel Beitenu en la coalición, Olmert se asegura una base más sólida en el Parlamento, donde pasaría de controlar 76 de los 120 escaños a contar con 78, lo que le garantizaría el apoyo suficiente para que sean aprobados los presupuestos de 2007.
La primera «amenaza estratégica» con la que debería tratar el nuevo ministro es la del programa nuclear iraní, que Olmert instó una vez más a no minimizar.
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/10/23/internacional/1161629056.html