Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
Aunque se afirme que la revolución de Bahréin ha fracasado, la realidad es que las protestas pacíficas, una campaña de desobediencia civil y la lucha contra los al-Jalifa están en el punto más alto de todos los tiempos. La dependencia del régimen de la violencia extrema no ha logrado apaciguar el espíritu revolucionario del país ni acabar con la oposición. En todo caso, el brutal cerco de un año de duración contra sus propios ciudadanos ha fortalecido el arrojo de los críticos anti-régimen y su determinación de seguir adelante. Entre los más decididos a mantener viva la revolución se encuentra la Coalición de la Juventud 14 de Febrero, una anónima red política y descentralizada que ha coordinado meses de activismo y protestas. Mientras que las más antiguas y más visibles asociaciones políticas de Bahréin, incluidas al-Wifaq y Wa’ad, han pretendido negociar (y han fracasado) con el gobierno durante el último año, la Coalición de la Juventud 14 de Febrero no ha dejado de ganar legitimidad popular por su compromiso con los principios revolucionarios y con la acción. La Coalición ha coordinado sus iniciativas principalmente a través de los medios de comunicación sociales, sobre todo en Twitter y Facebook, por temor a las detenciones. Hasta ahora han evitado cuidadosamente hablar directamente con los medios de comunicación.
Toby C. Jones (TJ): ¿Cómo describiría la Coalición de la Juventud 14 de Febrero? ¿Quién está representado en la coalición? ¿Hasta qué punto es representativa?
Coalición de la Juventud 14 de Febrero (CJF): Los jóvenes del 14 de Febrero son todos aquellos revolucionarios que se mantuvieron firmes en las calles desde que se encendió la chispa de la revolución popular el 14 de febrero de 2011. La coalición no es más que un producto de esa revolución y se formó a partir de algunos de sus grupos revolucionarios activos. La legitimidad de la Coalición 14 de Febrero deriva de la popularidad de la revolución y de sus objetivos.
TJ: ¿Cuál es la relación de la Coalición con los otros movimientos de oposición, en particular con al-Wifaq?
CJF: La relación de la Coalición con otros grupos de oposición se basa en el principio del respeto y los considera parte integrante de la lucha. Valora todos las iniciativas que llevan a cabo para proteger los derechos del pueblo, incluyendo su derecho a la libre determinación tal y como está legislado en el Derecho Internacional y en las Convenciones internacionales.
TJ: ¿Cuál es su relación con los movimientos de oposición no legalizados como Haq, Al-Wafa, el Movimiento de Liberación de Bahréin, y otros?
CJF: Nuestro objetivo en la Coalición con respecto a todos los grupos de la oposición es tratar con ellos de manera positiva de modo que sirva a la revolución y a sus objetivos, aprovechando todos las experiencias y opiniones, al tiempo que subraya la necesidad de unión entre los grupos revolucionarios contra el enemigo común, el sangriento régimen al-Jalifa.
TJ: ¿Cuáles son los objetivos de la coalición? ¿La coalición está comprometida con la caída de los al-Jalifa o existe la posibilidad de una solución negociada con el régimen?
CJF: El primero y más importante objetivo por el que combaten los revolucionarios es la liberación de nuestra tierra de la ocupación de Arabia Saudí y por el derrocamiento del régimen de al-Jalifa, que ha perdido su legitimidad popular y constitucional. Una vez que ello se logre, el pueblo podrá elegir su propio destino y elegir el sistema político y económico que satisfaga sus anhelos y sus aspiraciones. No vamos a aceptar, bajo ninguna circunstancia, compromiso alguno con este régimen sangriento que sigue violando nuestros derechos humanos. Estamos decididos a liberar a nuestra apreciada patria de la dictadura y construir una nación de justicia, dignidad e igualdad para todos sus ciudadanos y ciudadanas.
TJ: ¿Cuáles son las reivindicaciones de la organización?
CJF: Los objetivos de la coalición y sus reivindicaciones, tal y como han sido descritos en la Carta de la Perla, son los siguientes:
1. Derrocar al régimen tribal de los al-Jalifa, que ha perdido su legitimidad, y llevar a sus dirigentes y a sus responsables oficiales a juicio, incluyendo al dictador Hamad, por los delitos de lesa humanidad que han cometido contra nuestro pueblo.
2. Garantizar el derecho del pueblo a la libre determinación y la capacidad de elegir el sistema político que satisfaga sus anhelos y aspiraciones.
3. Desmantelar los actuales cuerpos de seguridad estatales y reconstruirlos según estándares modernos que garanticen la seguridad a todos los ciudadanos y ciudadanas.
4. Formar una Justicia independiente y justa.
5. Reforzar el principio de separación de poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial).
6. Mantener la unidad nacional, preservar el tejido social, promover la justicia y la igualdad y prohibir cualquier forma de discriminación contra los y las ciudadanas.
7. Hallar una solución real y justa al problema de la naturalización política sistemática que ha creado el régimen para transformar la identidad original y la demografía del país.
8. Preservar la identidad islámica y árabe de Bahréin.
9. Formar un órgano nacional para supervisar la elección de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución para el país tras el derrocamiento del régimen de los al-Jalifa.
10. Garantizar la distribución equitativa de los bienes a la vez que proteger los recursos nacionales y los beneficios obtenidos para las generaciones futuras.
TJ: ¿Cuál es la posición de la coalición sobre el uso de la violencia? Se les ha criticado por apoyar el uso de cocteles Molotov, poniendo en peligro vidas de los conductores y la destrucción de la propiedad. ¿Cómo responden ustedes a esta crítica?
CJF: Los revolucionarios ni han amenazado a conductores ni han destruido ninguna propiedad pública o privada. No obstante, bajo un estado de ocupación y de graves violaciones de derechos humanos, la autodefensa es legítima y así ha sido sancionada por todas las religiones y leyes humanas. No es ni lógico ni justo pedir a una persona que está en peligro que se cruce de brazos y no se defienda a sí misma, especialmente ante el silencio inexcusable de la comunidad internacional, ante el apoyo estadounidense a tales prácticas represivas, y ante la ocupación saudí de Bahréin.
TJ: Teniendo en cuenta los esfuerzos de los servicios de seguridad del régimen por controlar los pueblos y suprimir las manifestaciones, ¿cuáles son los mayores desafíos a los que hacen frente?
CJF: Cuanto más agresivo y brutal sea el puño de la seguridad, más decidida será la determinación y la firmeza de los revolucionarios. En el último año, no ha habido crimen que no haya cometido el régimen al-Jalifa contra sus ciudadanos. Sus crímenes han afectado incluso a los residentes extranjeros. Sin embargo, los revolucionarios se han mantenido firmes. Uno de nuestros mayores retos en esta revolución es el fuerte apoyo estadounidense a esta dictadura y su desprecio e indiferencia por los continuos crímenes y violaciones cometidos por el régimen. Otro reto importante para nuestra revolución es la campaña de desinformación de los medios de comunicación, con financiación y respaldo saudí, con el objetivo de empañar la imagen de la revolución de Bahréin. A pesar de estos desafíos, el poder de liderar está más que nunca en las manos de la gente. Los ocupantes saudíes y el régimen al-Jalifa se están enfrentando por ser incapaces de aplastar la revolución, que sigue su curso en firme a pesar de la guerra que se libra para exterminar al pueblo de Bahréin en todos los ámbitos.
TJ: ¿Quiénes son las influencias políticas más destacadas? ¿Qué os inspira?
CJF: Reiteramos que la Coalición ha surgido de esa gloriosa revolución a través de iniciativas independientes de los jóvenes de Bahréin, y que es una coalición nacionalista que carece de partido y de líneas sectarias. La coalición es leal a los mártires, a los heridos y a los prisioneros, así como a todos los ciudadanos y ciudadanas de Bahréin y a la patria. La Coalición está comprometida a seguir el camino de la lucha y el trabajo revolucionario hasta que se hayan conseguido las metas de la revolución de derrocar el régimen al-Jalifa y satisfacer el derecho a la libre determinación.
TJ: Los críticos y observadores de Occidente describen a menudo el levantamiento de Bahréin como impulsado por el sectarismo ¿Qué responden a las acusaciones de que el suyo es un movimiento sectario?
CJF: Se trata de un gran engaño a través del cual el régimen al-Jalifa pretende confundir a la opinión pública internacional en los medios de comunicación, en los foros internacionales y en los centros de toma de decisiones, con el fin de distorsionar la imagen de la legítima revolución. Ello se suma al bloqueo informativo del régimen sobre sus prácticas sectarias y racistas en contra de todos los ciudadanos de Bahréin. La realidad es que la revolución es popular por antonomasia y que incluye en sus filas tanto a ciudadanos y ciudadanas suníes como chiíes.
La respuesta más dolorosa a esas mentiras es que el primer preso político desde que comenzó la revolución es Muhammad al-Buflasa, un suní que fue secuestrado por mercenarios del régimen después de dar una charla en el escenario de la Plaza Lulu para exigir libertad, democracia e igualdad entre todos los ciudadanos.
¿Cómo puede llamarse sectaria cuando la meta de la revolución es que todos los ciudadanos y ciudadanas independientemente de sectas, suníes o chiíes, sean iguales en sus derechos y deberes? Por no mencionar que el lema más destacado e importante de esta revolución es «somos hermanos, suníes y chiíes, y no vamos a vender este país».
TJ: ¿Incluye el movimiento a suníes o a no islamistas? ¿Cuentan con programas para atraer a esos segmentos a la Coalición?
CJF: Por supuesto, la revolución incluye a todos los sectores de la sociedad, tanto suníes y chiíes, o liberales y nacionalistas. Por otra parte, la Coalición es diversa e incluye a personas con diferentes ideologías políticas e intelectuales, y su programa y su enfoque revolucionario tiene eco en todos los ciudadanos de Bahréin.
TJ: De manera similar, a pesar de la ausencia de cualquier prueba de manipulación extranjera, así como la clara declaración del informe de la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin (CIIB) de que no hay indicio alguno de la intromisión iraní en la revolución, ¿cómo responden a las acusaciones de que su movimiento refleja la voluntad de Irán?
CJF: Eso es una farsa de la que el régimen al-Jalifa cuelga su fracaso debido a la pérdida de su legitimidad popular y constitucional. La revolución en Bahréin elevó sus reivindicaciones de democracia muchas décadas antes de que se estableciera la República Islámica de Irán, y lo que sucedió el 14 de febrero de 2011 no fue más que una renovación de la revolución para que los ciudadanos de Bahréin puedan continuar lo que sus padres y abuelos empezaron.
En síntesis, los regímenes dictatoriales como el de al-Jalifa son conocidos históricamente por estigmatizar a todas las revoluciones populares que van en su contra acusándolas de tener agendas extranjeras con el fin de justificar su brutal e inhumana erradicación.
TJ: ¿Cómo ve el final de la revolución de Bahréin?
CJF: Estamos absolutamente seguros de que con el tiempo el régimen de al-Jalifa caerá inevitablemente, que nuestra revolución tendrá éxito, y que conseguiremos nuestros legítimos derechos democráticos. La revolución se traducirá en el bienestar de la población de Bahréin que ha hecho muchos sacrificios por el bien de una vida en libertad y con dignidad, sin el régimen dictatorial de al-Jalifa, y para salvaguardar los derechos de las generaciones futuras.
Fuente: http://www.jadaliyya.com/pages/index/4777/bahrains-revolutionaries-speak_an-exclusive-interv