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Declaración del sindicato español USO

El Régimen de Assad continua con sus agresiones a su propio pueblo

Fuentes: Rebelión

El Informe Annan, enviado especial de las Naciones Unidas, y la Resolución consiguiente en el Consejo de Seguridad, partía de la obligación del cese de la violencia y de la represión para dar paso a un diálogo que posibilitara una transición democrática en Siria. Pero, como también era predecible, la violencia ha continuado y la […]

El Informe Annan, enviado especial de las Naciones Unidas, y la Resolución consiguiente en el Consejo de Seguridad, partía de la obligación del cese de la violencia y de la represión para dar paso a un diálogo que posibilitara una transición democrática en Siria.

Pero, como también era predecible, la violencia ha continuado y la represión se mantiene. Siguen los atentados o bombardeos con armas pesadas, que nadie reivindica, pero cuya autoría yihadista o gubernamental todos sospechan, con cientos de víctimas, que muestran la imposibilidad de un tiempo pacífico y unas discusiones serenas. El enroque gubernamental es evidente y persiste en mantener la represión. Por otro lado, siguen siendo contradictorias las estrategias de las diferentes oposiciones que coexisten, alimentadas en algún caso por vectores sectarios exteriores.

Es en este marco que determinados países, entre ellos España, ha decidido expulsar al Embajador sirio de sus países. Se ha elegido una política de sanciones -in crescendo- al actual Régimen ante su falta de querer cambiar.
Hay que sacar todas las posibilidades que da la Resolución de las Naciones Unidas y la capacidad de control de la misión pacífica de observadores internacionales.

El sindicalismo internacional rompió en su día con la coordinadora sindical del sindicalismo oficialista, CISA, de los países árabes. Los siguientes pasos de la sociedad civil y el sindicalismo democrático es reforzar los contactos con los grupos democráticos de oposición sirio y socorrer no sectariamente al pueblo sirio.

USO condena enérgicamente la represión gubernamental, el mantenimiento de presos políticos y los ataques militares, también a esa violencia opositora interna o vinculada a fracciones apoyadas por terceros países con intereses propios que desprecian la vida y el sufrimiento ajeno. Ambas desprecian al pueblo sirio y su derecho a vivir democráticamente, en paz.

Fuente original: http://www.uso.es/index.php?option=com_content&task=view&id=13615&Itemid=296