El pasado martes en Nueva York tuvo lugar una conferencia titulada Unidos contra un Irán nuclear en la que participaron el ministro de asuntos exteriores saudí, Adel al Yubairi, el embajador de Emiratos en Washington, Yusuf al Atiba, el embajador de Bahréin en Washington, Abdalá ben Ráshid, el ministro de exteriores del Gobierno de Abderrabbo […]
El pasado martes en Nueva York tuvo lugar una conferencia titulada Unidos contra un Irán nuclear en la que participaron el ministro de asuntos exteriores saudí, Adel al Yubairi, el embajador de Emiratos en Washington, Yusuf al Atiba, el embajador de Bahréin en Washington, Abdalá ben Ráshid, el ministro de exteriores del Gobierno de Abderrabbo Mansur Hadi (el presidente yemení con mandato concluido), Jáled al Yamani, el ministro de exteriores estadounidense, Mike Pompeo, el consejero de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, el director del Mosad israelí, Yoshe Kahin, al mismo tiempo que otros actores conocidos por su postura de derechas como el francés Henry-Levy, que apoyó la intervención de Francia y los países occidentales en Libia y otros países de la región.
La reunión, considerada una sorpresa en el contexto del acercamiento sostenido entre Israel y los países del Golfo, se inserta con claridad en el marco de los intensos esfuerzos estadounidenses por sacar la Coalición árabe-israelí a la esfera pública y completar los últimos preparativos antes de anunciar el «Acuerdo del siglo». Eso es lo que el discurso del presidente estadounidense, Donald Trump, en la Asamblea General de la Naciones Unidas puso de manifiesto al dirigirse a Israel y Arabia Saudí como los gemelos con los que cuenta para enfrentarse a Teherán.
Si bien es comprensible la presencia de emiratíes y saudíes en la reunión de Nueva York, no lo es tanto la participación del ministro de exteriores del denominado «gobierno legítimo», Jáled al Yamani, y, aunque en parte pudiera ser visto como un mero asistente más para inflar el número de países, al modo de Bahréin, sin embargo se trata de una clara señal de los EEUU para dar a conocer la identidad que Washington pretende forjar en Yemen a través de la intervención de Coalición saudo- emiratí. De ahí que haya habido reacciones de indignación por la participación de al Yamani y se haya reprobado el hecho de que se esté utilizando el Yemen como un discípulo sin voluntad ni decisión con el objetivo de satisfacer los intereses de los demás hasta el punto de identificarse con Israel para liquidar la causa palestina.
La incorporación del gobierno «legítimo» de Hadi a la reunión de Nueva York no es un hecho aislado; el mes pasado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu dijo en un desfile militar en la ciudad de Haifa que Israel participará en la operación militar para «desbloquear» el estrecho de Bab al Mandeb y añadió: «Si Irán intenta cerrar el estrecho de Bab al Mandeb, estoy seguro de que tendrá que enfrentarse a una coalición internacional determinada a impedírselo que incluirá a las fuerzas armadas del estado de Israel». Unas amenazas en las que el periódico económico «The Marker» analiza las distintas razones que lo llevaron a hacerlas, entre las cuales se cuenta mantener los intereses económicos israelíes que pasan por el estrecho de Bab al Mandeb (por ese camino los barcos acortan distancias mucho mayores), así como el rotativo considera que Israel tiene interés en formar parte de una coalición internacional contra Irán junto con Arabia Saudí y Egipto, y, en caso de que dicha coalición se formase, sin duda eso reforzaría su posición geoestratégica en Oriente Medio y fortalecería su relación con ambos países árabes y otros países del Golfo en disputa con Irán.
De acuerdo a informes yemeníes, la marina de guerra israelí participa en la coalición que está imponiendo el embargo marítimo que sufren los yemeníes. De hecho, el portavoz de la coalición, Turki al Maliki, reconoció el pasado mes de noviembre la participación de Israel en el embargo al declarar que un barco militar israelí apresó un barco iraní que se dirigía a Yemen cargado de armas «con expresiones escritas en persa», según sus pretensiones.
La aparición de Jáled al Yamani junto al director del Mosad en la reunión de Nueva York se considera un anuncio oficial del posicionamiento estratégico de lo que se ha dado en llamar como el gobierno «legítimo» y que nos permite presagiar hacia dónde conducirá este equipo el país en caso de que el rumbo de la guerra cambie a su favor. En cuanto a la intervención del Presidente cuyo mandato ha vencido, Abderrabbo Mansur Hadi, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, hay que decir que estuvo totalmente fuera de la realidad yemení. Hadi apareció como si fuera el representante de Arabia Saudí a la que ensalzó por conducir una lucha existencial contra Teherán, mientras que dedicó gran parte de su discurso a agradecer la intervención de la Coalición a la vez que ignoró la situación dramática del país donde se extienden las enfermedades, la pobreza y el hambre a causa del embargo saudo-emiratí hasta el punto de que miles de familias sólo encuentran hojas y restos de basura para alimentarse.
Traducido por Antonio Martínez Castro.