Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Vehículos blindados estadounidenses con sus estrellas y rayas en volandas estaban patrullando hoy cerca de la línea turca-kurda al oeste del río Éufrates en el norte de Siria. Pero, ¿cuánto tiempo seguirán haciéndolo después de la decisión del presidente Trump de retirar a 2.000 soldados estadounidenses de Siria, afirmando que no hay razón para que estén allí después de la derrota de Isis? Y cuando se vayan, ¿abrirán las puertas a una nueva y posiblemente muy sangrienta fase en la guerra siria de siete años?
Turquía dice que invadirá y destruirá el casi independiente enclave kurdo, que los kurdos llaman Rojava, una vez que ya no está bajo protección estadounidense. Dicen que los militantes kurdos que gobiernan el enclave «serán enterrados en sus zanjas cuando llegue el momento».
Los principales centros de población kurdos se encuentran en ciudades y pueblos a lo largo de la frontera turca por lo que están dentro del área de artillería de los regimientos turcos que se concentran en el otro lado de la frontera.
Si hay una invasión turca en esta gran parte de Siria, provocará una fuga masiva de los dos millones de kurdos que viven en el área aterrorizados por una incursión turca. Cuando Turquía invadió la región kurda de Afrin a principios de año, la mitad de la población huyó y aún no ha regresado.
Los kurdos en Siria proporcionaron los soldados de infantería para la guerra de Estados Unidos contra Isis, cuyo «Estado Islámico» alguna vez se extendió en 2014 desde las afueras de Bagdad hasta el Mediterráneo.
La alianza de facto kurdo-estadounidense comenzó durante el asedio de Isis a la ciudad kurda de Kobani a fines de ese año, cuando los ataques aéreos estadounidenses permitieron a los combatientes kurdos derrotar un feroz asalto de Isis. EE.UU. había encontrado lo que estaba buscando durante mucho tiempo en Siria: una fuerza militar confiable y firme en el terreno que podía responder a los ataques aéreos estadounidenses mientras avanzaba y ocupaba las fortalezas de Isis.
No es de extrañar que los kurdos ahora se sientan completamente traicionados por los Estados Unidos. Sus combatientes pertenecen a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) que proporcionan las principales unidades de combate de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF) que también contienen unidades reclutadas en las tribus árabes locales.
El tuit de Trump que anunciaba su decisión de retirarse se produjo después de que las SDF capturara Hajin, la última ciudad en Siria en poder de Isis.
Los kurdos en Rojava ahora pueden buscar un acuerdo con el presidente Bashar al-Assad en Damasco, con la esperanza de conseguir que el ejército sirio se sitúe entre ellos y las fuerzas turcas. La partida de los Estados Unidos facilitará que los kurdos busquen la protección del Presidente Assad.
Pero, ¿cuánto vale esa protección ya que el ejército sirio no es lo suficientemente fuerte como para detener a los turcos, incluso si quisiera? ¿Estaría Rusia el apoyo crucial de Assad, de acuerdo con tal movimiento? Sería políticamente difícil para los kurdos alejarse de cooperar con los Estados Unidos para acercarse a Assad, a quien los Estados Unidos supuestamente intentan derrocar. En cuanto a Rusia, los líderes kurdos dicen que el presidente Putin siempre dará prioridad a mantener sus buenas relaciones con Turquía, independientemente de lo que suceda con los kurdos.
Los líderes kurdos de Siria esperarán que Estados Unidos no los abandone totalmente. Saben que gran parte del oficialismo político, militar y de medios de Estados Unidos, junto con aliados como el Reino Unido y Francia, quieren que Estados Unidos se quede en Siria. Saben que las políticas de Trump se han diluido o revertido antes al enfrentar un amplio rango opositor.
En las últimas semanas Turquía ha estado amenazando peligrosamente con invadir Siria, y la televisión turca ha mostrado los refuerzos que están siendo enviados a la frontera. La decisión de Trump parece haber salido de la nada, pero es más probable que haya sido tomada debido a esta escalada turca.
Trump no quiere encontrarse al borde de una guerra con Turquía a la que podría ser arrastrado si los soldados estadounidenses fueran asesinados por tropas turcas que avanzaran hacia Siria. Podrá revivir la alianza de Estados Unidos con Turquía como un importante poder de la OTAN una vez que los soldados estadounidenses ya no luchen junto al YPG, a quien Turquía denuncia como terroristas por ser una rama del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, al que ha estado combatiendo en la forma de una guerra de guerrillas en Turquía desde 1984.
Mientras Turquía, Rusia e Irán trabajen en coordinación, será difícil para Trump seguir su política principal en Oriente Medio, que es aislar y enfrentar a Irán. Abandonar a los kurdos puede parecerle a la Casa Blanca un precio razonable para mejorar las relaciones con el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Hay otro costo para el presidente Trump en el retiro de las tropas estadounidenses de Siria diciendo que Isis está derrotado: Isis fue la única razón para que los soldados estadounidenses estuvieran allí.
¿Pero hasta qué punto es esto realmente cierto? Es cierto que Isis, que hace cuatro años controlaba un vasto territorio en Siria e Irak, ya no lo hace. Perdió Mosul en Irak y Raqqa en Siria después de largos y sangrientos asedios en 2017. Sus combatientes han sufrido bajas devastadoras. Isis ya no gobierna un estado con un ejército poderoso mayoritario que contaba en su apogeo con seis o siete millones de personas.
Sin embargo, Isis todavía tiene potencial como una fuerza de guerrilla liderada por hábiles comandantes, y este potencial será mucho mayor si ya no está luchando contra el SDF, respaldado por el poder aéreo de EE.UU. E incluso si los ataques aéreos estadounidenses siguen ocurriendo, la experiencia demuestra que para ser verdaderamente efectivo, se necesitan tropas terrestres capaces de identificar objetivos y ocupar territorios, pero, según los funcionarios estadounidenses, la orden de retirarse también significa el fin de la campaña aérea estadounidense contra Isis.
Isis siempre ha deseado que su gran variedad de enemigos, caracterizados por su crueldad y violencia, se vuelvan algún día unos contra otros y creen nuevamente las condiciones para un resurgimiento de Isis. Esto puede estar sucediendo ahora. Una invasión turca del norte de Irak provocaría el caos, la fuga masiva de millones de personas y el conflicto entre las poblaciones kurdas y árabes locales: es en esas condiciones anárquicas que nació y siempre ha florecido Isis.
El presidente George W. Bush pagó un precio político muy alto en 2003 al afirmar prematuramente «misión cumplida». Trump se abrirá a una acusación similar si declara que Isis está muerto y enterrado y esto resulta ser falso. Su decisión de retirarse ha terminado el estancamiento en Siria, pero no pondrá fin a sus múltiples conflictos.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la tradutora y Rebelión.org como fuente de la tradución.