La noticia de la captura por autoridades cubanas de cuatro enviados desde Miami para ejecutar acciones terroristas en Cuba ha terminado de colocar la actual política de Estados Unidos hacia la Isla en un callejón sin salida. Como en el cuento de Hans Christian Andersen, el Rey está desnudo, y cada vez más hechos lo […]
La noticia de la captura por autoridades cubanas de cuatro enviados desde Miami para ejecutar acciones terroristas en Cuba ha terminado de colocar la actual política de Estados Unidos hacia la Isla en un callejón sin salida. Como en el cuento de Hans Christian Andersen, el Rey está desnudo, y cada vez más hechos lo demuestran.
La detención de los cubanos de Miami se da a conocer menos de una semana después de que el Departamento de Estado colocara a Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo -con argumentos que más que justificar esa decisión, hacen evidente su carácter absurdo e injustificado-, provocando fuertes cuestionamientos y respuestas incoherentes ante la prensa de la portavoz de esa dependencia, Marie Harf, en la que tal vez constituya la más extensa y ridícula escena sobre Cuba que un ocupante de su cargo haya tenido que protagonizar.
Realmente, los meses transcurridos del 2014 no han sido muy exitosos para la política de aislamiento y demonización que mantiene Estados Unidos contra Cuba. Enero abrió el año con la presencia en La Habana de practicamente todos los mandatarios latinoamericanos y caribeños para la II Cumbre de la CELAC, su respaldo unánime a la Isla y su condena al bloqueo estadounidense contra ella. Febrero comenzó con la propuesta de la Unión Europea de iniciar conversaciones con la Isla con vistas a un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, dejando atrás la llamada Posición común sobre Cuba, impuesta por Washington en tiempos de José María Aznar.
Poco después, una encuesta de Atlantic Council , una prominente institución de investigación de Washington, arrojó que 56% de los estadounidenses favorecen el cambio de la política hacia Cuba, mayoría que sube a 63 por ciento entre los adultos de la Florida y a 62 por ciento nacionalmente entre los latinos. Aunque el apoyo es más fuerte entre demócratas e independientes, la encuesta arrojó que 52 por ciento de los republicanos también favorecen la normalización de las relaciones.
Sin embargo, el giro explosivo llegaría el 3 de abril con la publicación por la agencia de noticias Associated Press (AP), la más importante de Estados Unidos, de una investigación sobre un programa conocido como ZunZuneo y financiado por la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID). ZunZuneo -también conocido como «Twitter cubano»- creó una red de usuarios en Cuba a través de telefonía móvil con el objetivo de provocar una situación como las llamadas «primaveras árabes» en la Isla.
Aunque tanto los portavoces de la Casa Blanca como del Departamento de Estado y el director de la USAID negaron el carácter ilegal, secreto y político de ZunZuneo, sucesivas revelaciones de AP han dado a conocer la creación de empresas pantallas en terceros países para gestionar ZunZuneo, el robo de la base de datos de usuarios de la operadora de telecomunicaciones cubana ETECSA, la clasificación de los usuarios por sus actitudes políticas y una reunión del Vice Presidente Joe Biden con varias personas vinculadas al programa.
A raíz de las revelaciones sobre ZunZuneo, salieron a la luz otros programas similares contra Cuba como Piramideo, Commotion -revelado por The New York Times– que la USAID ensayó en Túnez, y la revista Newsweek divulgó el intento de utilizar de la comunidad masónica cubana en la estrategia estadounidense de «cambio de régimen».
Al saber de las operaciones de la USAID y su continuación con posterioridad a su detención, el «contratista» de esa agencia Alan Gross -preso en la Isla por implementar una red ilegal de telecomunicaciones, con el mismo objetivo que ZunZuneo- se declaró en huelga de hambre varios días y tanto él como su esposa urgieron al Presidente Obama a iniciar negociaciones con el gobierno cubano para su liberación, algo que retomaron cuatro congresistas estadounideneses de visita en Cuba a inicios de mayo. Judy Gross-esposa de Alan- había exigido semanas atrás a Obama: «olvídese de los políticos de Miami y negocie con Cuba».
El gobierno cubano ha declarado en varias ocasiones su disposición a buscar una solución sobre el caso de Gross «aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años».
Los cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998 se nombran Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. Otros dos, René González y Fernando González, están en la nación caribeña tras cumplir íntegramente sus sanciones de prisión. Su «delito» fue vigilar las actividades contra Cuba de personas cuyos nuevos emisarios acaban de ser detenidos en la Isla.
El terrorismo impulsado desde Miami es un arma que puede dañar a ciudadanos e instalaciones estadounidenses. Ayer la Televisión cubana transmitió declaraciones de un doble agente de la Seguridad cubana, José Manuel Collera, que fuera reclutado por la CIA, relatando que d el Miami Medical Team le habían preguntado por la posibilidad que existía, desde Cuba, de desactivar los sistemas electrónicos de aeropuertos de EEUU. con el objetivo de justificar una intervención militar contra la Isla. Los aeropuertos eran el de Atlanta y el de Miami.
Acciones terroristas procedentes de EE.UU . han costado más de 2000 vidas de cubanos y varias de las personas mencionadas por la información que acaba de dar a conocer el Ministerio del Interior de Cuba como patrocinadores del envío a la Isla de los nuevos terroristas son conocidas por el FBI y trabajaron durante largo tiempo para la CIA: «Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, quienes residen en Miami y mantienen estrechos vínculos con el connotado terrorista Luis Posada Carriles«, dice la nota del MININT.
El gobierno de Estados Unidos se ha negado a procesar por terrorismo a Posada Carriles -autor convicto, confeso y prófugo de la voladura de un avión civil cubano donde murieron 73 personas-, quien declaró a The New York Times ser el organizador de una serie de atentados contra instalaciones turísticas cubanas en la década de 1990 que costaron la vida a un turista italiano y fuera excarcelado por la ex Presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, mientras cumplía una condena en ese país por el intento de asesinato del líder cubano Fidel Castro mientras hacía una visita a ese país.
Luis Posada Carriles recibe en Miami constantes homenajes de extremistas cubanos, incluyendo «disidentes» que procedentes de Cuba visitan esa ciudad. Es el caso de Guillermo Fariñas, un «opositor» que luego de reunirse con el mayor terrorista del hemisferio occidental, según el FBI, fue saludado por el Presidente Obama en la casa del Presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, la organización que financió los atentados de Posada Carriles contra los hoteles cubanos.
El «disidente»Guillermo Fariñas en Miami junto a Luis Posada Carriles y otros terroristas.
Obama saluda a Guillermo Fariñas en casa del Presidente de la fundación Nacional Cubano Americana.
Dice la nota del Ministerio del Interior cubano sobre el apresamiento de los terroristas que «s e realizarán las gestiones pertinentes con las autoridades estadounidenses competentes para investigar estos hechos y evitar oportunamente que la actuación de elementos y organizaciones terroristas radicados en ese país pongan en peligro la vida de personas y la seguridad de ambas naciones». El FBI debería preguntar a Obama, él tal vez pueda ayudar con sus amigos en Miami. (publicado en CubAhora)