A Ali Hammou le ha sido denegada dos veces la petición de asilo por el Ministerio del Interior y la Audiencia Nacional ha rechazado las medidas cautelarísimas pedidas por su defensa.
El activista saharaui Ali Hammou, de 30 años, sordomudo y enfermo de cáncer, va a ser deportado a Marruecos después de diez días de lucha por conseguir protección internacional en España, a donde vino huyendo de la represión en el Sáhara Occidental ocupado por el régimen marroquí.
Según fuentes jurídicas, la Sección Quinta de la Audiencia Nacional ha desestimando las medidas cautelarísimas que solicitó la defensa del activista al serle denegada en dos ocasiones la petición de asilo por parte del Ministerio del Interior y los correspondientes reexámenes.
En las negativas no se han tenido en cuenta las recomendaciones del Alto Comisionado para los Refugiados de Nacional Unidas (ACNUR) sobre la condición de apátrida y las razones humanitarias que concurren en el caso.
Primero el juez de guardia paralizó cautelarmente la expulsión prevista y remitió las actuaciones a la Audiencia Nacional, que ahora ha acordado rechazar las medidas cautelarísimas, con lo que Ali Hammou puede ser entregado en cualquier momento a las autoridades marroquíes, por las que ha sido perseguido.
Ali Hammou forma parte de una asociación de discapacitados de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí, cuyos integrantes se manifestaron para reclamar las ayudas que les fueron prometidas, por lo que fue detenido.
En 2019, el 19 de julio de 2919, fue herido en una carga policial en El Aaiún cuando los saharauis celebraban la victoria de Argelia en la Copa África de Naciones (CAN) de fútbol ante Senegal, además de reclamar la autodeterminación del Sáhara Occidental. Durante la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes una joven saharaui, Sabah al-Anghorni, de 23 años, sufrió un atropello mortal con un vehículo policial que fue dirigido intencionadamente contra la multitud que celebraba el éxito de la selección argelina.
El caso de Hammou, junto con el de otros saharauis retenidos en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, fue denunciado por el diputado Enrique Santiago y la diputada Tesh Sidi, de Sumar, en una pregunta al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Tesh Sidi y Enrique Santiago afirmaron en su escrito que la negativa a prestar asilo a las personas saharauis “no responde a los valores que España debería defender en la comunidad internacional, ni a los Derechos Humanos de personas en situación de vulnerabilidad y búsqueda de refugio”.
Sumar preguntó al Gobierno cual es la razón para negar el asilo y cómo valora el tratamiento a las personas saharauis que han pedido asilo desde 2022, cuando se produjo el cambio de opinión sobre el Sáhara Occidental, y a cuantas se ha denegado.
Sobre las denegaciones de asilo a saharauis, Enrique Santiago, secretario general del PCE, escribió en X (twitter) que deben ser “revisadas de inmediato” y que el derecho de asilo y refugio no puede ser ignorado por España para el pueblo saharaui, ocupado y perseguido, y que “nuestra responsabilidad con este pueblo hermano exige protegerle”.
Para reclamar el cese de las deportaciones de saharauis, en un momento en el que hay más de 30 activistas en la sala de inadmitidos del Aeropuerto de Madrid-Barajasa la espera de que se resuelva su solicitud de asilo, el sábado 21 de septiembre habrá a las 12 horas una concentración ante el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana de Madrid, número 5, donde tiene su despacho el ministro Fernando Grande-Marlaska.
La concentración, convocada con el apoyo del Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) ha sido convocada con los lemas “No a la deportación de activistas saharauis, “Marlaska necesitan protección, no deportación”, “Que se cumplan las garantías esenciales de los solicitantes de asilo”.