Cuatro conocidos terroristas internacionales se mueven hoy a su aire y hasta incluso protegidos en Estados Unidos y alguna nación centroamericana, sin embargo en Europa reina un silencio casi total ante el indulto que los puso en libertad, ofrecido por la recién saliente presidenta de Panamá, Mireya Moscoso. Se tratan nada menos y nada más […]
Cuatro conocidos terroristas internacionales se mueven hoy a su aire y hasta incluso protegidos en Estados Unidos y alguna nación centroamericana, sin embargo en Europa reina un silencio casi total ante el indulto que los puso en libertad, ofrecido por la recién saliente presidenta de Panamá, Mireya Moscoso.
Se tratan nada menos y nada más que de Luis Posada Carriles y tres de sus secuaces, quienes durante la celebración de una Cumbre Iberoamericana, en el 2000, intentaron asesinar al presidente cubano, Fidel Castro, y a miles de jóvenes panameños que entonces participaron en un acto publico de apoyo a la isla caribeña.
En el amplio expediente sanguinario de Posada Carriles, cuyo paradero se desconoce luego de ser excarcelado por la saliente mandataria panameña, resaltan el asesinato de 73 personas al hacer estallar con bomba un avión de Cubana de Aviación, en 1976, y numerosas acciones terroristas contra Cuba planeadas y dirigidas desde territorio norteamericano y con el beneplácito de los servicios secretos de Washington.
Los historiales de ese terrorista y de quienes lo acompañaron en el frustrado atentado de Ciudad Panamá, hace cuatro años, son bien conocidos por los diferentes gobiernos europeos.
Sin embargo, las autoridades del llamado Viejo Continente parecen no inmutarse ante el hecho de que cuatro criminales internacionales caminen sin problema alguno por las calles de Estados Unidos y Latinoamérica, a juzgar por el silencio casi unánime mantenido hasta ahora por los 25 estados miembros de la Unión Europea (UE) ante el indulto firmado por la ex presidenta panameña.
Contrasta esa actitud con declaraciones recientes de renombrados dirigentes de la UE, entre ellos de su máximo representante de política exterior y de seguridad, Javier Solana, quienes han reiterado que el también llamado Grupo de los 25 no segara en su empeño de combatir el terrorismo internacional.
Una vez más el Viejo Continente evidencia el doble rasero que aplica a países como Cuba, y su postura pone en tela de juicio una vez más la independencia y autodeterminación de la UE, en opinión analistas políticos.
Que en Estados Unidos criminales como Luis Posada Carriles, el Bin Laden de Latinoamérica, gocen de impunidad quizás pueda entenderse, porque es sabido que esos hombres de muerte son únicamente Made in USA.
Ahora, resulta incomprensible para muchos que la culta y democrática Europa se mantenga ajena y silenciosa ante la excarcelación de terroristas de la calaña de Posada Carriles, que representan una amenaza para cualquier nación del mundo.