La UE ha vuelto a llegar tarde y mal a un debate, el del suministro de armamento a los rebeldes, sobrepasado por la iniciativa ruso-estadounidense en aras a una solución dialogada a la crisis siria. Y llega mal, porque vuelven a quedar en evidencia las disensiones europeas. Los ministros de Exteriores de la UE debatían […]
La UE ha vuelto a llegar tarde y mal a un debate, el del suministro de armamento a los rebeldes, sobrepasado por la iniciativa ruso-estadounidense en aras a una solución dialogada a la crisis siria. Y llega mal, porque vuelven a quedar en evidencia las disensiones europeas.
Los ministros de Exteriores de la UE debatían divididos la propuesta franco-británica de suministrar de forma abierta armamento a los rebeldes sirios.
«Lo primordial es encontrar una solución europea», señaló la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton. El objetivo es alcanzar un acuerdo sobre el levantamiento del embargo de armas instaurado hace dos años por la UE contra Siria, lo que afecta también a los rebeldes, y que expira el 31 de mayo.
«Es importante que mostremos que estamos dispuestos a derogar el embargo para enviar un mensaje a (el presidente sirio, Bashar) al-Assad», declaró el jefe del Foreign Office, William Hague, quien advirtió de que, de todos modos, es más importante hacer «lo correcto» en Siria que preservar la unidad de la Unión Europea.
Mucho menos agresivo se mostró el ministro de Exteriores francés, hasta hace poco acérrimo defensor del levantamiento del embargo para rearmar a los rebeldes. Laurent Fabius parecía esperar a la llegada a París de sus homólogos estadounidense y ruso, John Kerry y Sergei Lavrov, en el marco de los preparativos de la conferencia internacional sobre Siria prevista en Ginebra el próximo 10 de junio.
Resueltamente hostil al suministro de armamento a los rebeldes, el ministro de Exteriores de Austria, Michael Spindelegger, reiteró que la UE «somos una comunidad de paz y nos gustaría seguir siendo una comunidad de paz». Antes de que acabara la cumbre, ya se mostró convencido de que «el hecho es que no hay consenso y eso significa que el régimen de sanciones no se prorrogará».
En la misma línea, el ministro belga Didier Reynders, desestimó la posibilidad de un acuerdo inminente «porque no hay suficientes garantías» de que las armas no caigan «en manos de grupos rebeldes radicales».
El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, advirtió de las profundas diferencias en la UE y aseguró que trabajará para lograr una posición común. «El desacuerdo sería una mala señal», señaló.
Fuentes del Ejecutivo de Bruselas avanzaron que ganaba fuerza la idea de esperar a los resultados de la conferencia internacional de Ginebra para tomar una decisión.
Una oposición en el exilio dividida y a la gresca
La denominada Coalición Nacional de la oposición siria, que agrupa a organizaciones y personalidades opositoras sirias en el exilio, ha vuelta a dar muestras de desunión al no poder consensuar la admisión de 22 nuevos miembros. Solo ocho de ellos han pasado la criba, entre los que se encuentra el intelectual marxista Michel Kilo, un opositor de larga data.
Muchas son las voces que alertan de las consecuencias de estas diferencias internas en el seno de la coalición opositora en pleno debate en el seno de la UE, en vísperas de la conferencia internacional de Ginebra y en plena ofensiva de Damasco en Qusseir. «Esto es muy malo, es una catástrofe», señaló desolado Monzer Majous, «embajador» de la coalición en el Estado francés.
La Coalición Nacional siria sigue sin confirmar su participación en la conferencia. Frente a ello, el Gobierno de Damasco ha confirmado que mandará una delegación a Ginebra.
Fuentes opositoras afirman que las disensiones internas están provocadas por la guerra de influencia que libran potencias regionales. De un lado, Turquía y Qatar; de otro, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
Fuente original: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130528/405344/es/El-suministro-regular-armas-rebeldes-sirios-genera-division-UE