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El timo viral de Avaaz y los Cascos Blancos

Fuentes: Rebelión

Por la red circula una petición de Avaaz solicitando tu colaboración económica con los Cascos Blancos de Siria. No es nueva, ya tiene su tiempo. No obstante, de nuevo se está haciendo viral ante la ofensiva que está a punto de expulsar a los terroristas de Alepo, un hecho que podría significar el principio del […]

Por la red circula una petición de Avaaz solicitando tu colaboración económica con los Cascos Blancos de Siria. No es nueva, ya tiene su tiempo. No obstante, de nuevo se está haciendo viral ante la ofensiva que está a punto de expulsar a los terroristas de Alepo, un hecho que podría significar el principio del fin de la guerra contra Siria. Antes de hacer nada, por favor, tómate tu tiempo para pensarlo detenidamente, sin duda merecerá la pena. No te dejes llevar automáticamente por apelaciones a la humanidad o a la solidaridad, porque podrías estar haciendo justamente lo contrario de lo que pretendes: ayudar a los terroristas, no a los más necesitados de Siria.

La batalla por la liberación de Alepo es la madre de todas las batallas de la guerra contra Siria, dependiendo se su desenlace, podría decantarse de uno u otro lado. De una parte, se enfrenta el ejército del pueblo sirio y, de la otra, un conglomerado de grupos terroristas y mercenarios yihadistas que trabajan al unísono, como un sólo ejército. Estados Unidos, padrino de alguno de estas bandas, ha sido en repetidas ocasiones incapaz de separar a los rebeldes democráticos de los terroristas declarados. La razón es muy clara: no existen rebeldes moderados luchando en Alepo.

Invariablemente, cada vez que el ejército sirio (SAA o Syrian Arab Army) está cerca de liberar la ciudad, se articula todo un movimiento de falsa solidaridad con los civiles de Alepo para detener la guerra. Hasta un comandante de al Qaeda (antes Frente al Nusra, ahora Fatah el Sham) de Alepo reconoció en una entrevista que Occidente no dejaría nunca que cayera la ciudad al completo en manos gubernamentales y que, como otras veces, esperaba su apoyo diplomático o militar para evitarlo. ¿Curiosos aliados, verdad?

Justo en estos momentos, las defensas terroristas de Alepo se están desmoronando. Es la segunda vez que ocurre en unas pocas semanas. En unos 10 días han perdido más de la mitad de los terrenos que ocupaban. No es casual que aparezcan campañas virales en estos días o que se movilicen algunos ‘pacifistas’ en las calles pidiendo lo mismo que los militares de la OTAN. La que ahora nos ocupa, está protagonizada por los Cascos Blancos y apadrinada por Avaaz, muy relacionadas ambas, más de lo que se podría pensar en un rápido vistazo.

¿Quiénes son los Cascos Blancos? En teoría se trata de una organización humanitaria, pero con algunas peculiaridades que veremos más adelante. Conforman el Frente Humanitario de la guerra, que trabaja coordinadamente con el Frente Mediático y el Frente Militar para derrocar al gobierno sirio en favor de los yihadistas.

Para comenzar, los Cascos Blancos sólo operan en zonas terroristas, no están presentes en el resto de Siria, allí no son necesarios porque la defensa civil del país trabaja con muchísima eficacia, aunque ningún medio occidental hable de ello. Lo lógico sería que también apoyaran a los civiles atacados por los terroristas, pero jamás lo hacen, a pesar de que siempre dicen que está dentro de sus objetivos. No son pocas las ocasiones donde hemos visto fotografías o vídeos de terroristas enfundados con el uniforme característico de los Cascos Blancos. Caso curioso el del jefe sirio de los White Helmets (su nombre original), quien fue a EEUU a recoger un premio que le daban a la organización, pero le fue denegado el permiso para entrar en el suelo norteamericano por estar vinculado al Frente al Nusra, la marca siria de al Qaeda.

Ellos viven principalmente de la cobertura que le dan los medios de desinformación de masas, quienes les prestan su artillería desinformativa para crear su particular épica y ayudarles en la captación de fondos y filias. No dudan en simular rescates falsos para divulgarlos por las redes sociales y en los periódicos y televisiones de todo el mundo, a pesar de que muchos de ellos son tan burdos que no soportan ni el más mínimo análisis riguroso. Ejemplo de ello es un civil (en realidad un paramilitar terrorista) que vemos semienterrado en escombros, que sólo empieza a gritar en cuanto el cámara le da la acción, junto a un coro de jaleadores que gritan a la orden del regidor para simular el caos posterior a un bombardeo. No es el único caso de fraude descubierto con los Cascos Blancos como protagonistas, hay decenas de ellos.

¿Cómo y dónde se fundó esta organización? Para algunos será una sorpresa pero los Cascos Blancos se fundaron en marzo de 2013, aunque no en Siria, sino en Turquía, uno de los países que participan de la agresión (no guerra civil) contra Siria. Su responsable es James Le Mesurier, un británico con amplia experiencia en temas de inteligencia y extenso curriculum en múltiples guerras de la OTAN. Ya tenemos dos claves, una «ONG» extranjera, dirigida por un militar británico, cuyos militantes pertenecen a grupos terroristas.

Pero hay más, el capital inicial de los Cascos Blancos fue aportado, ¡cómo no! por Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. Sólo la USAID, una supuesta institución de cooperación del gobierno norteamericano, controlada por la CIA, reconoció que hasta julio de 2015 había aportado más de 16 millones en subvenciones a la organización humanitaria. ¿Alguien puede imaginar en qué han podido gastar esa cantidad además de en impolutos uniformes? Pero no es el único gobierno que los apoya. Medios como el Daily Telegraph, sitúan a Reino Unido como el máximo financiador de los Cascos Blancos. En total se estima que han recibido alrededor de 60 millones de dólares en sus pocos más de 3 años de existencia. Como no podía ser de otra manera, las fundaciones del magnate George Soros están entre las listas de los más generosos donantes de la supuesta organización humanitaria, como también lo está de Avaaz.

Algunos medios y analistas afirman que la mayor parte del dinero de esta ONG va a parar a gasto militar y que en realidades una tapadera de financiación terrorista. Desde luego, es imposible que sus fondos hayan ido a parar en exclusiva a la grabación de vídeos falsos o a la difusión de falsas informaciones para incriminar a Rusia o a Siria en supuestos crímenes contra la Humanidad que, en realidad sólo buscan defender a sus patronos terroristas. La expresión «Casco Blanco de día, terrorista de noche«, se ha hecho muy popular entre los que conocen la realidad de la organización.

Así que, cuando veas propaganda de Avaaz o de los Cascos Blancos en tu correo o en internet, piensa que se trata de un timo organizado por los terroristas, no ya sólo para conseguir tu dinero, sino para despertar tu solidaridad y complicidad con las mentiras con las cuales quieren justificar una guerra de yihadistas contra el gobierno y el pueblo sirios.

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Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.