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El fallo no es vinculante, pero la corte pide a la asamblea general y al consejo de seguridad de la ONU que tomen «acciones futuras para poner fin a la situacion ilegal»

El Tribunal de La Haya falla que el muro es ilegal e insta a Israel a que lo destruya

Fuentes: Gara

Más de dos horas necesitó el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Shi Jiuyong, para leer ante la prensa el dictamen sobre el «muro del apartheid» que el Gobierno de Ariel Sharon está construyendo en Cisjordania. La decisión sólo concierne a los tramos que se están levantando en territorio palestino, no israelí. El […]

Más de dos horas necesitó el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Shi Jiuyong, para leer ante la prensa el dictamen sobre el «muro del apartheid» que el Gobierno de Ariel Sharon está construyendo en Cisjordania. La decisión sólo concierne a los tramos que se están levantando en territorio palestino, no israelí.

El fallo del máximo órgano judicial de la ONU, que lleva por título «Implicaciones legales de la construcción de la barrera en tierras palestinas ocupadas» es contundente: Israel «tiene la obligación de acabar con sus violaciones del Derecho Internacional», y le insta a que paralice la construcción del muro. También exije al Gobierno sionista que «repare el daño causado con la construcción», es decir, que devuelva las tierras y otras propiedades e inmuebles que ha estado robando a los palestinos.

La Corte considera que la construcción del muro viola la Convención de Ginebra de 1949, que defiende los derechos de los ciudadanos civiles en tiempos de guerra, por lo que es aplicable en el conflicto entre Israel y Palestina. Así pues, según la CIJ, el Gobierno Sharon priva a los palestinos de su derecho a la «autodeterminación, trabajo, asistencia, salud, protección, educación y libertad de movimiento».

La decisión ha sido tomada por 15 jueces. No ha habido unanimidad, porque el estadounidense Thomas Buergenthal ha votado en contra de declarar ilegal el muro israelí.

Asimismo, el Tribunal de La Haya hace un llamamiento a la ONU para que «intensifique sus esfuerzos» para acabar con el conflicto, puesto que «supone una amenaza para la paz y la seguridad internacional».

El dictamen de la CIJ es consultivo, por lo que no obliga a Sharon a que lo cumpla. Sin embargo, este fallo supone un revés importante para Israel, acostumbrado a violar las leyes internacionales una tras otra sin recibir la mínima reprimenda de ningún organismo poderoso. Esta decisión, al menos, deja claro que la comunidad internacional no avala la justificación israelí de que el objetivo del muro es defensivo.

Aunque no está claro todavía, la sentencia podría ser una semilla que germine en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que sí sea vinculante y obligue a Israel a destruir aquellos tramos de muro que invaden el territorio ya antes ocupado por soldados y tanques israelíes. De hecho, así lo sugiere la CIJ, que señala que la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas deben «considerar» qué «acciones futuras se requieren para poner fin a la situación ilegal resultante de la construcción del muro».

Su referencia al Tribunal Supremo de Justicia israelí remite a las dos ocasiones en que éste ha advertido al Gobierno Sharon de que deberá modificar el trazado del muro al norte de Jerusalén, porque considera que perjudica a decenas de miles de palestinos.

Silvan Shalom, ministro de Exteriores, por su parte, ya ha bía empezado desde primera hora a coordinar una campaña diplomática con el fin de limpiar su imagen en el exterior. Para ello, Israel contará, como era de esperar, con la ayuda de su fiel aliado en Washington.

A pesar de que el juez estadounidense de la Corte se quedase solo con su voto favorable a Israel, nadie duda de el Gobierno de EEUU pondrá en marcha su potente maquinaria propagandística y ejercerá su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para que este fallo quede en agua de borrajas.

Ayer mismo, nada más conocerse el fallo, EEUU demostró a Israel que seguirá cubriéndole las espaldas. El portavoz de la Casa Blanca afirmó que el Tribunal Internacional «no es el foro adecuado para resolver una cuestión política». En opinión de EEUU, el lugar más propicio es la «Hoja de Ruta», acuerdo patrocinado por EEUU, UE, la ONU y Rusia y que lleva paralizado meses porque Israel se niega a asumirlo y nadie le obliga a reconsiderar su postura.

Los que sí acogieron con júbilo la decisión fueron los mandatarios palestinos. El presidente Yaser Arafat consideró el fallo una victoria para su pueblo y «para todas las naciones libres» y llamó a todos los partidos y facciones a reunirse para decidir los pasos a seguir. «Iremos a la Asamblea de Naciones Unidas con esta decisión histórica y discutiremos los detalles y los métodos para aplicarla sobre el terreno», dijo a los periodistas en la Mukata en Ramala.

El asesor de Arafat, Nabil Abu Rudaina, fue más conciso y dijo que el próximo paso será trabajar en Naciones Unidas para que adopten resoluciones que aíslen y castiguen a Israel.

En similares términos se expresó el primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abu Ala). «La decisión del Tribunal es histórica porque ha sido emitida por un gran tribunal que dice al mundo, a Israel, a EEUU que el muro es ilegal y que no puede permanecer».

Reacciones

Presidencia Union Europea

El ministro holandés Ben Hot recordó que la UE «reconoce el derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos de los ataques», pero esta obra conculca el derecho internacional, ya que no respeta las fronteras trazadas tras el armisticio de 1949. Por ello, pidió a Israel que detenga la construcción del muro en Cisjordania.

Portavoz del gobierno frances

El Gobierno de París considera que, aunque la decisión no es vinculante, «determina el estado de derecho aplicable a la situación». El Gobierno francés anunció que examinará «en profundidad el documento y se concertará con los socios europeos». También cree que el muro puede abortar «futuras negociaciones de paz». Kofi annan

Secretario general de la ONU

Kofi Annan indicó que la Asamblea General, compuesta por 191 países, «deberá determinar cómo proceder en este asunto». El presidente del Consejo de Seguridad, Minhea Ioan Motoc, señaló que «si la Asamblea General decide remitir el caso al Consejo, abordaremos el tema». De momento, no hay petición formal.