Un funcionario de la ONU de visita en Líbano condenó hoy el lanzamiento israelí de gran número de bombas de racimo contra el sur de Líbano durante su ofensiva contra el Hezbollah y lo calificó como ‘indignante’. ‘El hecho indignante es que casi todas estas municiones fueron lanzadas en los tres o cuatro últimos días […]
Un funcionario de la ONU de visita en Líbano condenó hoy el lanzamiento israelí de gran número de bombas de racimo contra el sur de Líbano durante su ofensiva contra el Hezbollah y lo calificó como ‘indignante’.
‘El hecho indignante es que casi todas estas municiones fueron lanzadas en los tres o cuatro últimos días de la guerra’, dijo David Shearer, el coordinador humanitario de la ONU en Líbano, en una conferencia de prensa en Beirut, capital libanesa.
‘Indignante porque en ese momento el conflicto se había resuelto en gran parte en la forma de la Resolución 1701 (del Consejo de Seguridad de la ONU)’, agregó.
La ONU ha criticado enérgicamente a Israel por usar las bombas de racimo, especialmente en las últimas horas del conflicto antes de que entrara en vigor un cese al fuego bajo la Resolución 1701 de la ONU el 14 de agosto. La resolución fue aprobada unánimemente el 11 de agosto.
Shearer también pidió a Israel que coordine todo el esfuerzo de retiro de bombas y dijo que Israel podría acelerar enormemente el proceso entregando las coordenadas de los lugares donde lanzó las bombas.
‘Lo que nos gustaría es el número de proyectiles que fueron lanzados y las coordenadas reales para que podamos ir y saltarnos lo que estamos haciendo ahora y encontrar esas municiones inmediatamente. Pero eso no ha ocurrido aún’, dijo Shearer en la conferencia de prensa.
Un oficial del ejército israelí dijo que Israel lanzó cerca de 1.800 bombas de racimo contra Líbano en su ataque de 34 días, informó el miércoles pasado un diario israelí.
Grandes números de proyectiles de artillería, bombas y bombas de racimo lanzados por el ejército israelí están esparcidos sin estallar en campos, casas y calles del sur de Líbano.
Las bombas de racimo sin estallar, que de acuerdo con cálculos de la ONU representaron cerca de 40 por ciento de las lanzadas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) [1] contra Líbano, siguen en el terreno como municiones peligrosas.
Shearer dijo que las bombas de racimo han matado o herido a un promedio de tres personas al día desde que concluyó el conflicto de 34 días el 14 de agosto.
Hasta la fecha, 15 personas han muerto, incluyendo a un niño, y 83 han resultado heridas, de las cuales 23 son niños, dijo Shearer.
Los equipos de ONU de desactivación de bombas han identificado hasta el momento 516 sitios de ubicación de ataques con bombas de racimo y retirado 17.000 fragmentos, dijeron funcionarios de ONU.
Las bombas de racimo están prohibidas por la ONU por la gran cantidad de víctimas que causan. Sin embargo, las FDI dijeron que todas las armas que usan ‘son legales bajo la ley internacional y su uso está acorde con los estándares internacionales’.
La vocera del gobierno israelí, Miri Eisin, dijo que desconoce si existe alguna queja oficial de la ONU o alguna otra solicitud sobre los mapas de lanzamiento de las bombas de racimo.
[1] El calificativo de «Fuerzas de Defensa de Israel» es un eufemismo del país sionista para camuflar lo que es en realidad un ejército agresor. (Nota de Rebelión)