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Elecciones del 23-J: cómo han evolucionado los bloques políticos desde 2015

Fuentes: Rebelión

Para el análisis del voto atendiendo a los bloques políticos he tenido en cuenta la evolución habida desde las elecciones de noviembre de 2015, que es cuando se trastoca el bipartidismo que se había instalado desde 1977. He prescindido del reparto de los escaños, dado que la representación en el Congreso está distorsionada doblemente por un sistema electoral que, como ya he calificado en algunas ocasiones, es injusto: en primer lugar, porque el reparto de escaños por circunscripciones, que se corresponden con las provincias (salvo las dos ciudades autónomas), no es proporcional, ya que las menos pobladas están sobrerrepresentadas y las más pobladas, infrarrepresentadas; y en segundo lugar, porque el sistema de asignación de escaños, aun cuando es proporcional, prima a los partidos más votados por hacerse mediante el método D’Hont. Analizar el reparto de los votos por bloques, pues, nos acerca más a la realidad. 

Partiendo de la doble perspectiva derecha/izquierda, he distinguido cuatro bloques, basados en los referentes territoriales donde actúan los distintos grupos, bien lo sea el ámbito estatal-español o bien se reduzca, en cada caso, a Cataluña, País Vasco y Galicia. De esa manera, en primer lugar están los grupos de izquierda que actúan en el ámbito estatal: el PSOE y esa gran variedad de fuerzas, coaligadas o no entre sí, de lo que he denominado como izquierda federalista; en esta última he incluido a Unidad Popular en Común/IU, Podemos, Unidos Podemos, Unidas Podemos, Compromis/Más País y Sumar. En segundo lugar están los grupos nacionalistas de izquierda: los catalanes ERC y CUP, el vasco EH-Bildu y el gallego BNG.

Los otros dos bloques pertenecen al campo de la derecha. Están primero los que podemos denominar como grupos españolistas: PP, UPyD, Ciudadanos y Vox, con el añadido de la navarra UPN. Y luego, los grupos nacionalistas: los catalanes CDC, JC y PdeCat, el vasco PNV y el canario CC.

No está de más recordar que entre estos dos bloques de la derecha existen  importantes diferencias en relación a la organización territorial del estado. Si bien el PP practicó desde los años 90 un gran pragmatismo, llegando a acuerdos con casi todos los grupos nacionalistas de derecha, desde finales de la primera década del siglo los lazos se han roto con los grupos catalanes (CDC, PdCat y JC) y se han ido diluyendo con el PNV. De este último se puede destacar tan solo el apoyo que en 2018 dio al gobierno de Mariano Rajoy en la aprobación de los Presupuestos Generales del año siguiente. 

Pero vayamos a los datos concretos, expresados a través del número de votos obtenidos

Cuadro 1

Número de votos (en millones) por bloques políticos

 201520162019(a)2019(n)2023
PSOE/iz. fed.11,610,511,210,610’8
Nac. izq.0,90,91,41,51,1
Dcha. esp.10,911,111,210,411,2
Nac. dcha.10,75110,85

Cuadro 2

 Número de votos (en millones) por bloques izquierda/derecha

 201520162019(a)2019(n)2023
Total izq.12,511,412,612,111,9
Total dcha.11,911,912,211,412,1

Como puede observarse, la evolución habida desde 2015 en la correlación entre los bloques políticos ha ido cambiando, pero no está de más hacer varias apreciaciones: a) entre los bloques izquierda estatal y derecha españolista se ha mantenido, en general, una gran estabilidad; b) entre el conjunto de la izquierda y el bloque de la derecha españolista el primero ha superado al segundo en todas las elecciones; y c) entre el conjunto de la izquierda y el conjunto de la derecha ha habido algunas variaciones. 

El número de votos del bloque de la derecha españolista ha estado en torno a los 11 millones, con la salvedad de las elecciones de noviembre de 2019, que descendieron hasta los 10,4 millones. En su interior ha habido importantes variaciones, sobre todo entre 2016 y noviembre de 2019, cuando Ciudadanos, primero, y el añadido de Vox a partir de abril de 2019 minaron los votos del PP y dieron lugar a un fuerte fraccionamiento. Eso conllevó que su representación parlamentaria se viera perjudicada, al no poder optimizar los votos en las circunscripciones pequeñas, cosa que sí logró el PSOE. En las elecciones pasadas el PP se ha aprovechado de la desaparición de Ciudadanos, recuperando la primacía de ser el más votado entre todos los grupos, lo que le ha permitido optimizar su representación.  

En el caso de los grupos de izquierda de ámbito estatal la horquilla es más amplia, oscilando entre el máximo de 2015, con 11’6 millones de votos, y el mínimo  de 2016, con 0’5 millones. En la disputa con la derecha españolista, la ha superado en dos ocasiones (2015 y noviembre de 2019), en otras dos lo ha hecho la derecha (2016 y 2023) y en una se ha dado un empate (abril de 2019).

Por otro lado, el conjunto de los grupos de izquierda, sean los del ámbito estatal o lo sean nacionalistas, ha superado en todas las elecciones al bloque de la derecha españolista, con máximos en 2015 (1’6 millones más) y abril de 2019 (1’4 más),  el mínimo en 2016 (0’3 más) y una situación intermedia en noviembre de 2019 (0’7 más ) y 2023 (0’7 más). 

Si nos atenemos a los votos de los bloques agrupados en izquierda y en derecha,  los de la  primera han superado a los de la segunda en tres ocasiones (2015 y las dos elecciones de 2019), mientras que la derecha lo ha hecho en las otras dos (2016 y 2023). Pero la realidad es que la derecha españolista le ha sacado poco, si no nulo, rédito. Rotos los lazos con los grupos catalanes conservadores, el gobierno de Mariano Rajoy tan sólo consiguió del PNV su apoyo en 2018 de los presupuestos generales para el año siguiente.

Cuadro 3

% de votos por bloques políticos

 201520162019(a)2019(n)2023
PSOE/iz. fed.46,543,84443,544
Izq. nac.3,253,65,256,34,3
Dcha. esp.43,546,5434345,7
Dcha. nac.23,53,54,253,2

Cuadro 4

% de votos por bloques izquierda/derecha

 201520162019(a)2019(n)2023
PSOE/iz. fed.46,543,84443,544
Total izq.49,7547,449,2549,948,3
Dcha. esp.43,546,5434345,7

Llegada a la actual situación, los resultados del 23-J han puesto de manifiesto que la derecha españolista, aun manteniéndose en unos apoyos que rondan los 11 millones de votos -que representan, con oscilaciones, alrededor del 45% de votantes-, siguen estando lejos de encontrar otros apoyos. Con los grupos nacionalistas de derecha chocan en cuanto al respeto por la diversidad territorial, con un ala derecha, ahora representada por Vox, que pretende una uniformización acelerada de España. 

Es verdad que la derecha españolista sigue siendo fuerte, pues ha aumentado algo en número de votos y ha corregido en parte el fraccionamiento sufrido entre 2016 y 2019, después que Ciudadanos se haya diluido hasta su desaparición. Pero también es verdad que se encuentra aislada, derivado de un proceso de radicalización en todos los órdenes (territorial, social, cívico…) y de la existencia de un ala extrema que está obligando al PP a competir con ella.    

Los grupos de izquierda, por su parte, además de haber frenado las expectativas de la derecha españolista, también siguen manteniendo un nivel de apoyos electorales que, pese a haber bajado algo, siguen siendo superiores. Si en  noviembre de 2019 fueron superiores en casi 7 puntos, en la actualidad lo son de 2,5. 

Pese a la gran diversidad de grupos, tienen bastantes puntos en común en valores como la redistribución de la riqueza, la solidaridad, la equidad de géneros, la lucha contra el cambio climático, la tolerancia cívica, etc. Difieren en otros aspectos, como la política exterior, el tratamiento del orden público o la forma de establecer la convivencia interterritorial. Pero la experiencia del gobierno de coalición desde 2020 ha demostrado que es posible seguir caminando en esa dirección. Pese a que se ha visto sacudida por problemas externos (pandemia, guerra de Ucrania…), por tensiones entre sus componentes y por tensiones discrepancias con los grupos que lo han sostenido.

Como en tantas otras ocasiones, se necesita inteligencia, generosidad, altura de miras y atrevimiento. De lo contrario, esa otra parte que representa alrededor del 45% de los votos y está al acecho acabará ocupando el lugar. Sí, la España negra que, en su afán de sentirse única, califica a la otra de anti-España y, cuando puede hacerlo, la masacra.

Blog del autor: https://marymeseta.blogspot.com/2023/07/las-elecciones-del-23-j-2-la-evolucion.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.