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Elián González: «Estoy feliz de vivir en Cuba»

Fuentes: La República/Rebelión

En primera fila de la Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad de La Habana, Raúl Castro y Elián González presidieron, hombro con hombro, el acto por el décimo aniversario del retorno a Cuba del «niño balsero». En 1999, con sólo seis años, Elián González fue hallado a la deriva saliendo a flote gracias a un […]

En primera fila de la Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad de La Habana, Raúl Castro y Elián González presidieron, hombro con hombro, el acto por el décimo aniversario del retorno a Cuba del «niño balsero».

En 1999, con sólo seis años, Elián González fue hallado a la deriva saliendo a flote gracias a un neumático frente a las costas de la Florida, su madre había fallecido en el intento de cruzar a un país que sólo aplica con Cuba una ley conocida popularmente como de «pies secos», que se traduce en que un cubano que no repare en formas y
métodos empleados y logre pisar la costa estadounidense, las autoridades de inmigración le conceden la residencia permanente.

El padre de Elián, Juan Miguel González, lo reclamó alegando que su madre se lo había llevado sin su consentimiento, encontrando el apoyo del líder de la Revolución cubana Fidel Castro que comenzó una batalla política y legal por el regreso del menor a la Isla, proceso en el que las autoridades de Estados Unidos reconocieron que debía regresar pero se encontraron con la fuerte oposición de las autoridades locales de Miami y grupos de extrema derecha que usaron al pequeño Elián como moneda de cambio en una pelea que perdieron hace tiempo.

El pueblo cubano se movilizó por su retorno con marchas y actos, comenzando la Batalla de Ideas que después de los estragos de las dificultades del periodo especial de los noventa, no sólo en lo material sino también en lo espiritual, buscó recuperar valores en la sociedad cubana.

La iglesia estadounidense jugó un papel importante en la campaña de comunicación por dar a conocer a la sociedad de EE.UU. la realidad del caso, algo que quiso agradecer el joven durante el acto religioso de homenaje.

La situación se tensó por la intransigencia de la familia de Miami y la única solución del gobierno federal estadounidense fue realizar un operativo sorpresa de fuerzas especiales para poder sacar a Elián de la casa familiar donde lo tenían retenido y entregárselo a su padre que había recobrado la patria potestad.

Después de toda la polémica que se generó, que incluso dividió a la familia a ambos lados del estrecho de la Florida, Elián Gonzalez a finalizar la ceremonia aseguró que no les guarda resentimiento por haberle retenido en la Florida.

«A pesar de que no ayudaron en todo lo posible, que no dieron el paso en frente, siendo mi propia familia para que yo pudiera volver con mi padre, no les guardo rencor», afirmó el joven, que añadió que «estoy feliz de vivir en Cuba».

A preguntas de los medios sobre si fue acertada la decisión de traerlo a la Isla, Elián afirmó que «es la tierra a la que pertenezco, aquí me siento bien y con la fuerza que me ha dado este pueblo ya soy casi un hombre y puedo pasear tranquilamente por las calles» afirmó.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.