El aprecio de la comunidad internacional al apoyo que presta Cuba a países afectados por desastres, de lo cual es un excelente ejemplo la ayuda a Haití tras el devastador terremoto sufrido por ese país, fue reconocida por John Colmes, subsecretario general para Asuntos Humanitarios y coordinador de Socorro de Emergencias de la ONU. En […]
El aprecio de la comunidad internacional al apoyo que presta Cuba a países afectados por desastres, de lo cual es un excelente ejemplo la ayuda a Haití tras el devastador terremoto sufrido por ese país, fue reconocida por John Colmes, subsecretario general para Asuntos Humanitarios y coordinador de Socorro de Emergencias de la ONU.
En su mensaje, leído por Bárbara Pecce Monteiro, coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Cuba, durante el Octavo Congreso Internacional sobre Desastres y la IV Conferencia Internacional de Bomberos, iniciados este martes en el Palacio de Convenciones de La Habana, el funcionario destacó que es importante el nivel de preparación de la Isla, con un enfoque centrado en las personas, como se está tratando en este Congreso internacional.
El mundo está amenazado cada vez más por situaciones complejas y difíciles como los desastres naturales, sinónimos de muerte, destrucción y retraso en el desarrollo; por eso para nuestro Gobierno la reducción de los riesgos ha sido, es y será una prioridad de primer nivel, aseguró el general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del Buró Político del Partido y viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, al inaugurar el encuentro, al que asisten más de 200 delegados e invitados de 37 países.
El general Espinosa citó lo expresado hace diez años por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la Cumbre del Milenio sobre la necesidad de cambiar en el orden económico, político y social lo que sirva a los intereses de la humanidad.
«Un desastre del cual recibimos información a diario -comentó el Viceministro de las FAR-, cuyas consecuencias pudieran ser incalculables, es el derrame de hidrocarburos en el Golfo de México. He ahí una verdadera catástrofe ecológica, ambiental y económica».
Recalcó que somos un país pequeño, con limitadas posibilidades económicas y bajo un cruel bloqueo impuesto por los gobiernos de Estados Unidos, cuyas consecuencias afectan a nuestro pueblo desde hace más de medio siglo.
«No obstante eso, durante años hemos trabajado en la gestión para la reducción de riesgos de desastres, pues nuestra concepción se basa en el aprovechamiento más eficaz de los recursos existentes en cada lugar y su empleo inteligente y flexible», argumentó.
El general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, dio la bienvenida a los delegados e invitados, se refirió a la importancia de la protección de nuestros pueblos y de la reducción de las pérdidas de vidas humanas, y dijo que el mundo es testigo del impacto social, económico y ambiental que causan la combinación de fenómenos naturales con la pobreza, el analfabetismo, la exclusión social y el hambre.
El Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil ofreció una conferencia magistral sobre los desastres en nuestra región y aludió con énfasis a los daños provocados por tres huracanes de gran intensidad en la temporada de 2008.
Al mencionar el derrame de petróleo en el Golfo de México, dijo que este desastre, el más grande de la historia en su género, obliga a Cuba a perfeccionar los planes para circunstancias de esa naturaleza, y anunció que se han fortalecido los sistemas de vigilancia ante cualquier contingencia que amenace al país.
El doctor José Rubiera, jefe del Departamento de Pronósticos del Instituto de Meteorología, explicó a los participantes el sistema cubano de vigilancia, seguimiento y comunicación al pueblo de los fenómenos meteorológicos, la tecnología con que contamos y la voluntad política del Gobierno y el Partido para proteger a los ciudadanos en tales circunstancias.