Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Mahmoud Abbas comparece ante el tribunal [Foto Ma’an]
En Gaza, un tribunal infantil simulado sentenció al Presidente Abbas a cadena perpetua y le depuso de su cargo por el delito de retrasar una actuación internacional en relación con el informe de Naciones Unidas sobre los crímenes de guerra perpetrados por Israel en la Franja.
La expresión más reciente de rechazo público hacia Abbas se escenificó en el Parlamento de los Niños Palestinos, una organización de la que se dice está vinculada a Hamas.
A primeros de octubre, el enviado de Abbas retiró una moción del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que pedía que se actuara a partir del informe elaborado por el Juez Richard Goldstone sobre el ataque israelí contra Gaza del invierno pasado que provocó más de 1.400 muertos palestinos. Los palestinos se han sentido indignados ante esa decisión. Durante el simulacro de juicio, un niño que actuaba como «fiscal» dijo que acusaba a Abbas, en virtud de las leyes palestinas, la Ley Fundamental y el Código Penal, del crimen de «alta traición a los intereses del pueblo palestino».
«Abbas insistió en que se retirara la resolución, a pesar de que treinta y tres países apoyaban el informe y que aquella iba a condenar claramente a Israel», dijo el fiscal.
Un niño que desempeñó el papel de Abbas dijo muy poco en defensa propia. También ofreció su testimonio el delegado pakistaní ante las Naciones Unidas en Ginebra y, asimismo, Ibrahim Khreisheh, el enviado palestino ante la Organización, quien manifestó que se había limitado a seguir órdenes.
«Había iniciado una serie de negociaciones para afianzar los apoyos al informe. Momentos antes de la votación, Saeb Ereikat (el jefe de los negociadores palestinos) me telefoneó y me pidió, mediante una solicitud formal, que, por orden del Presidente Abbas, retrasara el estudio del informe», testificó Khreisheh.
«Me quedé helado y le pedí una orden por escrito y una copia del fax que había recibido de la oficina del presidente en Ramallah. No voy a ser un chivo expiatorio», añadió.
Seguidamente, el juez escuchó los argumentos de las organizaciones para los derechos humanos que explicaron sus esfuerzos para reunir la información y elaborar el informe, y su estupor cuando se retiró de la consideración del Consejo de Derechos Humanos.
Finalmente, una niña testificó en nombre de los niños que perdieron los brazos y las piernas en los ataque israelíes declarando que consideraba los actos de Abbas como un «cuchillo por la espalda» a las víctimas de la guerra.
Fuente: http://www.maannews.net/eng/