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A propósito de “Hollywood contra Franco” de Oriol Porta

En honor del espíritu humano (de rebeldía)

Fuentes: Rebelión

«Hollywood contra Franco» es un documental dirigido y producido por Oriol Porta, con guión de Llorenç Soler, Isabel Andrés y del propio director, música de Carles Pedragosa, fotografía de David García y la voz narrativa en catalán y castellano de Lluís Soler, que obtuvo el segundo premio de la sección «Tiempo de Historia» de la […]

«Hollywood contra Franco» es un documental dirigido y producido por Oriol Porta, con guión de Llorenç Soler, Isabel Andrés y del propio director, música de Carles Pedragosa, fotografía de David García y la voz narrativa en catalán y castellano de Lluís Soler, que obtuvo el segundo premio de la sección «Tiempo de Historia» de la Seminci vallisoletana en 2008 y el premio al mejor documental en el New York International Independent Film & Video Festival.

Porta ha resumido el argumento de su excelente película con las siguientes palabras [1]:

    Hollywood contra Franco es un largometraje documental sobre el impacto que ejerció la Guerra Civil española en el cine americano. Desvela el apoyo de la mayoría de los artistas a la República y se muestran algunas de las más de 50 películas que Hollywood produjo con referencias a nuestra contienda. Con la participación de guionistas, expertos y otros testimonios – entre los que destaca la actriz Susan Sarandon-, el documental incluye fragmentos de películas famosas como «Casablanca», «Las nieves del Kilimanjaro» o «Tal como éramos»,que ilustran los cambios de perspectiva de Hollywood respecto a la guerra española, de 1937 a 1975, año de la muerte de Franco.

La gran complejidad de producción, debida básicamente a la gestión de derechos de las películas usadas («Casablanca», «Por quien doblan las campanas», «Tal como éramos»; «Las nieves del Kilimanjaro», entre otras), señala Oriol Porta, explica la duración de este proyecto cinematográfico: «el proyecto de realización de este documental ha durado 9 años y contiene material proveniente de más de 30 archivos, en su mayoría norteamericanos».

La película que, además del testimonio de Susan Sarandon, cuenta con la participación de Romà Gubern, Dan Bessie, los guionistas Arthur Laurents y Walter Bernstein, de Moe Fishman y del historiador cinematográfico, espléndido sin exageración, Patrick McGilligan, narra en paralelo la trayectoria vital del escritor y guionista Alvah Bessie, un gran defensor de la II República española, un brigadista internacionalista que fue víctima años después de la caza de brujas. Fue uno de los diez de Hollywood [2].

¿Qué decir de este premiado documental? Sólo caben cosas del siguiente tenor: si no lo han visto, no vacilen un instante y vayan a verlo. Si no ha sido distribuido en su ciudad, organicen un grupo de intervención ciudadana y reclamen su exhibición con tenacidad y urgencia. Si son miembros de algún cine forum, propongan un pase en sesión especial: sus compañeros y compañeras se lo agradecerán. Si son profesores de historia tienen aquí un excelente material para cursos de bachillerato o de Universidad. En fin, si les gusta el cine, tienen una cita obligada.

«Hollywood contra Franco» es, por otra parte, en su mismo título, una inteligente paradoja: el documental ilustra con rigor, sin estar al servicio de la idea, los cambios de perspectiva de Hollywood respecto a la guerra española, desde 1937 hasta 1975. Los giros temáticos, las valoraciones contrapuestas, el abono del revisionismo cultural sobre nuestra guerra civil estaban en clara sintonía con la política internacional dictada desde la Casa Blanca y el Pentágono, con los intereses del, digámoslo en términos clásicos, Imperio usamericano y, en concreto, en neta consistencia con sus afables relaciones, nunca tensadas, con los gobiernos franquistas españoles.

El único film que Hollywood produjo durante la guerra civil española lleva por título «Blockade», Bloqueo. Es de 1938. Fue dirigido por William Dieterle y protagonizada por Henry Fonda. Este, en un fragmento seleccionado por O. Porta para su película, después de narrar la crueldad y locura del fascismo español y sus aliados italo-alemanes se dirige al teleespectador preguntando por la consciencia ciudadana ante la tragedia. ¿Dónde está la consciencia del mundo?, pregunta. Existió, no hay duda de ello. Estuvo básicamente, digámoslo sin temor al matiz, en un solo país -la Unión Soviética- y en las ciudadanías antifascistas de otros muchos lugares del mundo. De hecho, «Hollywood contra Franco», no es en el fondo una película sobre Hollywood, o sobre las películas usamericanas sobre nuestra guerra civil, o sobre el admirable y conmovedor ejemplo de Alvah Bessie (¡qué sobrio y espléndido está su hijo en el documental!), no es sobre todo ello, decíamos, aun siéndolo, sino sobre un valor nuclear de las tradiciones políticas emancipatorias y, más concretamente, sobre un valor central de la tradición marxista-comunista revolucionaria: la solidaridad internacionalista de los ciudadanos-trabajadores y de todos los hombres y mujeres de bien.

E. P. Thompson ha hablado como pocos de la conciencia de la clase obrera. En una ocasión, se aproximó del modo siguiente:

    La conciencia de un trabajador no es una curva que sube y baja con los salarios y los precios; es la acumulación de una vida de experiencia y de socialización, y tradiciones heredades, luchas exitosas y derrotadas. Es este pesado bagaje el que va configurando la conciencia de un trabajador y provee las bases de su comportamiento cuando maduran las condiciones.. y el momento llega.

Uno de sus esos momentos, uno de esos decisivos momentos, fue la resistencia republicana antifascista ante el golpe de estado franquista, una resistencia cuyos ecos están lejos de agotarse. Todo ello en honor del espíritu humano, en honor del espíritu de rebeldía de la Humanidad.

Notas:

[1] http://www.hollywoodcontrafranco.com/

[2] Para nuestra vergüenza, salvo error por mi parte, no hay ninguna calle en su honor en la ciudad de Barcelona. Ignoro si la presencia de su recuerdo es efectiva en ciudades como Zaragoza, Teruel, Valencia o Madrid, por ejemplo.

[3] Tomo la cita de Peter Winn, Tejedores de la revolución. Los trabajadores de Yarur y la vía chilena al socialismo. Lom Ediciones, Santiago de Chile, 2004 (traducción de Verónica Huerta y Paula Salazar).

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.