La Habana (apro).- Petróleo es el tema que acapara las conversaciones en oficinas del gobierno cubano, en las calles y casas habaneras. El origen de ese revuelo se debe a que la perforación que realiza la compañía española Repsol-YPF en aguas territoriales del Golfo de México está por terminar. Cuba, por vez primera en su […]
La Habana (apro).- Petróleo es el tema que acapara las conversaciones en oficinas del gobierno cubano, en las calles y casas habaneras. El origen de ese revuelo se debe a que la perforación que realiza la compañía española Repsol-YPF en aguas territoriales del Golfo de México está por terminar. Cuba, por vez primera en su historia, vive la insólita apuesta de poder transitar de país pobre a uno rico con una producción de crudo ligero estimada en más de cien mil barriles diarios.
La compañía Repsol, en las primeras semanas de agosto, deberá hacer público el resultado de su exploración a casi dos mil metros de profundidad en una zona situada a unos 30 kilómetros en la costa norte de La Habana. Cuba, entonces, podrá saber si ganó o fracasó en esta apuesta millonaria.
Algunos expertos alegan que las probabilidades de hallar petróleo en áreas inexploradas son de uno contra veinticinco; pero otros consideran que Repsol debe tener pruebas convincentes sobre la existencia de crudo, ya que ha contratado, para el pinchazo de exploración, a la plataforma noruega semisumergible Eirik Raude, una de las más nuevas y sofisticadas del mundo, por un costo de 195 mil dólares al día.
Fuentes cercanas a este proyecto han dicho que el uso de esta plataforma es para determinar «la relación de petróleo a gas, la calidad del crudo y la viabilidad comercial de las bolsas».
Los estudios sísmicos realizados por Repsol han revelado la existencia de cuatro zonas de alto interés con los siguientes potenciales en millones de barriles: Ocuje (a la altura de la provincia de Pinar del Río) entre 400 y 950; Obatalá (frente al puerto del Mariel, La Habana) entre 500 y 2,000; Yamagua (frente a Santa Cruz del Norte, La Habana) entre 900 y 2,400; Caraguïto (frente a Matanzas) entre 1,500 y 4,000. La plataforma Eirik Raude está perforando en el bloque de Yamagua.
El presidente Fidel Castro, a su vez, hizo venir a La Habana al presidente de Repsol, Alfonso Cortina, con quien sostuvo en días pasados una reunión de hora y media, según dijeron fuentes diplomáticas a la agencia Apro. Los temas abordados en este singular encuentro no han sido revelados.
El hallazgo de petróleo, a juicio de diversos analistas, haría reflotar a la economía cubana por la apertura a créditos internacionales, a los que no tiene acceso la isla actualmente. Cuba con petróleo propio, además de la autosuficiencia energética, quizás también provocaría un cambio radical en las relaciones hostiles con Estados Unidos.
«Resulta difícil imaginar cómo la industria petrolera estadunidense podría quedarse al margen de producirse un hallazgo comercial», ha manifestado John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba, que controla las relaciones comerciales entre ambos países. «Las compañías petroleras estadunidenses presionarán a su Gobierno», agrega.
De ser así, el oro negro cubano quizás derrumbaría el veterano muro del embargo económico impuesto por Washington a la isla desde hace cuatro décadas.