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Con el fallecimiento de Yasser Arafat hay un abrumador sentir que comienza una nueva era en Palestina

En Palestina, la democracia es un asunto de seguridad

Fuentes: International Herald Tribune

Durante 13 años el llamado» proceso de paz» en oriente Medio ha sido arrastrado a través de un túnel oscuro y obstruido una vez tras otra. El precio ha sido no sólo la pérdida de tiempo sino también de vidas. La economía, tanto de Palestina como de Israel, también ha resultado significativamente afectada dejando a […]

Durante 13 años el llamado» proceso de paz» en oriente Medio ha sido arrastrado a través de un túnel oscuro y obstruido una vez tras otra. El precio ha sido no sólo la pérdida de tiempo sino también de vidas. La economía, tanto de Palestina como de Israel, también ha resultado significativamente afectada dejando a un 60 por ciento de los palestinos viviendo por debajo de límites de la pobreza que marcan los 2 dólares diarios.

Pese a ser ampliamente señalados con el dedo, pocos esfuerzos se han hecho por entender por que una solución pacífica es continuamente frustrada, incluso para cuestionar si de hecho la visión reinante es incluso apropiada. Desde los acuerdos de Oslo, esta visión ha sido regulada por un concepto israelí de seguridad; seguridad basada en la construcción del poder militar israelí y una fuerte colaboración de la fuerza policial palestina, entendiendo tras esta noción simplista que los palestinos sólo pueden ser controlados por la fuerza en un estado policial.

Aunque este acuerdo ha fracasado profundamente, permanece como el único sistema continuamente propuesto. Pero en lugar de haber alentado la democracia, el crecimiento de la ausencia de la ley, corrupción y de la gobernanza basada en la seguridad ha sido tolerada si no cultivada por Israel y Occidente en Palestina. El sistema opresivo de policía palestina por el que co-optaron ha fracasado, debido ampliamente a la constante destrucción de estas fuerzas por Israel y por las presiones financieras generadas por el enorme y enrevesado aparato de seguridad.

Lo que los palestinos necesitan más que otra cosa es que verdaderamente se les permita una elección democrática, incluyendo, por supuesto, la participación en elecciones democráticas. Solamente entonces podrán elegir un liderazgo que pueda negociar en su nombre en confianza; solamente tal liderazgo palestino electo puede legitimamente defender los derechos básicos palestinos y exigir igualdad mediante un proceso de justicia.

Un liderazgo democráticamente elegido que respete las normas de la ley podrá impedir no ser tenido en cuenta por sus decisiones, ni podrá ser manipulado en aceptar acuerdos que no satisfagan a aquellos que les han propuesto para representarles hasta la magnitud de crear una revuelta u otra intifada. Estructuras democráticamente establecidas son la clave de las reformas, ciertamente genuinas reformas; más allá de los designios de los gobiernos israelíes y de la simple reestructura de la Autoridad Palestina respaldada por un aparto de seguridad para controlar a la población palestina.

La democracia significa asegurar que las fuerzas de seguridad no están funcionando por una facción política o un líder de facciones. Lo que significa su completa reforma en la dirección de una unidad apolítica sujeta a las normas del gobierno electo. Facilitando la democracia palestina se capacitará al aparato de seguridad para que se convierta en un verdadero cuerpo de ejecución de la ley.

Los alarmistas aducen que la democracia abre las puertas a los grupos fundamentalistas. Pero una mirada a las encuestas recientes entre la sociedad palestina debería disipar estos temores. Estas muestran que mientras que Hamas recibiría un 23 por ciento de los votos, no es más de los que serían logrados por Fatah, el grupo líder en la Autoridad Palestina.

La influencia real descansa en la restante pluralidad de votantes, en la mayoría silenciosa que no quiere ser parte de esta polarización. La mayoría de ellos en mi opinion, apoyarán a una opsición democrática si se les da la oportunidad. Esta es una mayoría cuya voz por el momento está siendo ahogada por el ruido de las armas y de los obuses de los tanques.; una mayoría que puede tener una voz solamente si se le permite emitir el voto. El ochenta por ciento de los palestinos en los territorios ocupados está por debajo de los 33 años de edad. Se afanan por una oportunidad, por la participación y por la esperanza en un futuro mejor.

El mundo democrático occidental ahora debe apoyar y alentar a la sociedad civil palestina en su búsqueda para realizar las posibilidades presentes de tendencia de crecimiento democrático. Los palestinos, como los israelíes, tienen derecho a la autodeterminación, a los derechos democráticos y a una patria propia donde puedan vivir en libertad y con dignidad, sin ocupación, muros o puestos de control militar.

Hay una cierta simplicidad al caer en la cuenta de que Israel puede tener seguridad aceptando a los palestinos como seres humanos iguales. Creo profundamente que sólo una paz duradera la veremos cuando sea alcanzada entre dos democracias gobernadas por la justicia. Mustafá Barghouthi es Secretario General de la Iniciativa Nacional Palestina y candidato por esta formación a la Presidencia de la Autoridad Palestina.

International Herald Tribune 23 de Noviembre de 2004 Traducción para El Observatorio de Palestina: Carlos Sanchis