Recomiendo:
0

La cadena del 11S

En torno a las declaraciones de Carme Forcadell I Lluís

Fuentes: Rebelión

Carme Forcadell I Lluís [CF], militante de ERC, regidora o ex regidora por el partido «republicano independentista» en el ayuntamiento de Sabadell, es la presidenta de la ANC [Asamblea Nacional de Cataluña]. Recibida muy afablemente por el president Mas uno o dos días después de la manifestación del 11 de septiembre de 2012, ha sido […]

Carme Forcadell I Lluís [CF], militante de ERC, regidora o ex regidora por el partido «republicano independentista» en el ayuntamiento de Sabadell, es la presidenta de la ANC [Asamblea Nacional de Cataluña]. Recibida muy afablemente por el president Mas uno o dos días después de la manifestación del 11 de septiembre de 2012, ha sido una de las candidatas para la obtención, este mismo año, del premio «Catalán [o catalana] del año».

Sigue siendo portavoz de ANC, la organización «soberanista» que está ultimando los preparativos para la cadena humana con la que se pretende «cruzar» una determinada parte de Catalunya exigiendo la independencia, organización, ciertamente, muy bien dotada de medios y muy bien cuidado por el sistema, que toma su nombre, con objetivos muy otros y con muy diferente hegemonía político-cultural, de la antigua (y activamente antifranquista) Assemblea per Catalunya.

Entrevistada recientemente por Roger Xuriach [RX] [1], vale la pena recoger algunas de las reflexiones de Forcadell para sopesar las finalidades de esta acción política, de esta «cadena-vía catalana» hacia la «independencia» (es decir, con algo más de rigor, hacia la separación estatal -o práctica afín- del resto de España).

La cadena del próximo 11S, innecesario es recordarlo, se inspira en la cadena que el 23 de agosto de 1989 conectó Vilnius con Riga y Riga con Tallin, no en otras cadenas más próximas al país y a sus tradiciones antimilitaristas (hablaré de ellas en próximas entregas). En 1990, un año después, Letonia, Lituania y Estonia declaraban su independencia. Su secesión unilateral, con varias trampas y pasajes oscuros-muy-oscuros, sería reconocida internacionalmente en 1991.

Casi un cuarto de siglo después, señala RX, «Catalunya prepara para la Diada su particular revisión de aquella efeméride». No es Cataluña quien prepara tal revisión desde luego, ese es el lenguaje del nacionalismo-muy-identitario. Es la ANC y otros grupos independentistas o casi independentistas como CiU, ERC, las CUP y, por lo que parece, ICV-EuiA (con diferencias notables entre ellos). El objetivo, eso sí, parece ser el mismo o muy parecido: un grito ciudadano en favor de la independencia (es decir, insisto, a favor de la separación del Estado español; casi nadie habla, por ejemplo, de la secesión de la UE en vistas a obtener una mayor soberanía nacional).

«Sólo faltan por cubrir los tramos de las tierras del Ebro, algo lógico si tenemos en cuenta que es la zona menos poblada de Catalunya. Pero la cadena saldrá adelante», ha declarado Carme Forcadell. No es imposible que haya otros motivos. La ANC pide un esfuerzo a los ciudadanos barceloneses para que acudan a los puntos menos concurridos. «Estamos acostumbrados a celebrar la Diada en Barcelona. Lo vimos, sobre todo, el año pasado: mucha gente de fuera acudió a la capital catalana para manifestarse. Esta vez pedimos un cambio de hábito. Que los barceloneses se desplacen». Es también Forcadell quien habla.

Curiosamente, el circuito de la «vía Catalana» se inspira en la antigua Vía Augusta. Recorre, pues, el litoral y deja fuera gran parte de Lleida, Los organizadores defienden esta ruta porque, obviamente (no lo dicen por supuesto), es más fácil de conseguir, y porque, aunque no es prioritario, la cadena «podría tener continuidad en la Comunidad Valenciana y la Catalunya Nord». Detrás de ello: la vindicación, por ahora minoritaria, de la independencia de los Países Catalanes, no solo de Cataluña. Está en el programa de algunas fuerzas convocantes (ERC y CUP especialmente).

«Sabemos que es un reto importante. Estamos pidiendo a la gente un trabajo extra: que se inscriban, que se desplacen… Por eso estamos trabajando con ensayos previos para hacer pedagogía», señala Forcadell. Durante todo el mes de agosto se han programando distintas cadenas humanas de carácter local. Prácticas para el gran día. Ayer mismo se hizo un ensayo en el barrio barcelonés de Gràcia. Contó con la presencia de dirigentes de ERC como Jordi Portabella.

La organización habla de unos 30 mil voluntarios, de unos 86 municipios enlazados, de «722 tramos por cubrir, con sus responsables de área situados cada 500 personas». Ferran Civit, coordinador nacional de la ANC, hace hincapié en el papel de los voluntarios: «Habrá cerca de unos cinco mil que tendrán una responsabilidad directa en la cadena». Estos voluntarios harán tareas de todo tipo: controlar los desplazamientos (se alquilarán 1.500 autobuses), «fotografiar los segmentos de cada tramo para acabar inmortalizando todo el recorrido en una instantánea histórica -al más puro estilo StreetView de Google, señala RX»-. Por si fuera poco, «habrá aviones ultraligeros que recorrerán la costa catalana para testificar en acta notarial el éxito de la cadena». ¿Aviones ultraligeros? ¿Quiénes los facilitarán? La financiación, según Civit, corre a cargo de la ciudadanía. ¡Misterios de la postmodernidad! ¿De la ciudadanía en estos momentos de crisis aléfica? ¿De qué ciudadanía estamos hablando? «Donaciones, cuotas de socios de asambleas locales y ventas en merchandising servirán para sufragar el coste de la iniciativa», se señala. ¿Dan para tanto?

El Govern de la Generalitat sólo pondrá a disposición del acto y los organizadores «dispositivos especiales que velen por la movilidad y la seguridad; algo habitual, por otra parte, en cualquier manifestación o convocatoria masiva», se apunta. ¿También los Mossos represivos? ¿También sus balas de goma sacaojos? ¿También sus sirenas irresponsables? ¿Y sus helicópteros de control y dominio? ¿También sus proclamas incendiarias?

ANC ha reservado dos tramos «institucionales». Son gente de orden (el orden antes que nada, exclamó hace poco don Mas emulando a don Cambó). Uno, delante del Parlament de Catalunya, en el Parc de la Ciutadella; el otro, en la Plaça Sant Jaume, la antigua plaza de la República. Forcadell deja meridianamente claro en manos de quien se ubica la hegemonía político-cultural del proceso: «Somos una organización transversal pero también tenemos claro que el camino hacia la independencia hay que hacerlo de la mano del Govern y los representantes parlamentarios. Por eso cedemos de forma simbólica este espacio. Es una forma de presionar a nuestros dirigentes para que convoquen cuanto antes la consulta».

Don Xavier Trias, el alcalde de Barcelona, uno de los neoliberales más hooligangs del país de Salvat Papasseit, Puig Antich, Neus Porta y Salvador Espriu, ha confirmado su presencia. Eso sí, «a título individual». ¿A qué queda bien el matiz? ¿A qué es original?

Sin duda, apunta RX, «la presencia que más fuerza otorgaría a la Via Catalana sería la del President de la Generalitat, Artur Mas». Se desconoce por ahora su decisión. Forcadell sostiene que, por su compromiso con la consulta, don Mas, el que se rió en sede parlamentaria de la forma de hablar castellano de los niños y niñas andaluces y gallegos, debería acudir: «Estamos convencidos de que el Govern y el Parlament estarán en la cadena humana. Muchos de los parlamentarios que apoyan la consulta ya lo han hecho público. Sin embargo, nos gustaría que también participara Artur Mas». Forcadell, eso sí, es muy comprensiva, nada de enfrentamientos con el poder: «Si considera que, como en la manifestación del año pasado, no debe hacerlo, lo entenderemos». Ella cree que sí en todo caso, «que debería porque el año pasado él se comprometió con el pacto fiscal y éste, con la consulta. Si el año pasado sólo le pedimos que nos diera apoyo, este año le pediremos que participe». ¿Con el pacto fiscal? ¿Con la consulta? Extrañas reflexiones: ¿la cosa no va de «independencia», de separación del resto del Estado? Apenas nadie habla, salvo algún ingenuo, del cacareado «derecho a decidir».

Quien sí participará en la cadena será el ex presidente de Banca Catalana y de la Generalitat don Jordi Pujol, el padre de don Oriol Pujol, el encausado (uno de los encausados). El gesto ha conmovido a Carme Forcadell. Espera que se convierta en un ejemplo para el resto de participantes. Lo ha explicado así: «Nos llamó y nos dijo: ‘¿Dónde costará más de llenar la cadena?’ Cuando le dije que en las Terres de l’Ebre, no lo dudó: ‘Pues allí me iré’. Siendo una persona mayor, es un detalle que le honra…» Prosigue la presidenta de ANC: «Hablamos de un hombre que durante 23 años ha intentado el encaje entre Catalunya y España, apoyando al Gobierno español. Su cambio de actitud es la constatación de que ya no hay entendimiento posible». ¿Cómo? ¿Por qué? Pujol apoya gobiernos derechizados del PSOE y ultraderechizados del PP. Ahora, a sus 83 años, cree que el Ebro no pasa por Zaragoza y sólo por Tarragona, y nada más, y de ahí se infiere que no hay entendimiento posible entre pueblos? ¿Porque lo diga o crea un intocable una hipótesis queda contrastada exitosamente? ¿Por eso? ¿Esa es la forma de razonar de la presidente de la ANC? ¡Que vengan Türing y Gödel y nos controlen un poco!

ERC ha mostrado desde el principio su apoyo total a la «vía catalana». Asegura además que «el papel que está jugando la ANC en la sociedad catalana es determinante y por lo tanto estaremos a su lado cuando nos necesiten». ¡Pero si están dirigiendo el comité organizador de la vía! ¡Pero si están en todas las venas y arterias de la ANC! ¿A su lado? ¿A qué lado?

También han dado su apoyo a la cadena los responsables políticos del Procés Constituent, el movimiento liderado por Teresa Forcades y Arcadi Oliveres. Convocarán una cadena humana para rodear la sede central de La Caixa, con el objetivo de «señalar a los responsables de la crisis y los recortes». La reflexión sobre este punto de Forcadell es más que significativa: «Nos hubiera gustado mucho más que hubieran participado directamente en la cadena pero cuentan con nuestra aprobación». Con su aprobación. «Si vas a la cadena, no importa que montes un número», este es el mensaje. Cuentas poco pero estás. Esto es lo que vale. ¡Puedes tener un momento de locura! ¡Todos hemos sido «jóvenes» alguna vez!

Para que quede claro el significado del acto político del próximo 11S, Forcadell añade: «El derecho a decidir ya lo tenemos como pueblo, no hace falta pedirlo». Así, pues, la convocatoria del próximo 11S es única y exclusivamente para aquellos ciudadanos que estén a favor de la independencia. Mejor dicho, a favor de la separación del resto de España, no de la independencia propiamente.

La ANC ha planteado para la próxima Diada un reto mayúsculo, señala entusiasmado, afín en el independentismo, el periodista RX. Se precisarán, calcula, «en torno a 400.000 personas para que la Via Catalana sea un verdadero éxito». ¡400 mil, con dos millones, ni cifras publicitarias similares! No se descarta que algunos integrantes de la vía Báltica -que RX escribe (vía) sin acento, como en catalán- se desplacen a Catalunya «para solidarizarse con la causa y revivir un acontecimiento que les cambió la vida hace ya 24 años.» ¿Cambió su vida? ¿Para mejor? ¿Para ser más solidarios, para vivir en sociedades más libres, más igualitarias, más fraternales, más justas? ¿Para eso?

PS: Una duda: Y Millet, y el señor Félix Millet, ¿también formará parte de la cadena? ¿Y don Fainé? ¿Y don Salvador Alemany? ¿Messi también estará o tiene cita con Hacienda? ¿Cuántas banderas, las mismas que ondeaba la izquierda hace años, recordarán la tragedia chilena?

Nota:

[1] http://www.publico.es/463170/la-independencia-esta-en-sus-manos

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.