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Los palestinos que viven en Israel reactivan el Movimiento a favor del Boicot, la Desinversión y las Sanciones

Enfrentando amenazas

Fuentes: The Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

¿Cómo puedes boicotear a Israel cuando estás viviendo allí?

Desde hace bastantes años ya, los ciudadanos palestinos en Israel vienen luchando con esta cuestión. En 2012 se publicaron una serie de directrices sobre cómo apoyar el Movimiento a favor del Boicot, la Desinversión y las Sanciones (BDS) en apoyo de los derechos palestinos. Pero la represión israelí, incluyendo los intentos de criminalizar las actividades del BDS, impidió que tuvieran un impacto mayor.

A finales de febrero se celebró en Nazaret la primera de las conferencias para estudiar cómo los 1,6 millones de ciudadanos palestinos en Israel podían participar en el movimiento del BDS.

«Los ciudadanos palestinos en Israel tenemos un importante papel en el movimiento del BDS, pero aún no hemos resuelto cuál es exactamente ese papel», dice Raya Naamneh, una de los organizadores del evento. «Por tanto, estamos dispuestos a iniciar la discusión».

A muchos palestinos del país les resulta imposible evitar la totalidad de productos o compañías israelíes. A menudo no se dispone de alternativas para poder comprar alimentos que no sean israelíes o aceptar empleos que no provengan de patronos israelíes.

Para compensar el hecho de no poder tomar parte plenamente en el boicot económico, se sugirió que los palestinos en Israel podían en cambio centrarse en potenciar el boicot académico y cultural a Israel.

Discriminación

Raja Zaatry, integrante del grupo fundador del Comité 48 del BDS, recomendó, por ejemplo, que los palestinos emprendieran una campaña contra la Universidad Ariel.

La Universidad Ariel es una institución israelí que se ha instalado en la Cisjordania ocupada y que intenta presentar una imagen falsa de sí misma. Al subrayar que unos pocos centenares de palestinos estudian allí, la universidad intenta distraer la atención de su implicación en un proceso de colonización que niega a los palestinos sus derechos básicos.

Los palestinos que siguen sus cursos se refieren al Israel actual como «48»; «48» en referencia a 1948, el año en que se estableció Israel en medio de la Nakba, el desplazamiento forzoso de aproximadamente 750.000 palestinos.

Los palestinos que continuaron viviendo en Israel tras su imposición como Estado han tenido que enfrentarse a una discriminación sistemática. Poner fin a esa discriminación ha sido una de las demandas fundamentales del llamamiento palestino al BDS, que se lanzó en 2005.

Un nuevo informe de Adalah, el grupo que defiende los derechos de los palestinos en Israel, indica que la situación está empeorando. El informe enumera una serie de medidas nuevas diseñadas para reforzar la represión contra los palestinos que se resisten a las políticas del apartheid israelí.

Entre ellas están las normas para «detener y cachear», que dan a las fuerzas israelíes poderes extraordinarios para acosar a los palestinos y sentencias de prisión obligatorias para los acusados de lanzar piedras o actos similares.

Amenazas

Los activistas han sido también objeto de las medidas represivas de Israel en el pasado reciente. En 2011, Israel introdujo en su legislación una ley anti-BDS. La ley convierte los llamamientos a favor del boicot contra Israel en un delito. También permite a las empresas e instituciones demandar y reclamar compensaciones a quienes insten a un boicot.

Aunque no se ha presentado ningún litigio en función de esa ley, ha tenido un efecto inhibitorio en la libertad de expresión dentro de Israel.

Eso quedó claro antes de la conferencia de Nazaret. La policía amenazó a sus organizadores y el propietario del lugar donde se celebró recibió llamadas telefónicas hostiles.

Raya Naamneh previó que esas tácticas iban a continuar. Que, probablemente, la policía identificaría a las personas que jugaran un papel destacado en la conferencia y que «no iba a perderlas de vista».

Pero los activistas del BDS están decididos a no dejarse intimidar.

Najwan Berekdar, otro de los organizadores de la conferencia, dijo que los ciudadanos palestinos de Israel ya no se sienten tan aislados como antes. La comunidad palestina en Israel es «parte inseparable de la sociedad y la lucha palestina», dijo a The Electronic Intifada.

Normalización del debate

La conferencia de Nazaret contó con el apoyo de los políticos palestinos.

«El boicot es una respuesta ante la ocupación y la grave discriminación», dijo Muhammad Barakeh, antiguo miembro del parlamento de Israel, la Knesset. «Es un método legítimo de resistencia no violenta».

Una de las cuestiones que se debatió acaloradamente durante la conferencia fue si los palestinos deberían presentarse a las elecciones en la Knesset. Algunos palestinos sienten que al hacerlo así se ayuda a «normalizar» la injusticia.

No obstante, no hay consenso entre los palestinos en Israel respecto a boicotear o no las elecciones a la Knesset. Es uno de los temas en los que hay que seguir trabajando.

Aunque sin duda tendrán que enfrentar muchos obstáculos, los esfuerzos continuarán. Los ciudadanos palestinos están decididos a jugar un papel activo en el Movimiento del BDS, porque son inseparables de la lucha integral palestina por la libertad.

Yara Hawari está a punto de doctorarse por la Universidad de Exeter. Vive en el ocupado Jerusalén Oriental.

Fuente: https://electronicintifada.net/content/braving-threats-palestinians-israel-revive-boycott/16001?utm_source=EI+readers&utm_campaign=af6c535364-RSS_EMAIL_CAMPAIGN&utm_medium=email&utm_term=0_e802a7602d-af6c535364-290670097

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción.