Traducción de Susana Merino para Rebelión.
Desafiando la amenaza de que la guerra civil se extienda a Turquía, el ISIS afirma: «Erdogan nos ha ayudado mucho pero ya no lo necesitamos. ¡Turquía es la próxima!»
La última visión que tengo de Kobané antes de ser obligado por los soldados turcos y sus blindados a abandonar la colina desde la que se divisa, es la de dos columnas de humo ascendiendo desde el centro urbano. Apenas unos minutos antes se oyen dos fuertes explosiones e inmediatamente surgen nubes de polvo y de deshechos de los edificios de la ciudad, justo al otro lado de la frontera turca.
A pesar de que los jets y los drones de la coalición vuelan en círculos sobre el sitio invisibles a la vista pero claramente reconocibles por sus audibles tableteos, esta claro que no habían sido bombardeos: las explosiones se produjeron en un área que aún está bajo el control de las Fuerzas Defensoras del Pueblo y de las Mujeres (YPG/YPJ) y el humo era diferente del que normalmente dejan los bombardeos aéreos. Solo quedaba una única posibilidad: había sido la explosión de otros dos carros bomba suicidas del ISIS que habían tratado sin éxito de romper las líneas defensivas de los kurdos.
Inmediatamente después de que estalle el segundo vehículo (o bien detonado por el ISIS o neutralizado por el YPG/YPJ), media docena de soldados turcos se precipitan a la colina donde los periodistas extranjeros y observadores locales se han reunido para seguir de cerca lo que sucede en la ciudad. Los soldados ordenan a todos, incluidos los medios, dejar inmediatamente el lugar. No dan ninguna explicación y tenemos que volver rápidamente en nuestro automóvil a Suruc, una ciudad limítrofe a unos 8 km de distancia.
Solidaridad de un activista local
Hace algunos días, en el autobús de vuelta a Urfa desde Suruc, me dio conversación un hombre. Se presentó como Müslüm, un activista kurdo de 31 años de los alrededores de Suruc, y me habló de su hermano, que se hallaba luchando con el YPG en Kobané. Hacía cinco meses que no hablaba con él ya que cualquier contacto con los voluntarios turcos que luchan en Rojava con el YPG los pondría, a él y a su familia, en peligro de ser arrestados por las autoridades turcas.
«[Mi hermano] está luchando por el sistema de cantones (o provincias), por la libertad del pueblo kurdo y por la libertad de todos», afirmó Müslüm. «La independencia de Rojava es un gran problema para Turquía, porque su sistema de cantones es un ejemplo de lo que podría ser el futuro Kurdistán».
Müslüm los apoya totalmente y está orgulloso de su hermano. Él tampoco es ajeno al activismo político, ya que ha soportado tres años de cárcel por estar involucrado políticamente en la lucha kurda. Una vez liberado, fue deportado a Chipre y solo se le permitió regresar a Turquía a condición de que nunca más volviera a comprometerse políticamente, algo que no parece contrariarlo demasiado.
«El gobierno me llama terrorista porque hablo en las concentraciones que piden democracia para el pueblo kurdo. No les gusta nada que tenga que ver con la libertad del pueblo kurdo. Pero yo no los escucho. Cada día estoy activo en la lucha kurda. Aquí toda la gente es como yo».
El gobierno turco les sigue los pasos a todos los activistas kurdos y el nombre de Müslüm se halla incluido en una lista negra especial, lo que significa que cada vez que es chequeado por la policía puede ser detenido y llevado a la comisaría. Esto, sin embargo, no le impide seguir ofreciéndome toda la ayuda que pueda necesitar y los días siguientes Müslüm dejará sus quehaceres para acompañarme a los pueblos que tachonan la frontera siria, actualmente ocupados por activistas solidarios, los llamados escudos humanos, fuera del alcance de los extranjeros.
Discusión sobre la autonomía democrática
Luego del funeral de los siete combatientes YPG/YPJ cuyos cuerpos fueron trasladados desde Kobané a Turquía para ser enterrados, una gran multitud se reúnen en el cuartel general local del Partido Regional pro Democracia Kurda (DBP). Mientras todos toman té y miran las últimas noticias de Kobané en el canal kurdo, Ayşe Muslim, la mujer de Saleh Muslim, la copresidente del Partido de la Unión Democrática y líder de facto de Rojava, entra y comienza furiosa a gritarles a los hombres: «¿Qué están haciendo aquí, viendo televisión y tomando té mientras nuestros compañeros luchan en Kobané por vuestra libertad? Vayan a la frontera a mostrarles vuestra solidaridad».
Más tarde en el pueblo de Measer, adonde han acudido cientos de personas para ver el sitio de Kobané, me siento con algunos hombres en la mezquita local para conocer su opinión sobre el sistema de cantones de Rojaba y la teoría de Ocalan sobre la autonomía democrática. Se encuentra entre ellos el hermano de uno de los jefes más importantes del PKK, feliz de compartir algunas de sus ideas.
«El sistema de cantones y el proyecto de autonomía democrática no es solo un proyecto kurdo», afirma. «La idea es que facilita la convivencia de la gente de diferentes procedencias religiosas, étnicas y lingüísticas. Así es, el PKK luchó antes por nuestra independencia nacional, pero eso fue durante la Guerra Fría. Luego de la caída del muro de Berlín y de la desaparición del bloque comunista-socialista, tuvimos que darnos cuenta de que un país con un solo gobierno no es la solución adecuada».
Con el fondo claramente audible de las explosiones en Kobané, más y más hombres se fueron uniendo a la discusión. «El año pasado Barzani [el líder conservador del Kurdistán iraquí] llamó a la unificación de todo el pueblo kurdo en un solo país», agregó uno de los hombres. «Pero el PKK no está de acuerdo con el plan porque al final ese Estado no sería diferente de la República turca. Los kurdos profesan muchas religiones diferentes y hablamos distintos idiomas. ¿Cómo podríamos unirnos bajo un solo gobierno?».
Los hombres están de acuerdo en que, dada la solidez del gobierno y del ejército turco, la adopción generalizada de un sistema de cantones independientes como el de Rojava todavía está muy lejana. Sin embargo, consideran que la autonomía democrática es la única alternativa real. «No necesitamos políticos profesionales, sino que deseamos que el pueblo decida sobre su propia vida, sobre la base del consenso y por medio de consejos locales».
Justo a la salida del pueblo, a la sombra de la base militar que cubre la pequeña colina que planea sobre Measêr por un lado y la frontera siria por el otro, me reúno con Sabri Altinel. Veterano del DBP, charla con un amigo profesor que viene de la ciudad de Kars a manifestar su solidaridad con el pueblo de Kobané. Altinel me dijo sonriente: «Ahora aquí todos somos anarquistas. Estamos tanto en contra del ISIS como del estado turco».
La línea roja de Kobané
Hace algunos días Abdullah Ocalan, el líder encarcelado del PKK, presentó al Estado turco un plazo para alcanzar la paz con la población kurda del país. «Podemos esperar una resolución hasta el 15 de octubre, después no podremos hacer nada», dice su declaración. «Ellos (las autoridades turcas) hablan de negociaciones y de resoluciones, pero no hay nada de eso. Es una situación artificial, no podremos continuar más».
Los hombres de Measêr apoyan totalmente la declaración de Ocalan, porque están hartos de que los frene el gobierno turco, que saca a relucir el tema del proceso de paz kurdo cada vez que hay elecciones a la vista, pero que a la hora de la verdad, nunca cumple sus promesas. Creen que Ocalan ha puesto un plazo para que ya no se pueda postergar la concreción de las promesas realizadas durante las negociaciones y a la luz de lo que sucede en Kobané el gobierno se verá obligado a mostrarse como lo que es.
«Kobané lo es todo», agrega el hermano jefe del PKK. «Para Ocalan, para el PKK, para el pueblo kurdo, para todos, Kobané es la línea roja. Sin Kobané es imposible hablar de otra cosa».
Casi todos los kurdos y los que los apoyan aquí en la frontera coinciden en que el gobierno turco ha intervenido en el ataque del ISIS a Kobané. Ese rumor fue confirmado por un miembro del ISIS con el que hablamos telefónicamente, desde apenas unos doscientos metros de la frontera con Siria.
Mi amigo Murat y yo atravesábamos unos campos cuando encontramos a un hombre que nos dijo que acababa de escapar de Kobané. Nos contó además que dos días antes había tratado de llamar a un amigo que estaba luchando con las Fuerzas Femeninas de Defensa, pero que en lugar de su hermano había atendido el teléfono un desconocido y le había dicho que su hermano había muerto (asesinado por el ISIS) y que ese teléfono ahora le pertenecía a él.
Murat alentó al hombre a que volviera a llamar de nuevo a ese número y luego de sonar varias veces, le respondió la misma voz anterior. Nuestro amigo habló un rato en árabe con el combatiente del ISIS y luego le preguntó: «¿Y qué está haciendo vuestro amigo Erdogan?» La respuesta confirmó lo que muchos veníamos suponiendo. «Erdogan nos ayudó mucho en el pasado. Nos ha entregado Kobané. Pero ya no necesitamos a Erdogan. ¡Después de Kobané, le toca a Turquía!»
El plazo del PKK del 15 de octubre se acerca aceleradamente y con la frontera todavía cerrada a todo apoyo material o logístico de ayuda a los defensores kurdos de la ciudad, cada día se vuelve mayor la posibilidad de una guerra civil en Turquía. Los hombres de Measêr hubieran preferido una solución política a la violencia, pero se dan cuenta de que si el gobierno turco continúa de brazos cruzados, bloqueando la frontera mientras el ISIS y asesinando a sus compañeros en Kobané, no les dejarán demasiadas alternativas.
Por lo tanto, parece que la guerra civil siria se está expandiendo rápidamente a Turquía y no en último lugar, porque la mayoría de los combatientes YPG en Kobané supuestamente son del PKK y se suman a sus camaradas sirios en la lucha contra el ISIS. Mientras llegan noticias de nuevos bombardeos turcos a la posiciones PKK en el sureste del país, es evidente que fracasa el cese el fuego. De modo que los días venideros serán decisivos para el proceso de paz turco-kurdo.
A menos que el gobierno turco haga un repentino giro drástico y abra el paso fronterizo de Kobanê y apoye a la resistencia kurda contra el ISIS, será difícil evitar una mayor escalada de violencia en la región.
Fuente original: http://roarmag.org/2014/10/turkey-kurdistan-democratic-autonomy/
rBMB