EL PSC-PSOE invita a Maragall -a Ernest, Pasqual ya se fue hace tiempo- a dejar «el escaño por dignidad y ética». Se le pide, se le exige incluso, que entregue su acta de diputado. No les va a ser fácil. Aunque es obvio que a él, en este caso, no le pertenece. Las razones del […]
EL PSC-PSOE invita a Maragall -a Ernest, Pasqual ya se fue hace tiempo- a dejar «el escaño por dignidad y ética». Se le pide, se le exige incluso, que entregue su acta de diputado. No les va a ser fácil. Aunque es obvio que a él, en este caso, no le pertenece.
Las razones del partido: don Ernest Maragall, que montó un cirio, como su amiga Tura, el día de la movilización del 15M en torno al Parlament, rompió la disciplina del voto el pasado 25 de julio al votar a favor de una hacienda propia para Catalunya en el Parlament catalán. Los Maragall siempre han sido muy suyos y muy nacionalistas (y muy amigos de Joan Antoni-Juan Antonio Samaranch por cierto). El resto del grupo se abstuvo (no votaron en contra) en tres puntos de la resolución que se votó: hacienda propia, plena capacidad para ejercer sus funciones y la aportación catalana al Estado por el coste de las transferencias y la cooperación interterritorial
El diputado que, por supuesto, no está dispuesto a perder el chollete institucional que tiene desde hace más de 35 años -esa ha sido de hecho su profesión en diferentes ubicaciones del estado-, ya ha anunciado que no piensa hacerlo. El acta es suya a pesar de que -que yo recuerde- jamás ha encabezado ninguna lista de su Partido en circunscripción alguna y en alguna elección. Va en la lista, en lugares destacados para salir, eso sí. No tiene un pelo oportunista de tonto.
Daniel Fernández, el secretario de organización del PSC, le ha remitido una carta en que le pide su marcha por coherencia personal, dignidad política y ética democrática. Si esos son los motivos esgrimidos, lo tiene claro. Le resbalan al senyor Ernest Maragall [2]. Completamente. ¿Dignidad política? ¿Ética democrática? ¿Hablan en serio?
Eso sí, cuando era consejero de Educación, don Ernest reclamaba, cuando había críticas en el partido, dócil donde los haya, por sus pactos con la derecha nacionalista de CiU en el tema de la Ley General de Educación, que «las opiniones personales quedaran en segundo plano». El colectivo es lo que contaba. Pero entonces, no ahora. Ahora cuenta él. Como siempre.
La última que se sabe en los momentos en que escribo es que Maragall, don Ernest, no sólo no entrega el acta sino que echa un pulso al partido y les reta a que lo expulsen [3]. ¡Que se atrevan! ¿Y por qué no se atreven? ¿Tal mal está el PSC?
¿Y que interés tendrá todo esto para la izquierda, preguntarán ustedes, por mucho que el diario global-imperial le dedique tres páginas en las ediciones de 31 de julio y 1 de agosto? Ningún interés desde luego: meras luchas de poder recubiertas de falsas prendas de ideas y opiniones. Pero sí es momento para recordar algunas de las hazañas neoliberales del diputado Maragall cuando fue consejero de Educación. Nada que ver, mirado como se quiera mirar, con la izquierda, con la supuesta defensa de Catalunya, con la coherencia, con la solidez políticas o con supuestos valores de izquierda por demediados que estos sean.
Algunas de las hazañas bélicas maragallianas más importantes. Un breve resumen, hay muchas más:
1. Durante su mandato, hubieron cinco huelgas generales de enseñanza en Catalunya convocadas por todas las organizaciones sindicales del sector. Nunca dialogó con los sindicatos. Los menospreció abiertamente.
2. Pactó la Ley General de Educación catalana con la derecha nacionalista y orilló sin ninguna cortesía ni pudor a la izquierda de ICV-EUiA con la que entonces era socio de gobierno. Razones: el apoyo descarado a la privada concertada.
3. Eliminó su equipo los estudios de bachillerato nocturno en numerosas comarcas y poblaciones de Catalunya, ciudades obreras incluidas. Santa Coloma de Gramenet, una población que conozco bien, es un ejemplo destacado.
4. Introdujo aceleradamente, y sin temblor en su pulso de economista, finalidades y procedimientos neoliberales en Educación. En el fondo, hubiera externalizado todos los servicios públicos educativos.
5. Cuidó a la privada-concertada como nunca ha sido cuidada. Colegios de élite siguieron recibiendo subvención durante su mandato Más incluso que los gobiernos de derecha de CiU. Preguntado por ello, se extrañó ante la pregunta. ¿Cuál era el problema?
6. Pactó con Microsoft acuerdos informáticos, sustantivos para la multinacional y con el claro apoyo del ex president Montilla, a pesar de pronunciarse públicamente por el software libre en unas jornadas celebradas en el Instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet.
7. Se negó a recibir a estudiantes de secundaria que querían entregarle una carta con peticiones sobre la continuidad de los estudios nocturnos.
8.Tuvo a gala -en reuniones en las que estuve personalmente-no negociar nada con los sindicatos ni alterar sustantivamente las ratios de alumnos en secundaria obligatoria.
9. Recomendó a alumnos de origen obrero e inmigrantes que querían estudiar bachiller que dejaran esas tonterías, esos seños inconsistentes. Lo suyo era estudiar ciclos; las carreras universitarias estaban para los Maragall y afines.
En definitiva, como ya hiciera en su etapa de concejal del ayuntamiento barcelonés, el neoliberalismo fundamentalista fue su cosmovisión y, sin duda, su gestión alcanzó cimas que ningún otro consejero de Educación logró ni siquiera vislumbrar. Peor imposible. Irene Rigau, la actual consejera, lo tiene difícil, aunque no imposible del todo. Va camino de superarlo.
Una conjetura de libro : dentro de dos o tres años, acaso menos, Ernest Maragall, no será el único entre las filas del PSC, figurará en listas o en cargos de CiU, como su amigo Mascarell.
No se admiten apuestas pero ya verán que no me equivoco de mucho ni de poco.
PS. Hablando del Ebro, de crisis y de pactos fiscales, las diócesis catalanes que suelen permanecer en silencio responsable casi siempre ya han anunciado su posición: apoyo al nuevo sistema de financiación para Catalunya. Por ellos que no quede. Advierten a los dirigentes, eso sí, que deben considerar prioritario el bien común y que se debe combatir la corrupción de las instituciones, que las cosas no están bien. ¡Qué Iglesia tan rebelde, don Jesús y demás entes!
Notas:
[1] El País, 31 de julio de 2012, pp. 1-2 (edición catalana)
[2] Eso sí, para no faltar a la verdad, Maragall también se opuso al voto de su partido en el asunto Eurovegas. Votó en contra… Maragall, no el partido «socialista» de «Catalunya».
[3] El País, 1 de agosto de 2012, pp. 1-3 (edición catalana).
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