Brian Currin, es un especialista en mediación y transformación institucional, tuvo un destacado papel el proceso de negociación Sudáfrica, como Presidente de Audiencia a prisioneros y miembro de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Ha trabajado así mismo en procesos de transformación política en Sri Lanka, Ruanda y Oriente Medio, actualmente es co-Presidente […]
Brian Currin, es un especialista en mediación y transformación institucional, tuvo un destacado papel el proceso de negociación Sudáfrica, como Presidente de Audiencia a prisioneros y miembro de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Ha trabajado así mismo en procesos de transformación política en Sri Lanka, Ruanda y Oriente Medio, actualmente es co-Presidente la Comisión de Revisión de Sentencias en Irlanda del Norte, que decide sobre la puesta en libertad anticipada de los presos relacionados con el finalizado conflicto armado en ese territorio. Este prestigioso abogado sudafricano ejerce además de mediador en el intento de resolución dialogada y democrática del denominado conflicto vasco.
¿Qué avances se han venido dando en los últimos años en torno al conflicto vasco?
Aquí hay que decir claramente que el progreso que se ha hecho ha sido el resultado de los pasos dados por ETA, Sortu y algunas iniciativas comunitarias y de la sociedad civil en el País Vasco. Escalonando algunos de estos progresos para hacer también un repaso de lo que ha pasado desde el 2011, yo destacaría: la Declaración de Bruselas del 2010, el comunicado de ETA de enero del 2011, en el cual la organización declaro un alto el fuego permanente e internacionalmente verificado. A eso le siguió la creación de la Comisión internacional de verificación que sigue trabajando. También es destacable la Declaración de Aiete, de diciembre del 2011, en la cual se hizo un llamamiento a ETA para que declarase el fin de la lucha armada y a los Gobiernos de Francia y España para que respondieran positivamente.
Yo subrayaría también como progreso el hecho que poco después de la puesta en marcha de la Comisión internacional de verificación, cesaron las actividades de ETA de impuesto revolucionario y extorsión contra los empresarios vascos
Por otro lado ETA también está haciendo progresos en lo que se refiere a la desactivación de su armamento.
¿Y si tuviese que señalar con el dedo los obstáculos y bloqueos de este proceso?
Comenzaría por ejemplo con el último avance he que señalado, y que es significativo, lo que nos conduce directamente a la zona de «no avance». Para que las armas puedan ser desactivadas es necesario evidentemente un compromiso de Francia y España. Eso no ha sucedido, ni Francia ni España se han involucrado. Es evidente que ETA no está dispuesta a entregar las armas ni a Madrid ni a Paris, lo que sí esta es en disposición de desactivar su armamento, lo cual quiere decir que las armas no serán entregadas pero los lugares de almacenamiento o «zulos» serán señalados y destruidos en presencia de verificadores internacionales.
Para eso es crucial que los gobiernos se involucren y se comprometan, porque el proceso de desactivación del armamento tanto en Francia como en el Estado Español solo puede suceder si hay colaboración por parte de ambos gobiernos. Los verificadores internacionales no pueden destruir zulos, para ellos sería totalmente ilegal recibir informaciones, localizar lugares de almacenamiento de armas, que pertenecen a una organización ilegal.
Francia y España no han respondido positivamente, como se pensaba, a la Declaración de Aiete,
Otra cuestión evidentemente crítica es la situación de los presos, deportados y exiliados.
Efectivamente, después de la declaración de ETA se esperaba una respuesta positiva por parte de los Gobiernos francés y español. Una respuesta que abordase la cuestión de los presos políticos, o presos por motivaciones políticos, como prefieran llamarlos
En este aspecto creo que hay dos cuestiones: la primera tiene que ver con cómo se aborda el tema de los presos con relación a sus condenas. O sea, aquí hay que hacer distinciones y por eso es necesario impulsar y crear estructuras adecuadas que puedan abordar este tema particular. Por ejemplo, muchos de esos presos han cometidos delitos graves: ¿sus casos tienes que ser evaluados individualmente o no? ¿una eventual amnistia debería aplicarse a todos o solo a algunos? ¿bajo qué criterios? . Hay presos que están en la cárcel solo por su relación con una organización armada o terrorista, esos deben ser liberados porque no cometieron crimines de sangre, pero ¿se liberara a todos al mismo tiempo? Y siguiendo por ese camino ¿se liberaran a los presos dependiendo de la categoría de sus condenas? Las cosas se complican además con los tienen delitos de sangre, pero todo eso son los retos de un proceso de paz.
El segundo aspecto tanto en Francia como en España es el acercamiento de los presos a las cárceles del País Vasco.
Sin embargo no se observa ningún movimiento en esas direcciones que señala.
Los problemas son diferentes en Francia y en España, pero una vez más, lamentablemente, tengo que reiterar que no hay movimiento, los Gobiernos no se han involucrado positivamente en abordar la cuestión de los presos. Está claro que el Estado español pide a los presos una declaración que aborde cuestiones de arrepentimiento y reconocimiento, de hecho se les pide hacer declaraciones en las que rechacen su causa y los métodos utilizados en el pasado. Esta expectativa parece demasiado alta, los presos no está preparados para hacer declaraciones en esas dirección. El resultado es un parón total.
De acuerdo a su experiencia ¿cómo se puede variar esta situación?
La falta de compromiso por parte de los Gobiernos también conlleva el hecho de que ni siquiera se hable, se explore o estudie la posibilidad de mecanismos que puedan abordar la cuestión de los presos, mecanismos de justicia transicional, como por ejemplo se hizo en Irlanda del Norte. Allí se pusieron en marcha mecanismos y leyes, por ejemplo para reducir condenas y permitir la liberación anticipada de los presos, bien bajo fianza, o con permisos de salida, por supuesto con algunas condiciones, como que no reincidiesen o que se disociasen de cualquier organización ilegal, etc…
Este asunto de transferir a los presos a cárceles vascas, es un enorme elemento de bloqueo, pero no es una cuestión política sino más bien humanitaria. Sabemos que no transferirlos viola la Convención europea de Derechos Humanos, así como la misma Constitución de España.
Antes decía que las cosas son ligeramente diferentes en Francia y en España. En el español del Gobierno simplemente ha dicho que no quiere ni hablar del asunto. Eso significa que hay 500 familias que desde hace 10 o 20 años están sufriendo por esa política. Deben viajar miles de kilómetros, y eso sabemos que afecta los vínculos familiares, incluso cuesta vidas. Si pensamos que al menos 10 personas de diferentes generaciones por cada familia se ven afectada por esa política, nos daremos cuenta de que estamos hablando de las vidas de por lo menos 5000 personas…Esa es una política que nos lleva a tiempos coloniales, cuando se deportaba a los disidentes a islas remotas. Se trata de políticas hechas para destruir la vida de las personas.
¿Cuál debe ser el papel de las instituciones europeas en el caso vasco?
Creo que debería ser un papel destacado. Por ejemplo es fundamental que las instituciones europeas se involucren en lo que se refiere a las cuestiones del desarme. Me parece absolutamente irresponsable dejar zulos de armas y explosivos en territorio europeo. Por otro lado hay fuerzas de seguridad espiando y controlando los movimientos de supuestos militantes de ETA, eso me parece perder el tiempo. Yo no soy quién para decirle a las fuerzas de seguridad como hacer su trabajo pero ETA ya no está planeando nada, y eso está claro, por lo tanto ¿no sería mejor invertir estos recursos humanos en controlar los peligros reales que amenazan a Europa?
¿Y como se encuentra lo referido a la cuestión de las víctimas y personas afectadas por la violencia?
Yo diría que en este tema por suerte la sociedad civil ha sido capaz de seguir trabajando y abordando las serias consecuencias y el impacto de la violencia. En este aspecto si ha habido progresos, de hecho hay encuentros entre victimas de ambos lados, y entre víctimas y victimarios. Eso es positivo y de eso saldrán buenas cosas. Sin embargo es necesario un compromiso más estructurado, que los gobiernos se involucren más.
El gobierno vasco ha tomado unas cuantas iniciativas y está intentando hacer su contribución, pero no todos los partidos en el País Vasco están dando su aportación. La posición del PP es que como ETA ya está desactivada no hay conflicto, no hay contenidos político en este conflicto, por lo tanto el PP no hace nada que no sea alentar a las asociaciones de víctimas a tener una posición dura, no hace ningún intento por abordar el tema de manera constructiva.
Por su parte el PSOE se mantiene pasivo y silencioso, no está preparado para decir o hacer algo que incluso podría debilitar aún más su posición ya por si débil. Por lo tanto el esfuerzo lo están haciendo los partidos nacionalistas, PNV, Bildu, Sortu…
¿Cómo se puede explicar la negativa a ultranza del Gobierno español a involucrarse en este proceso?
Al día siguiente del acto que hicimos al parlamento europeo para conmemorar la Declaración de Bruselas, se produjeron unas detenciones que, la verdad, me han dejado sin palabras. No sé por qué esas personas han sido detenidas, aparte de argumentar que «tenían vínculos» con ETA, o sea con una organización que el mismo estado afirma que no está activa. Se tratan claramente de detenciones políticas, y afirmaría que son detenciones que solo miran al electorado. A partir de esa premisa, la respuesta al porqué el Gobierno no se involucra en este proceso parece clara. Sería ingenuo pensar a esta altura que abordar el tema del País Vasco puede ser carta ganadora de elecciones. No es así, y aclaro esta respuesta, por un lado si el gobierno mantiene una posición dura probablemente ganaría votos, no podemos pensar que tratar el tema vasco en campaña electoral aporta votos, probablemente los restaría, porque serían considerados como los menos duros. Las cuestiones que se abordaran en estas elecciones serán la economía y la corrupción, y ante la duda de si el tema vasco puede o no aportar votos prefieren ignorarlo.
¿Qué papel juega la denominada comunidad internacional en los conflictos actuales?
Hay conflictos donde la comunidad internacional se involucra demasiado y otros donde ni tan siquiera está presente o no quiere entrar. No podemos comparar, por ejemplo, lo que está sucediendo en Ukrania con lo que pasa en el País Vasco o en Colombia, ni Oriente Medio con Africa, o el conflicto Palestina- Israel. Se trata de conflictos diferentes y dependen mucho de los grandes intereses políticos, financieros y recursos naturales de los principales actores, ya sean los EEUU o Rusia. Sin embargo hay que subrayar que hoy en día los intereses sobre los recursos naturales (gas, petróleo…) son menos importantes para los norteamericanos, a partir de los recientes descubrimientos de gas en Canadá, lo que transformara a los EEUU en casi independientes en relación a la energía, pero es evidente que hay grandes intereses políticos.
Vivimos en un planeta interconectado, está cambiando el concepto de conflicto, mucha gente siente que su paz depende cada vez más de la paz en lugares que antes parecían lejanos.
Es verdad, y es una manera importante de mirar lo que está sucediendo porque en primer lugar vemos a gobiernos repensar en cómo abordar conflictos y qué pasos dar para prevenirlos. Unos conflictos que no son como antes. Si miramos, por ejemplo, al creciente enfrentamiento que involucra al ISIS o Estado Islámico, que va apareciendo en un lugar, luego en otro y seguramente dentro de poco, antes de que nos demos cuenta, va a estar en nuestra casa. Me refiero a que debemos ser pro-activos, pensar nuevas maneras de afrontar conflictos que son nuevos. Eso me lleva a pensar que igual los gobiernos deben ser más responsables en mirar y trabajar al interior de sus propios países en lugar de mirar tanto al exterior. Deben reflexionar en cómo gestionar las diversidades en sus sociedades, ser conscientes de lo que pasa en el país vecino y en los países vecinos de su vecino. Creo que el mundo se va moviendo hacia otra dirección y es crucial pensar en nuevas estrategias para prevenir conflictos.
Antes de alguna manera había un sistema de alarma que funcionaba y nos indicaba que estaban a punto de comenzar acciones violenta en un contexto particular, o que un conflicto estaba al estallar por razones geopolíticas específicas en uno u otro territorio. Hoy en día seguramente el conflicto está más relacionado con las diferencias, la falta de tolerancia y convivencia entre comunidades, sean religiosas o no. Está claro que la violencia puede nacer por eso pero sin duda tendrá razones y motivaciones económicas y sociales. Creo que los gobiernos se enfrentan ahora con problemas diferentes a los del pasado, y en un futuro serán seguramente muy distintos.
En algunos conflictos hay países que componen la ONU que hacen caso omiso de esta misma organización…
Ese es un buen punto. Me parece que considerando que los problemas que el mundo está enfrentando en términos de amenazas, violencias, divisiones, son tan diferentes de los del pasado, quizás es inevitable un cambio, una reforma en la manera en que las Naciones Unidas definen los conflictos y los problemas, y como responde a estas situaciones. Creo que es tiempo de una revisión.
¿Cómo un mediador internacional define la especificidad y características de conflictos diferentes?
Cada conflicto es diferente, de la misma manera que diferentes pueden ser los papeles que se piden a una persona como yo, cuando se me solicita de involucrarme en un contencioso.
La primera cosa por supuesto es comprender el medioambiente del conflicto. Muchas veces las cuestiones que se van a abordar son las mismas en casi todos los conflicto, lo mismo que los obstáculos que impiden una solución, pero cada contexto, y entiendo por contexto la cultura, la naturaleza de las divisiones, las relaciones que existe entre las partes y el gobierno, la historia misma del conflicto, en fin todo ese conjunto de elementos, es muy diferente e influye mucho en como uno puede encontrar soluciones a las diversas cuestiones que se plantean.
Primero entender el contexto, y por eso leer, leer mucho, y reunirse con la gente, no solamente para obtener información sino también para construir relaciones personales. Creo que es fundamental construir, o intentar, establecer relaciones positivas con los actores gobernativos. Uno de los problemas que tengo por ejemplo con respecto a mi trabajo en el País Vasco es que nunca he sido capaz de construir una relación con el PP y eso tiene un impacto incluso en la habilidad de jugar un papel constructivo. Porque cuando una de las partes te ve como inaceptable o destructivo o que vienes personificando al «mal», no se relacionan contigo.
En Irlanda del norte la experiencia fue muy diferente, allí conseguí construir relaciones con las diferentes partes, y eso por supuesto ayudo mucho en mi trabajo y en la consecución de mis objetivos, como mediador.
Edificar confianza entre las partes, los individuos, las organizaciones es absolutamente crucial, incluso mi misma integridad y papel es lo que está en medio. Pienso que trabajar con una integridad clara y visible, ayuda a que la gente confíe en uno y entonces es más fácil resolver problemas que incluso a primera vista parecen imposibles de solucionar.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.