Declaraciones recogidas por Santiago González durante la reciente gira del autor por el estado español.
Mi intervención se divide en dos partes:
1- Situación actual
2- La necesaria y urgente actuación externa
1.- En Israel se está en una crisis de Gobierno, de su credibilidad y liderazgo. La población ha interiorizado que ha habido una derrota en la Guerra de Líbano. Junto a esto, hay tales casos de corrupción y de comisión de presuntos delitos por parte de miembros del Gobierno que ha provocado una opinión desfavorable al Gobierno. Ahora hay manifestaciones y huelgas de estudiantes universitarios por la pretensión de subir las tasas y en otros sectores perjudicados por la actuación gubernamental. Se presume una recomposición palaciega, sea con el ofrecimiento de que haya un nuevo Primer Ministro en la persona de Simón Peres, o un aguante del impopular Olmert consentido por el resto de los partidos, a los que no les interesa unas elecciones inminentes, para que se produzca una liquidación del partido Kadima y de la coalición que actualmente preside. En el partido laborista hay movimientos para sustituir al actual líder y ministro de defensa y antiguo Secretario General del sindicato Histadrut, Peretz.
Como corolario a lo anterior, tras el informe de la comisión Winograd [informe realizado por generales retirados sobre la actuación del Gobierno y el Alto Estado Mayor en la guerra de Líbano], hay movimientos dentro del Ejército israelí, que ahora, tras la Guerra de Líbano, ha basculado de ser ‘regido’ desde el cuerpo aéreo al de tierra, de buscar una revancha invadiendo y volviendo a machacar Gaza. Parecería que están buscando una ‘coartada’, un kassan artesano que, por chiripa, matase a alguien, un ataque suicida, una captura de un militar israelí,… cualquier cosa para atacar Gaza, ser un revulsivo victorioso, e influir en el escenario palestino.
El Gobierno israelí habla de la iniciativa saudí [reconocimiento mutuo de los Estados árabes e israelí si a cambio hay un regreso a las fronteras de 1967 y hay un cumplimiento de la Resolución de las Naciones Unidas en lo que respecta a los refugiados palestinos, formulada en Beirut en el año 2002], pero espera que el lado árabe y palestino siga rebajando sus aspiraciones.
Pero mientras tanto, sigue ampliando las colonias, haciendo zonas y check point en Cisjordania que impide en la práctica las transacciones comerciales o la movilidad de personas de unas zonas a otras. El proceso de judeización de Jerusalén, incluida la Ciudad Vieja sigue avanzando con 300 nuevas viviendas; con el ritmo habitual, estudio arqueológico, limpia, nuevos pilares y nuevas construcciones; ocupación de todos los tejados, ya los palestinos no tienen acceso a las terrazas y en algunas de ellas, ya se han ocupado por nuevos colonos. Jerusalén está rodeado y se han aprobado tres nuevas colonias, separando términos palestinos de Jerusalén, impidiendo por medio de las carreteras y muro la conexión del Norte y Sur de Cisjordania que, antes, de forma natural, pasaba por Jerusalén. Por eso y otras razones sigue siendo urgente seguir planteando la situación de colonización de Jerusalén.
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Todo esto, nos lleva a la segunda cuestión: las tareas urgentes.
¡Hay que evitar la descomposición social de la población palestina! ¡Evitar una guerra fratricida!
Esto pasa por el reconocimiento oficial europeo, de España, de Europa, al Gobierno palestino. Tras el Acuerdo de Meca entre los partidos palestinos y la división de trabajo que se recoge en dicho acuerdo, haciendo que los temas exteriores los lleve Al Fatah y la OLP y los interiores Hamas no existe ninguna excusa por parte de los Gobiernos europeos de trabajar directamente con el Gobierno palestino.
Si no se hace, la impresión que sacan los palestinos es que hagan lo que hagan, da lo mismo. Habría una colusión europea-israelí en contra de los palestinos. Tiene que haber una renovación de la asistencia directa. Una asistencia que supere la emergencia y que vaya a la reconstrucción y la asistencia al desarrollo. La ayuda de emergencia determina dependencia.
Pero además, los gobiernos europeos saben que esa ayuda está engordando la impunidad, no sólo porque Israel se quiera desentender de sus compromisos como potencia ocupante según la Convención de Ginebra, que también, si no porque además ha inventado cobrar 30.000 shekel, cerca de unos 7.000 euros, además de los gastos portuarios y transporte, por cada contenedor de ayuda por ponerle en la cola de entrada a los territorios ocupados, ayudas materiales que en otras ocasiones, muchas veces, se compran en Israel. Los europeos deben saber que de cada euro de ayuda a los palestinos, los israelíes se quedan aproximadamente con 40 cts. como mínimo. Se ha ‘privatizado’ el control de muchos pasos, sin que sea el ejército israelí el que controle, y ya no hay ‘autoridad’ a la que poder reclamar o denunciar nada, burlándose de la legalidad.
En el caso de Gaza, estamos contemplando la desintegración social y política. Con el embargo desde comienzos del año pasado, la falta de ingresos y la destrucción planificada israelí de infraestructuras y de medios de vida, la pobreza es la situación general. El paso de Rafah controlado por los europeos es un vasallaje a los israelíes, ellos dicen quién entra o no, pero además, el hecho de que vivan los observadores en Askelom, al norte, en territorio israelí, en lugar de Egipto o en Gaza, por ejemplo, en el lado opuesto del puesto de Rafah, al sur, fronterizo con Egipto, hace que no lleguen muchas veces al paso fronterizo, haciendo que haya nuevas excusas para mantener cerrada la prisión a cielo abierto en que se ha convertido en Gaza.
Los palestinos han vuelto al clan como soporte de supervivencia. Y la lucha por la supervivencia es la que ha creado delincuencia, secuestros con rescate y mafias de protección. Hay clanes con 100, 150 ó 200 hombres armados. Sin una estructura política. Sin respeto a ninguna autoridad. El bloqueo político, la carencia de medios de vida, esta tensión social creada desde el exterior, en la que los europeos tienen su responsabilidad, se está alimentado con la complicidad israelí y la donación de armamento por parte de Estados Unidos: desde noviembre del año pasado han entrado en Gaza, sin contar los que lo hayan hecho por túneles de contrabando, 5.000 fúsiles y dos millones de balas. Parecería que se quiere crear las condiciones de una guerra fratricida, un caos destructivo para los palestinos y su causa política y como consecuencia los israelíes argumentar al mundo la imposibilidad de que no se puede negociar nada con esos bárbaros palestinos.
Desde mi opinión, los europeos, el Gobierno español o los amigos de la causa palestina tendrían que lograr de sus gobiernos a obligar a Israel a rendir cuentas de sus obligaciones; reclamar indemnizaciones de las donaciones europeas destruidas por Israel; aplicar el artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel hasta lograr frenar la impunidad israelí. Hay que ser autónomos del lobby sionista si se quiere actuar legítimamente. Los israelíes se sienten legitimados ante la falta de presión europea y Europa tiene la responsabilidad de desbloquear el conflicto.
Sergio Yahni es un periodista israelí de origen argentino, educado en un kibutz en el norte de Israel. Es el director del Centro de Información Alternativa (AIC) , una organización israelo – palestina con oficinas en Belén y Jerusalén. Es también director del periódico «News from Within».
Es un activista muy conocido de los derechos humanos, ha estado varias veces en prisión por negarse a hacer el servicio militar. Desde el 2003 al 2005 ha trabajado en Nueva York para la organización «Forefront», dedicada a apoyar a los defensores de los derechos humanos. Ha participado en numerosos foros internacionales y en Foros Sociales Mundiales
Web de AIC: http://www.alternativenews.org/
Sergio Yahni ha estado recientemente de gira por el Estado Español, Málaga, Madrid, Pamplona y Valencia invitado por organizaciones de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina
(www.nodo50.org/csca)