El uso de material nuclear en la sede madrileña de la antigua Junta de Energía Nuclear ha desatado recurrentes polémicas. Contaminación de la red de agua potable y residuos sepultados son su legado. Trazas de plutonio-239, americio- 241 y radio-226 habitaban en las profundidades de las instalaciones deportivas del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y […]
El uso de material nuclear en la sede madrileña de la antigua Junta de Energía Nuclear ha desatado recurrentes polémicas. Contaminación de la red de agua potable y residuos sepultados son su legado.
Trazas de plutonio-239, americio- 241 y radio-226 habitaban en las profundidades de las instalaciones deportivas del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) en su sede de Moncloa (Madrid). Un hecho que se descubrió el 9 de febrero de 2006. Este fatídico descubrimiento puso hace tres años en jaque el Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del CIEMAT.
A día de hoy, los trabajadores siguen insistiendo en que se deben de frenar las obras de desmantelamiento. Con ese cometido, Miguel Yuste, trabajador del CIEMAT, acudió a la sede del Parlamento europeo a finales de 2008 para lanzar una petición sobre la correcta aplicación de la normativa europea en materia de seguridad frente a radiaciones. Por otro lado, desde la Coordinadora de Colectivos de Afectados por el Plan de Mejora de las Instalaciones del CIEMAT, se especula la posibilidad de que este centro tape los residuos con la construcción de una pista de patinaje o incluso un museo sobre la radiactividad. «Se están poniendo encofrados y echando metros de tierra para hormigonar esa zona que será un cementerio radiactivo tapado con bonitas instalaciones culturales», explicaba ante los medios Miguel Yuste.
No es el primer fallo
El hallazgo se sucedió durante las tareas de desmantelamiento y descontaminación del lugar, creado durante el régimen franquista en 1951 bajo el nombre de Junta de Energía Nuclear. El objetivo de lo que hoy se conoce como CIEMAT era el desarrollo de la energía nuclear en España. La primera instalación donde se logró transformar el uranio en plutonio. «En estas instalaciones se experimentaba frecuentemente con combustibles irradiados y materiales radiactivos y se estaba construyendo la bomba atómica. Ya en 1970 un fallo en los sistemas de seguridad que provocó un vertido de estos materiales en el alcantarillado de Madrid, registrándose niveles de radiación mucho más altos de los permitidos», expone la Coordinadora.
Los vertidos radiactivos continuaron realizándose. Así, tal y como Greenpeace denunciaba en 2005 (ver DIAGONAL nº 14), se habían enviado aguas con residuos nucleares provenientes del CIEMAT a la depuradora de La China, afectando la salud de al menos un trabajador de la depuradora. Tras la polémica de los vertidos, el descubrimiento de los residuos nucleares escondidos bajo las instalaciones deportivas elevó las quejas de los trabajadores del CIEMAT y los vecinos de la zona. El colectivo de afectados intentó frenar el plan de desmantelación pues calculaban que las obras generarían 6.000 metros cúbicos de residuos de media y baja actividad y 15.000 kg. de residuos de alta actividad. «Un poco de viento podría esparcir por el aire estas sustancias letales para nuestra vida», aseguraban desde la Coordinadora.