Un baño de sangre está ocurriendo en Beit Hanun, las Fuerzas de Ocupación Israelíes ( el autor dice Fuerzas de defensa Israelíes) arrasan y matan a por lo menos 37 personas en 4 días, y la opinión pública israelí bosteza con indiferencia. Un comandante de brigada les dice a sus soldados, que mataron a 12 […]
Un baño de sangre está ocurriendo en Beit Hanun, las Fuerzas de Ocupación Israelíes ( el autor dice Fuerzas de defensa Israelíes) arrasan y matan a por lo menos 37 personas en 4 días, y la opinión pública israelí bosteza con indiferencia. Un comandante de brigada les dice a sus soldados, que mataron a 12 personas en un día: «Uds. ganaron 12 a 0», y los soldados sonríen ampliamente. Este es el abismo moral que hemos alcanzado, deslizándonos irremediablemente cuesta abajo por una resbaladiza pendiente. La vida humana se ha vuelto muy barata.
Una comprobación de esto ocurrió hacia el final de la semana y provino de la bocaza del General Mayor Elazar Stern, jefe del Directorio de Personal de las IOF (el autor dice IDF), quien ocasionalmente dice cosas ciertas.»La excesiva sensibilidad de las Fuerzas de Defensa Israelíes hacia la vida humana condujo a algunos de los fracasos ocurridos en la guerra de Líbano, y esto no debe suceder». Stern habló para el Canal 7.Stern debería ser elogiado por la sinceridad de sus siguientes palabras: «quienes se embarcan con insoportable ligereza en una fútil guerra de posibilidades, no pueden permitirse el lujo de demostrar sensibilidad por la vida de sus soldados. En la guerra, los soldados no solamente matan, sino que también son matados. Esto debería haber sido dicho desde el principio.»
Pero las apreciaciones del general también están manchadas de hipocresía: aquellos que en unos pocos meses mataron a más de 1000 libaneses y a 300 palestinos por razones muy poco claras no tienen el derecho de hablar sobre mostrar sensibilidad por la vida humana. El hecho de que las protestas públicas contra la guerra no tuvieran éxito demuestra que después de haber perdido toda sensibilidad por la vida de otros, estamos también haciéndonos insensibles con respecto a la vida de nuestros hijos que están siendo matados en vano. El desprecio por la vida humana comienza por la de los árabes y termina por la de los judíos.
¡Qué largo camino hemos recorrido desde que se hablaba del concepto de «pureza de las armas», por muy hipócrita que esta expresión haya sido! Este concepto fue absolutamente borrado del léxico. ¡Qué largo camino hemos recorrido desde que, a diferencia de los árabes , estábamos orgullosos de haber tratado de no matar a civiles inocentes!. Y ahora hemos llegado a la realidad espantosa de la segunda guerra del Líbano. Por ejemplo, la cantidad personas que los israelíes mataron es no solamente 10 veces mayor que los que mató Hezbollah, sino que el número de soldados que Hezbollah mató es tres veces mayor de la cantidad de civiles que ellos mataron, mientras que la cantidad de libaneses civiles muertos por Israel es alrededor de tres veces más que los combatientes de Hezbollah.. ¿Entonces, las armas más puras de quiénes son? Un periodista de The Guardian que está regularmente en Israel estaba conmovido al escuchar que estas estadísticas no fueron objeto de discusión pública aquí.
El grado actual de deterioro moral comenzó con los asesinatos selectivos en los territorios. Cuando comenzaron, aún había un debate sobre su legalidad y justicia. ¿Quién recuerda que alguna vez los asesinatos fueron limitados, al menos al menos en las declasraciones, a «marcar hombres-bomba»? La Corte Suprema de Justicia, en su cobardía, ha evadido durante años tomar una postura en el asunto, a pesar de los pedidos recibidos. Y el objetivo de los asesinatos creció y se expandió hasta alcanzar proporciones monstruosas.
En los meses recientes, casi no pasó un día sin que algún palestino fuera asesinado en Gaza. En vez de preguntarse por qué, tenemos un primer ministro que fanfarronea en la comisión de Asuntos Exteriores de la Knesset y en los Comités de Defensa sobre «300 terroristas» muertos en cuatro meses, como si la matanza en sí misma fuera un gran logro. Esta es la lección de Ehud Olmert, y es inmensamente más atroz que todos sus presuntos casos de corrupción.
Nadie pregunta qiénes fueron las víctimas, ni si todos merecían morir, ni qué beneficio saca Israel de estas muertes en masa. Más allá del terrible número de muertos civiles, incluyendo decenas de mujeres y niños, deberíamos preguntarnos también si cada persona que tiene armas en Gaza -y hay de ellos decenas de miles- es merecedora de la pena de muerte, sin un juicio. Nuestra sensibilidad con respecto a la vida humana estuvo condenada a desaparecer el día en que las IDF comenzaron los asesinatos selectivos.
Las Fuerzas de Ocupación Israelíes (el autor dice Fuerzas de Defensa Israelíes) están operando en la ciudad de Beit Hanun desde hace varios días. La operación Nubes de Otoño tiene por objeto ostensible identificar a los disparadores de los cohetes Qassam, pero, por ahora, sólo ha atraído más proyectiles sobre Sderot -además de la matanza, destrucción y terror que siembra en el corazón de los 30 000 residentes de esa ciudad. Yo estuve en Beit Hanun en la casa de la familia Abu Ouda en dos oportunidades recientemente. La primera vez fue cuando un proyectil destruyó su casa. En la segunda oportunidad algunos soldados mataron al padre, a su hijo y a su hija, que eran inocentes de todo crimen. Esto fue antes de la Operación Nubes de Otoño.
¿Y cómo está cubriendo la prensa israelí la Operación Nubes de Otoño? . En el Maariv, el jueves , se necesitaba de una lupa para encontrar una ligera referencia a la matanza de 10 palestinos en un solo día, y lo mismo ocurrió en el caso de Iediot Ajaronot . Los dos periódicos con la mayor circulación en el país, demostraron un asqueroso nivel de deshumanización. Las declaraciones del comentarista militar de Iediot Ajaronot, Alex Fishman, diciendo que uno de los objetivos de la operación es ejercitar a las tropas para la «gran operación», no provocó ninguna protesta. Que las IDF estén embarcadas en una «operación de ejercicios» dentro de un centro densamente poblado, sembrando muerte y destrucción, ¿no demuestra un espantoso desdén por la vida humana?
La diaria matanza en Gaza es escasamente mencionada. Inútiles operaciones destinadas a restaurar el perdido honor de las IDF no despiertan ningún debate sobre su objetivo, moralidad o posibilidades de éxito. Nadie se pregunta sobre el grado del daño causado por los cohetes Qassam frente al grado de muerte y destrucción -que incluyen el bombardeo sobre la usina eléctrica- en Gaza, donde un millón y medio de personas están aprisionadas, empobrecidas y hambrientas.
Estas inútiles operaciones no detendrán a los misiles Qassam, que están destinados a hacer que nosotros y el resto del mundo recordemos con dolor el sufrimiento de los residentes de Gaza, prisioneros y boicoteados,y a los que nadie prestaría atención si no fuera por los cohetes Qassam. La manera de luchar contra los Qassam es parar el boycott, sentarse a una mesa de negociaciones y alcanzar un acuerdo. De lo contrario, continuaremos con el deslizándonos y volviéndonos inmunes a sus muertes, y muy pronto a nuestras muertes. Escuchen al Mayor General Stern.
Traducción de Julia Majlin y revisión de Martha Seghezzzo