Sin duda alguna el actual gobierno español escogió el buen camino en sus relaciones con Cuba, al acercarse a la Isla y promover el dialogo y la cooperación bilaterales, contrario a lo que propugnan los sectores más reaccionarios europeos muy cercanos a la frustrada política hostil de Washington hacia la mayor de las Antillas. La […]
Sin duda alguna el actual gobierno español escogió el buen camino en sus relaciones con Cuba, al acercarse a la Isla y promover el dialogo y la cooperación bilaterales, contrario a lo que propugnan los sectores más reaccionarios europeos muy cercanos a la frustrada política hostil de Washington hacia la mayor de las Antillas.
La reciente visita realizada a La Habana por el Ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, reabrió el sendero hacia la normalización de los nexos entre ambos estados, unidos por lazos históricos, culturales y familiares, y que el ex ejecutivo del derechista Partido Popular (PP) liderado por el ex mandatario José Maria Aznar había dinamitado por su conocida sumisión al régimen norteamericano de George W. Bush.
El paso dado por Moratinos y el gobierno del Partido Socialista Español (PSOE), encabezado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, coincide con un creciente movimiento en Estados Unidos a favor de un cambio de la fracasada conducta hacia Cuba de sucesivas administraciones de la Casa Blanca.
Precisamente en un artículo publicado este sábado en el influyente diario norteamericano The Washington Post, legisladores de las dos principales formaciones políticas de ese país cuestionaron la postura agresiva de Bush contra la isla caribeña, la cual calificaron de divorciada de la realidad.
Los parlamentarios Charles Rangel, demócrata por el estado de Nueva York, y Jeff Flake, republicano por Arizona, instaron a la Casa Blanca y al Congreso de Estados Unidos a llevar adelante una apertura con respecto a Cuba, que podría conducir al dialogo entre ambos países para lograr en principio una cooperación en temas tan importantes como la lucha antidrogas y la política migratoria.
Ambos legisladores preguntaron en el mismo artículo de The Washington Post por qué el régimen de Bush no da pasos como los asumidos ante otras naciones como China y Corea del Norte, y en relación con otros temas candentes de la actualidad.
Asimismo coincidieron en que el órgano legislativo norteamericano debe tender puentes en vez de barreras con respecto a Cuba.
Rangel, quien preside el influyente Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara baja, y Flake, quien encabezó en diciembre ultimo una visita congresional a Cuba, presentaron un proyecto de ley para permitir los viajes de ciudadanos norteamericanos a la mayor de las Antillas, prohibidos y perseguidos hoy por Washington.
En el caso de España, la visita este mes de Moratinos a la nación caribeña inició la reconstrucción de los históricos puentes que unen a ambos estados, destruidos prácticamente durante los ochos años (1996-2003) de gobierno de Aznar y el derechista PP.
El viaje del canciller español a La Habana puede significar a su vez un primer escalón en ascenso hacia la adopción por parte de la Unión Europea (UE) de una política hacia Cuba totalmente independiente a la que propugnan los representantes más recalcitrantes de la Casa Blanca, y algunos ejecutivos del llamado Grupo de los 27 serviles a los intereses de Bush.