Al conocer la decisión unilateral del Presidente de los Estados Unidos de trasladar la embajada norteamericana a Jerusalén y reconocer a esta ciudad como capital del Estado de Israel, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) condena en los términos más enérgicos la que constituye una grave y […]
Al conocer la decisión unilateral del Presidente de los Estados Unidos de trasladar la embajada norteamericana a Jerusalén y reconocer a esta ciudad como capital del Estado de Israel, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) condena en los términos más enérgicos la que constituye una grave y flagrante violación del Derecho Internacional, así como de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas que reconocen los derechos nacionales en cuya defensa el pueblo palestino ha luchado heroicamente durante 70 años.
Esta decisión arbitraria y provocadora, tomada justo cuando se registran avances en el camino hacia la unidad nacional palestina, busca conceder legitimidad a Jerusalén ocupada y a todo el suelo palestino usurpado por el colonialismo sionista, descarrila toda posibilidad de retomar las negociaciones de paz que ya acumulan un trayecto de 25 años sin resultados, suprime cualquier oportunidad para la solución del conflicto israelo-palestino mediante la fórmula de los dos Estados favorecida por el consenso mundial, ofende a todos los pueblos árabes e islámicos, y tendrá muy negativas consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente.
El Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL formula un llamado urgente a todas sus organizaciones miembros y amigas, a las asociaciones y personas amantes de la paz y la justicia que se identifican con la defensa de la causa del pueblo palestino, a expresar categórico rechazo ante tan grave decisión.
Solidaridad tricontinental militante con el legítimo derecho al Estado Palestino libre y soberano, con Jerusalén Oriental como su capital, dentro de las fronteras previas a la guerra de agresión sionista de 1967.
Respecto a la justa causa del pueblo palestino: ¡ni un paso atrás!