Desde el comienzo de la crisis de Siria, el régimen sirio ha acusado reiteradamente a Israel de desempeñar operaciones encubiertas, desde Qusair, en la provincia de Homs, en mayo de 2013, hasta en la emergencia y los avances del frente del Sur en septiembre de 2014. Los informes publicados por Naciones Unidas en diciembre parecen […]
Desde el comienzo de la crisis de Siria, el régimen sirio ha acusado reiteradamente a Israel de desempeñar operaciones encubiertas, desde Qusair, en la provincia de Homs, en mayo de 2013, hasta en la emergencia y los avances del frente del Sur en septiembre de 2014. Los informes publicados por Naciones Unidas en diciembre parecen justificar los argumentos del régimen acerca de que Israel está interviniendo con los rebeldes del sur.
Según un informe de Naciones Unidas que abarca el período de marzo a mayo de 2014, la Fuerza Observadora de la Separación de Naciones Unidas (UNDOF en sus siglas en inglés) ha detectado contactos entre rebeldes [sirios] y el ejército israelí a través de la línea de alto el fuego del Golán, particularmente durante los fuertes enfrentamientos entre el ejército sirio y los rebeldes. El informe confirma asimismo que las fuerzas de la ONU han divisado rebeldes que trasladaban 89 heridos a lo largo de la línea de alto el fuego a la zona bajo ocupación israelí, y donde les entregaron más de 19 personas que habían recibido tratamiento médico, y dos muertos. Las fuerzas de la ONU señalaron igualmente que el ejército israelí entregó a rebeldes del lado sirio de los Altos del Golán dos cajas.
Las comunicaciones entre los rebeldes y el ejército israelí se incrementaron antes de que emergiera el frente sur en Daraa y Quneitra, en septiembre, según Muhammad Qasim, opositor activista de Quneitra, que utiliza un seudónimo debido a la sensibilidad del tema.
Qasim, que estaba en activo dando apoyo a los rebeldes durante la ofensiva de septiembre, explicaba a Al-Monitor a través de Skype que «[…] La batalla para capturar Quneitra el 27 de septiembre estuvo precedida por la coordinación y la comunicación entre Abu Dardá, dirigente de Jabhat al-Nusra, y el ejército israelí para allanar el camino para el ataque. Y de acuerdo con un comandante del Ejército Sirio Libre (ESL) que intervino parcialmente en esa batalla, el ejército israelí proporcionó a Abu Dardá mapas de la zona fronteriza y de los puestos estratégicos del ejército sirio en la zona sur».
La batalla de los rebeldes, liderados por la filial de al-Qaeda Jabhat al-Nusra, para controlar el cruce de Quneitra se llevó a cabo en coordinación con el ejército israelí a través de Abu Dardá, según Qasim. Y añade: «Durante los enfrentamientos, los israelíes bombardearon intensamente muchas de las posiciones del régimen, derribaron un avión de combate que trataba de impedir el avance de los combatientes y atacaron otro avión».
Los medios de comunicación informaron de que el 23 de septiembre, Israel derribó un avión militar sirio MiG-21 en los Altos del Golán bajo ocupación durante la intensificación de los enfrentamientos entre combatientes rebeldes liderados por Jabhat al-Nusra y el ejército sirio.
Antes de esta batalla, Israel proporcionó a los combatientes rebeldes dispositivos de comunicación y equipamiento médico, según Qasim, quien afirma que esos dispositivos han mejorado la comunicación entre los combatientes rebeldes, y que la asistencia médica ha contribuido a equipar cuatro nuevos hospitales de campaña en el sur y suroeste de Siria.
Qasim agrega que Israel permitió el establecimiento de un pequeño campo de refugiados sirios en la frontera de los Altos del Golán bajo ocupación: «El campamento aloja a decenas de familias sirias, extremo que ha sido confirmado por los informes de la ONU, e Israel está proporcionando ayuda humanitaria precisa. Los combatientes rebeldes -que penetran frecuentemente la zona de Israel […], y algunos de los cuales han cruzado la frontera más de tres veces al día- van a ese campo».
Sobre el traslado de heridos sirios a los Altos del Golán bajo ocupación, Qasim explica que «a cualquier combatiente o civil con heridas graves que no pueda ser tratado en nuestros hospitales sobre el terreno se le traslada inmediatamente a la parte israelí del Golán ocupado, y de allí lo trasladan en una ambulancia civil acompañado de una patrulla del ejército israelí a un hospital para recibir tratamiento. Más tarde, el ejército israelí contacta con los rebeldes para que conozcan la situación de los heridos que están allí».
El ejército sirio destacado en la zona también ha tomado nota de la asistencia de Israel a los rebeldes. Las fuerzas del general Rami al-Hasan están estacionadas en las entradas de la ciudad de Madinat al-Baath, en la gobernación de Quneitra. Vehículos blindados, tanques y decenas de puestos de control se dispersan por toda la ciudad que está ubicada al lado de las zonas controladas por los rebeldes.
Los primeros resultados de la cooperación entre el ejército israelí y los combatientes se vieron en Quneitra, cuando tomaron el control del cruce fronterizo. En aquel entonces, Israel apoyó a los combatientes proporcionándoles cobertura bajo el pretexto de «devolver el ataque», obstaculizó todo intento de intervención de la fuerza aérea siria y derribó uno de nuestros aviones. También ha proporcionado hombres armados con el equipamiento necesario para hacer frente a las fortificaciones del ejército sirio».
Hasan añade: «Israel quiere ejercer control sobre todo el Golán; contribuyó significativamente a intimidar a los observadores de la ONU presionándolos para que se retirasen de la mayor parte de sus posiciones».
El 4 de octubre de 2014, combatientes rebeldes y Jabhat al-Nusra capturaron Tal al-Hara en el área noroeste de Daraa, adyacente al campo de Quneitra. Esta importante victoria no hubiera sido posible sin el apoyo de Israel, según un activista opositor de Daraa, Ghazwan al-Hurani, también seudónimo, que fue testigo de la comunicación entre Jabhat al-Nusra e Israel.
«El apoyo de Israel en la batalla de Tal al-Hara era de alto nivel; el ejército israelí fue el autor intelectual de esa batalla en términos de planificación, tácticas y seguimiento. Los dispositivos de comunicación liberados requieren instrucciones precisas en árabe sobre lo que deben hacer los combatientes, paso a paso», refiere a Al-Monitor.
En el centro de comunicaciones del régimen, en Tal al-Hara, se hallaron decenas de dispositivos de seguimiento, de transmisiones y de interferencias, así como sofisticados equipos de radar, de acuerdo con Hurani, quien añade que los documentos, mapas y dispositivos portátiles del centro se colocaron en camiones de caja cerrada y Jabhat al-Nusra los trasladó a un lugar desconocido.
La estación de reconocimiento aéreo de Tal al-Hara, el último centro de reconocimiento gubernamental que opera en el sur de Siria, fue bombardeado por aviones de guerra israelíes el 5 de septiembre, un mes antes de que los rebeldes la capturaran el 7 de octubre. Esto no puede considerarse una mera coincidencia, según Hasan.
«Lo que empujó a Israel a atacar Tal al-Hara y a ordenar más tarde que los combatientes la atacaran es que esa estación de radar fue modernizada en 2012-2013 y de nuevo a principios de 2014 con nueva tecnología para ampliar el alcance de detección de la estación hasta el sur de Palestina ocupada, el norte de Arabia Saudí y la isla de Chipre en el Mediterráneo, y en la que el Ministerio de Defensa sirio trabajó en cooperación con su homólogo ruso. Israel quiere evitar que el ejército sirio haga seguimientos de sus movimientos en el Golán ocupado y detener cualquier intento de interceptar sus aviones», afirma.
El general sostiene que Israel no sólo está apoyando a los rebeldes militar y logísticamente además de tratar a sus heridos sino que además los está entrenando en el Golán ocupado. «Hemos entregado una queja sobre este campo [de entrenamiento] a la jefatura de la UNDOF, y hemos amenazado con atacarla. Sin embargo, los observadores no han respondido y el campo sigue ahí».
Qasim y Hurani estaban nerviosos por abordar este tema tan delicado con Al-Monitor. Su conversación interrumpida, las voces temblorosas y las pausas repentinas en la comunicación cada vez que alguien se les acercaba dan muestra del peligro que corren si se sabe que han revelado estos detalles. Están en el mismo barco que muchos activistas de la oposición que operan con grupos rebeldes que consideran que cualquier cooperación con Israel es una traición de los objetivos de la revolución.
«Esta coordinación [con Israel] es una traición. Hay miles de personas que murieron, y no murieron para que docenas de individuos conspiren con el enemigo», dice Qasim, y añade: «Comenzamos la revolución y la acabaremos sin la ayuda de nadie, especialmente sin la ayuda de quienes mataron y siguen matando, de quienes desplazaron y siguen desplazando a miles de personas a diario en Palestina mientras ocupan parte de nuestro país».