Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Estos días, el mundo occidental judeo-cristiano dice celebrar el nacimiento de Jesús de Nazaret, mientras nuestro pueblo, en Iraq y Palestina, está siendo masacrado por la misma gente que proclama creer en el «Rey de la Paz». La Paz en la Tierra convirtió en un Infierno nuestro trozo del Planeta.
Los Estados Unidos y los bufones de sus aliados cometen crímenes de genocidio contra iraquíes y palestinos. ¿Hay alguna otra manera de denominar esos hechos que no sea genocidio cuando cada mes que pasa miles de iraquíes y palestinos están siendo salvajemente asesinados por los EEUU y sus cohortes en la zona, especialmente por los colonos racistas colonialistas en Palestina? Los aviones sionistas made in USA están machacando la ciudad de Gaza y la Franja matando indiscriminadamente a hombres, mujeres, niños y ancianos y destruyendo edificios aplastando a la gente que se encuentra en su interior. Esto es permitido y tolerado por los políticos estadounidenses y por la Casa Blanca; porque el pueblo de Gaza son «terroristas y agresores», como dicen muchos israelíes. Los árabes son serpientes y cucarachas que hay que aplastar. Jehová les dio esta tierra. Me pregunto si es que su Jehová era un bróker inmobiliario. Quizá lo era y, en ese caso, no toleraremos sus órdenes. Esta tierra es nuestra tierra, pertenece a nuestro pueblo desde tiempo inmemorial y así será para siempre jamás.
Según relata la Biblia, Josué y sus facciones «destruyeron completamente todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, bueyes, ovejas, asnos, con el filo de la espada».
Ehud Barack, «el Ministro de Defensa» de la entidad sionista, y sus colegas están matando de hambre y aniquilando al pueblo de Gaza. Justo ahora, mientras escribo este artículo más de 300 seres han sido masacrados y cientos heridos y el exterminio no tiene fin.
Y el Señor dijo a Josúe: «No temas ni te acobardes; reúne a todos los combatientes y prepárate para subir a Ai. Mira, te entrego al rey de Ai y a su pueblo, su ciudad y su territorio. Y harás con Ai y su rey como hiciste con Jericó y su rey: sólo que tomaréis como botín sus despojos y sus bestias. Y pondrás, pues, emboscadas a la ciudad».
Tomaron nuestra tierra; nuestro pueblo sucumbió ante el genocidio y la expulsión en Palestina y en Iraq mientras el mundo guardó y guarda silencio. Pero somos un pueblo resuelto; seguiremos luchando por todos los medios hasta que nuestros amados Iraq y Palestina sean liberados y los ocupantes expulsados.
Los dirigentes árabes participan del crimen de genocidio contra Palestina e Iraq; son los nuevos «Josués» de los tiempos modernos, pero terminarán en el basurero de la historia y serán condenados para siempre por su silencio y sus crímenes.
Como árabe cristiano que soy, digo a los judeo-cristianos de Occidente, coged vuestra cruz y largaros, no sois parte de nosotros, rechazamos ser parte vuestra, formamos parte de Palestina, de Iraq y del resto de nuestra hermandad musulmana en esta inmensa tierra que habitamos desde tiempo inmemorial.
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