Sergio Yahni, argentino con orígenes judíos, considera imprescindible un cambio de actitud de los gobiernos europeos para conseguir avances en la enquistada situación de Oriente Próximo. Según el director del Centro de Información Alternativa, organismo creado para tender puentes entre israelíes y palestinos, el Estado judío sufre importantes carencias democráticas que se han extendido a […]
Sergio Yahni, argentino con orígenes judíos, considera imprescindible un cambio de actitud de los gobiernos europeos para conseguir avances en la enquistada situación de Oriente Próximo. Según el director del Centro de Información Alternativa, organismo creado para tender puentes entre israelíes y palestinos, el Estado judío sufre importantes carencias democráticas que se han extendido a otros puntos de Occidente. Ayer ofreció una conferencia dentro de las jornadas organizadas por el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.
-¿Qué papel juega el conflicto palestino-israelí dentro del marco de «guerra global»?
-El concepto de «guerra global» lo enuncia Bush por el año 2001. También hubo quien le puso el nombre de choque de civilizaciones. Bush lo tradujo en una guerra con acciones en Afganistán o Irak. Esa guerra trae unas prácticas de exclusión que Israel ejecuta.
-Luego la problemática en Oriente Próximo es una expresión más de esa «guerra global».
-Se podría decir que el muro que Israel ha levantado en Cisjordania viene a ser la frontera oriental de la civilización occidental. Más allá de ese muro, hasta Pekín, estaría la barbarie para los occidentales. Lo que pasa es que Israel pertenece al sistema cultural occidental. Es una democracia y sus políticas permean a las realidades occidentales. La islamofobia que hay en Europa es, en gran medida, fruto de la que surgió en Israel. Esto supone considerar la «guerra global» como una guerra contra el Islam.
-¿Padece Occidente un déficit democrático?
-Los casos de Guantánamo o la isla de Diego García, donde a las personas se les arrebata sus derechos por parte de Estados Unidos, son un claro ejemplo. Occidente no sólo se alinea con Israel, sino que adopta el déficit democrático de Israel como propio y como un ejemplo de lo que es la democracia. O sea, la visión de Israel de que el musulmán sólo por serlo es un peligro, ha sido adoptada por el resto de Occidente. Por eso, el musulmán ya no es una persona con derechos, sino un peligro.
-Para muchos, esa actitud es la manera que tiene Occidente de defender sus valores.
-Ahí está el problema. La democracia asume que los individuos son personas, es decir, tienen derechos legales. Luego, todas las personas deben ser tratadas como tal. Israel transforma al musulmán en un «ello», un «otro», que, por ser musulmán, es un peligro. -¿Se está ahora más cerca de alcanzar una solución para el conflicto de Oriente Próximo?
-Estamos como siempre. Lo que está claro es que las políticas de Bush han fracasado. Todo lo que Bush ha intentado hacer en el Medio Oriente ha sido un fracaso. La invasión a Irak, las revoluciones de colores, la intentona de democracia en Irak, la revolución naranja en el Líbano y la conferencia de Annápolis han sido un rotundo fracaso. Y en todo este proceso, Europa ha cumplido un papel secundario que se basa en complementar las políticas americanas. Y, por lo tanto, Europa es también partícipe del fracaso. -¿La comunidad internacional es el único actor capaz de poner fin al conflicto?
-En la realidad europea ha permeado un déficit democrático. Europa es incapaz de ver más allá de los europeos. Pero, por otro lado, en la opinión pública sí existe un espacio de democracia. La opinión pública debería recuperar el espacio democrático en Europa, ya que ha sido tomado por los políticos.
-¿A qué consensos básicos deben llegar judíos y palestinos para iniciar la reconciliación?
-Israel viola la ley internacional. La ocupación, la forma de tratar a los palestinos, el muro… todo es ilegal. Israel debe abandonar los territorios ocupados y reconocer el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. Sin eso, no habrá paz. Sin legalidad internacional no se puede empezar a negociar.
-Pero la elección de determinados gobiernos por parte de los palestinos no ha ayudado a potenciar esas negociaciones.
-Nadie ha boicoteado al Estado español por votar al PP ni por su fundamentalismo católico. Elegirlo está dentro del derecho democrático del pueblo español. Con los palestinos pasa igual. Tienen derecho a elegir el gobierno que quieran. Europa ha violado el derecho de los palestinos a elegir a sus propios dirigentes.
-Menciona constantemente a Europa. ¿Es la gran esperanza para israelíes y palestinos?
-En gran parte, sí. Tiene la capacidad para ser una alternativa a la política norteamericana.
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