El asentamiento de Elkana se ha apoderado de las tierras de Masha, al este del distrito de Salfit, desde la década del 70. Nuevos planes de expansión se tragarán más tierras aislándolas detrás del Muro del Apartheid. Mientras las entradas y el muro impiden a los granjeros llegar a sus tierras, la construcción del asentamiento […]
El asentamiento de Elkana se ha apoderado de las tierras de Masha, al este del distrito de Salfit, desde la década del 70. Nuevos planes de expansión se tragarán más tierras aislándolas detrás del Muro del Apartheid. Mientras las entradas y el muro impiden a los granjeros llegar a sus tierras, la construcción del asentamiento destruye sus plantaciones.
Los pobladores supieron de la nueva expansión del asentamiento en sus tierras a través de una Licitación para la construcción de 54 casas en el asentamiento de Elkana, el cual fue publicado en un periódico de la Ocupación. Las nuevas unidades de vivienda serán construidas al norte de la actual construcción en las tierras del pueblo aisladas por el Muro.
Desde el comienzo de la Intifada, las fuerzas de ocupación han estado trabajando en la construcción dentro y en los alrededores del asentamiento. Los árboles de olivos continúan siendo arrasados debido a esta expansión. El asentamiento se apoderó, inicialmente de cerca de 2.000 dunums de las tierras de Masha. El Muro del Apartheid aisló otros 4.000 a 4.500 dunums de sus dueños. Esas tierras están llenas de olivos y cerca de 400 a 500 dunums están cultivados con vegetales e invernaderos.
Dos entradas han sido construidas para completar el Muro. Una de ellas cierra el pueblo desde el poniente. Fue construido para uso exclusivo de Hani Amer y sus familia, cuya casa a quedado atrapada entre el Muro del Apartheid y la barrera de Elkana, convirtiéndose en una verdadera prisión. Otra de las entradas corta el camino hacia las tierras al norte de Masha. A sido llamada «entrada temporal» y casi siempre está cerrada. Se les ha permitido a los pobladores pasar en 5 oportunidades desde comienzos de este año (durante febrero y marzo) para preparar sus tierras para la temporada de plantación. Incluso durante esos días se permitió el paso de aquellos pobladores que contaban con «permisos». En Masha, 150 granjeros no recibieron ninguna clase de permisos, mientras que otros 500 obtuvieron «permisos» para cruzar a través de una entrada cerca de Beit Amin, a una hora de distancia de Masha, mientras que la entrada norte no está a más de 10 minutos del pueblo.
El Muro continúa despojando de sus tierras a las personas en Masha. El pueblo contaba con 8.800 dunums, pero ahora posee no más de 1.800 dunums. La tierra y vida de las personas está completamente aprisionada por la continua colonización sionista en sus tierras, la cual está comprometida en fragmentar y destruir la existencia del pueblo palestino en el distrito de Salfit para la expansión del anillo de asentamientos de Ariel.
Los pobladores supieron de la nueva expansión del asentamiento en sus tierras a través de una Licitación para la construcción de 54 casas en el asentamiento de Elkana, el cual fue publicado en un periódico de la Ocupación. Las nuevas unidades de vivienda serán construidas al norte de la actual construcción en las tierras del pueblo aisladas por el Muro.
Desde el comienzo de la Intifada, las fuerzas de ocupación han estado trabajando en la construcción dentro y en los alrededores del asentamiento. Los árboles de olivos continúan siendo arrasados debido a esta expansión. El asentamiento se apoderó, inicialmente de cerca de 2.000 dunums de las tierras de Masha. El Muro del Apartheid aisló otros 4.000 a 4.500 dunums de sus dueños. Esas tierras están llenas de olivos y cerca de 400 a 500 dunums están cultivados con vegetales e invernaderos.
Dos entradas han sido construidas para completar el Muro. Una de ellas cierra el pueblo desde el poniente. Fue construido para uso exclusivo de Hani Amer y sus familia, cuya casa a quedado atrapada entre el Muro del Apartheid y la barrera de Elkana, convirtiéndose en una verdadera prisión. Otra de las entradas corta el camino hacia las tierras al norte de Masha. A sido llamada «entrada temporal» y casi siempre está cerrada. Se les ha permitido a los pobladores pasar en 5 oportunidades desde comienzos de este año (durante febrero y marzo) para preparar sus tierras para la temporada de plantación. Incluso durante esos días se permitió el paso de aquellos pobladores que contaban con «permisos». En Masha, 150 granjeros no recibieron ninguna clase de permisos, mientras que otros 500 obtuvieron «permisos» para cruzar a través de una entrada cerca de Beit Amin, a una hora de distancia de Masha, mientras que la entrada norte no está a más de 10 minutos del pueblo.
El Muro continúa despojando de sus tierras a las personas en Masha. El pueblo contaba con 8.800 dunums, pero ahora posee no más de 1.800 dunums. La tierra y vida de las personas está completamente aprisionada por la continua colonización sionista en sus tierras, la cual está comprometida en fragmentar y destruir la existencia del pueblo palestino en el distrito de Salfit para la expansión del anillo de asentamientos de Ariel.