Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Un artículo literario
Al Yasira.- Noticia urgente:
Israel bombardea masivamente Gaza… La escena muestra decenas de cadáveres sobre la calle; uno de los cuerpos parece musitar algo. Al acercarnos, apenas se puede escuchar un susurro: «Ash-hado an la ilaha illa allah, mohammadon rasolo asllah…»(1). Anticipando su incineración final, el cadáver canta la canción de la muerte.
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La muerte se desliza en derredor de los cuerpos con amplias zancadas, reclamándolos todos para sí. Y cuenta: uno, veinte, trescientos, cuatro mil, cinco millones, seis mil millones… habitantes de la Tierra: Sois todos míos…
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La muerte sonríe al mirar cómo los niños juegan ingenuamente con sus herramientas favoritas: aviones Apache; F-16; ahí va un misil: ¡BUM! y una columna de humo aparece en una pantalla elevándose en la distancia; bajo la columna yacen cuerpos azules destrozados sobre el asfalto: una mano aquí, una pierna allí, una mandíbula más lejos… Ash-hado an la ilaha illa allah…
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El fuego furioso ha sentado a ese cuerpo de golpe, su espalda se estremece adelante y atrás, sus ojos se perciben vidriosos cuando miran a derecha e izquierda, no puede ver nada pero siente un líquido efusivo correr por la piel: una fuente de sangre le está lavando el rostro.
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Allaho Akbar… Allaho Akbar… La muchedumbre estalla en alaridos como si estuvieran abriéndola en canal al contemplar cómo un médico sale apresuradamente de la ambulancia con un bebé diseccionado por un misil.
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Cadáveres potenciales trasladando a los cadáveres actuales. Todos caminan unidos hasta su sino predestinado: el fuego de los F-16 violentando el cielo.
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Bajo el espléndido olivo verde que un misil de paso ha acostado, yace el cuerpo de la alegre niña que volvía del colegio en que un muchacho enamorado le había susurrado lo bella que estaba deslizando una rosa en su mano. La rosa es roja. La sangre es roja invadiendo un rostro donde aún alienta una sonrisa feliz.
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70 cadáveres en la tierra sobre una calle: un cadáver por cada kilómetro entre Jerusalén y Ammán. La bandera israelí sonríe orgullosa y ahíta sobre las colinas al este del Jordán. En esa bandera puede leerse: la Orilla Occidental es nuestra; la Orilla Oriental también.
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347 cadáveres sobre la carretera: un cadáver por cada kilómetro entre Gaza y El Cairo. La bandera israelí sonríe orgullosa sobre un edificio asomado al Nilo. En la bandera puede leerse: Eretz Yesrael [el Gran Israel], desde el Nilo hasta el Eúfrates.
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El mar está en calma. Bajo la superficie, bancos de peces nadan por entre los brillantes corales. Sobre la superficie, el buque de guerra de frío metal escupe sus misiles sobre bandadas de niños haciéndoles nadar en mares coloreados de rojo.
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Las puertas que impidieron el paso del trigo se abren ahora para recibir a los muertos.
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(1) (Declaro que no hay más Dios que Allah y que Muhammad es su profeta, como afirman los musulmanes justo antes de morir).