¿Quién fue Aruca? Muy simple de saber quién fue Aruca… Se los presento a través de su propia opinión: «… Los medios de comunicación en general en Miami tratan a estos terroristas como si fueran patriotas…» «He tenido entrevistas donde he dicho cosas más calientes…» «Tenemos mucha audiencia, eso sí les preocupa…» «Voy a seguir […]
¿Quién fue Aruca? Muy simple de saber quién fue Aruca… Se los presento a través de su propia opinión:
«… Los medios de comunicación en general en Miami tratan a estos terroristas como si fueran patriotas…»
«He tenido entrevistas donde he dicho cosas más calientes…»
«Tenemos mucha audiencia, eso sí les preocupa…»
«Voy a seguir siendo crítico serio y profundo hasta el último día de mi vida», dijo Francisco Aruca, periodista y director de Radio Progreso Alternativa de Miami el pasado jueves 2 de marzo, en respuesta a los comentarios críticos que le hicieran el día anterior durante la emisión del programa «A mano limpia» del canal 41 de la TV de Miami, conducido por el periodista Oscar Haza.
Radio Progreso Alternativa y su espacio «Ayer en Miami», es uno de los dos únicos programas alternativos que existen en la ciudad de Miami, un enclave de los grupos cubano-americanos de extrema derecha…
Progreso Semanal reproduce íntegra y textualmente lo dicho por el colega Francisco Aruca.
Brevemente, no tengo ninguna intención de dedicarle mucho tiempo a cosas que no valen la pena, pero, por supuesto, ayer hubo un programa de televisión que dedicó X número de minutos a hablar de Francisco González Aruca. No me preocupa, no me molesta nada. Ya hacía más de 24 de horas que varias personas me habían estado llamando, porque se había anunciado el día antes. Anteanoche ya habían dicho: «Mañana vamos a cubrir este tópico, que es un tópico de la Mesa Redonda, el programa de Cuba, y Aruca salió a hacer declaraciones».
Y, por supuesto, me llamaron diferentes personas, algunas de ellas periodistas a quienes respeto mucho, para preguntarme si yo sabía, y claro, ya yo estaba enterado. Y, por supuesto les decía lo mismo que les voy a decir a ustedes ahora muy brevemente. Bueno, yo me imagino que el centro del programa será otra cosa, porque yo lo que dije en la Mesa Redonda no era nada del otro mundo, son cosas que he dicho en mi programa y en la misma forma que lo he dicho en mi programa.
Efectivamente, a mí me habían llamado del programa la Mesa Redonda en Cuba y me habían hecho una pregunta general, fue la única que me hicieron: «¿Usted ve una relación entre cómo se comportan los medios de comunicación de Miami y los terroristas?». Y mi respuesta, que ustedes la han oído antes aquí, fue que por supuesto que sí la hay, hay una relación en el sentido de que los medios de comunicación en general en Miami tratan a estos terroristas como si fueran patriotas, los defienden como si fueran patriotas. Y al hacer esto, por supuesto que contribuyen a este ambiente anormal donde muchas veces se teme a la violencia que existe en Miami.
Dije más, dije más, y parte de lo que dije salía en esa cita que salió en el programa de televisión. Dije que no sólo es que tratan como patriotas a terroristas, tratan como patriotas a mucha otra gente aquí, como personas prominentes e importantes que realmente lo único que hacen es constantemente implementar agendas estrechas, quitarles derechos a otras personas de expresar opiniones y todo esto contribuye a este ambiente que tenemos en Miami. Eso fue en esencia lo que dije. He tenido entrevistas donde he dicho cosas más calientes que estas. Pero además, lo dije de esta forma que acabo de decirlo.
El que haya visto el programa habrá visto que no podían sacar a relucir que yo hubiera dicho nada de nombres, porque yo no mencioné nombres. Como ustedes saben, en este programa yo trato por todos los medios de no mencionar nombres. Siempre he dicho que lo más importante no es el santo, sino el milagro, qué es lo que está sucediendo, y lo hago fundamentalmente porque me disgustaría mucho acabar haciendo las mismas mediocridades y barbaridades que se hacen en este pueblo, y yo voy a seguir siendo un crítico serio y profundo, hasta el último día de mi vida, de la mediocridad que existe en este pueblo. Pero la mejor manera de ser crítico es no copiando lo que se hace. Así es que yo soy bastante consecuente con mi forma de pensar. Por lo tanto, lo dije en la misma forma que lo hago casi siempre en este programa, no mencioné nombres, no mencioné nada y, por lo tanto, me dije, bueno, no sé.
Efectivamente, lo que me dedicaron fue un par de minutos. No tenían mucho qué hacer, vamos a hablar claro. En medio de eso se refirieron a mi como: «Se cree que es un Catón, un censor de los medios de comunicación de Miami». Bueno, a mí que no me pongan nombre, porque se me quedan, y ya me han puesto unos cuantos.
Yo no soy ningún censor de los medios de Miami; yo soy un medio alternativo, que lo que les preocupa es que, obviamente, tenemos mucha audiencia. Eso sí les preocupa. Y audiencia inclusive de gente que no comparte nuestras opiniones, lo cual es simbólico de que la gente que escucha este programa lo hace porque, aunque discrepen de nuestras opiniones, sabe que sale con información que no se encuentra en ningún otro lugar, información buenísima, porque nosotros no usamos medios o métodos malos de información y buscamos en medios que sean…, a veces encontramos información en medios que son poco conocidos, la vemos como información válida, pero buscamos un medio mucho más conocido para usarlo, para crearle todavía mayor confianza al que escucha y descansa en nuestro programa para obtener información. Y se sabe, ellos saben que tenemos una gran audiencia y sobre todo una audiencia que, aunque discrepe de nosotros, respeta lo suficiente el programa como para escucharlo. Es más, a esos amigos que me habían llamado 24 horas antes para preguntarme si yo sabía lo que estaban anunciando, yo les dije que sí, y les preguntaba a ellos que si sabían por qué lo estaban anunciando.
¿Por qué? Porque necesitan publicidad, ellos saben que decir en su programa: «Mañana vamos a pasarles las palabras que dijo Francisco Aruca», como no estoy allí en persona, y les he dicho muy claramente que no voy a estar -hasta que no cambien condiciones aquí, yo no hago juego a mediocridades-, pues saben que cumple un papel publicitario decir: «Mañana vamos a tener a Aruca». Y por eso fue que lo anunciaron, y yo les decía que es que no podían tener nada en la mano, si es que yo sé lo que yo dije y fue una de las entrevistas más aburridas que me han hecho a mi desde hace rato, por razones además que el que quiera se las menciono: me despertaron cuando estaba en medio de una siesta, porque ese mismo día me había levantado sumamente temprano a preparar el programa
Así es que yo no soy censor, yo soy un medio alternativo de información. Pero de los medios de información de Miami, escritos radiales y televisivos, quienes mejor hablan de ellos y de la mediocridad que practican son esos propios medios. Si no fuera por esa mediocridad este programa no tendría la audiencia que tiene, incluyendo a personas que estoy seguro que preferirían que yo no existiera y sin embargo escuchan el programa. ¿Por qué? Porque la mediocridad es obvia. Vaya, píenselo. ¿Dónde está el columnista en el Herald, en español o en inglés, el columnista de opinión que exprese opiniones diferentes con relación a una serie de tópicos -Cuba, el poder de los cubano-americanos extremistas de derechas, últimamente, Venezuela? No existe. Es así de claro.
¿Dónde está el programa de televisión o el programa de radio (con excepción de los programas que son alternativos, como este programa)? No existen. Por lo tanto, señores, no se engañen más, la gente sabe que no hay ni suficiente diversidad, ni suficiente profesionalismo, ni se respeta la diversidad de opiniones que tuviera que haber en una economía de mercado y una democracia representativa con los derechos que garantiza esta Constitución. Y tienen hasta el valor, uno de los invitados, de decir que la presencia de Aruca demuestra la tolerancia.
La presencia de Aruca, como la presencia de otros programas alternativos, lo que demuestra es que el derecho todavía se defiende en la Constitución de Estados Unidos, pero fíjense que seguimos siendo financiados por solamente un sector de la industria de viajes a Cuba. ¿Por qué? Porque el resto tiene miedo. Eso lo entiende cualquier persona sensata. Así es que no quiero decir más nada, quería unos minutos solamente para responder
Siempre que me hacen una entrevista, lo mismo me da que sea la Mesa Redonda que otros, porque a mí me han entrevistado otros medios y lo hacen con relativa frecuencia y muchas veces fuera del país también, y decimos lo mismo que decimos en este programa. Y si algo me queda de esperanza es que algún día, sobre todo los segmentos más atrasados de la comunidad cubana, se den cuenta de que lo peor que les está pasando aquí mismo en la forma en que viven, lo peor que les pasa es que no hay suficientes medios alternativos serios de información, porque eso es indispensable en una sociedad como esta, y la mediocridad de los medios de información que hay -lo mismo da, como dije, televisivos, escritos que radiales-, la mediocridad que hay lo único que hace es seguir perpetuando la mediocridad que nos gobierna en el Sur de la Florida y que sale a relucir en los múltiples escándalos que a cada rato se destapan. Y no se pueden defender los intereses del público cuando la prensa no cumple su función. Esta sociedad está diseñada para ser así, y cuando esa función no la cumplen los medios establecidos, los poderosos, la tenemos que cumplir otros medios. Ojalá que la gente se diera cuenta de que aunque discrepen de nuestras ideas, nuestra función les es útil. Así se ha concebido esta sociedad, que es donde yo vivo, y cualquier periodista sabe, cualquier periodista, si sabe periodismo y se metió a periodista por vocación, sabe que la función del periodista finalmente es muy clara: decirle la verdad al poder.
Lo que hay de peligroso en cualquier sociedad no son los pobres infelices que no tienen recursos. Lo peligroso en cualquier sociedad es el poder, porque ahí es donde usted tiene para poder hacer el bien o hacer el mal. Y una de las funciones de los medios de comunicación es decirle la verdad al poder, decirle «estás equivocado por esta razón o por esta razón». Y eso es exactamente lo que no se hace en Miami, en Miami se pasan la vida diciéndole la «verdad» (entre comillas en este caso, porque no es la verdad lo que están diciendo), pero le dicen sus opiniones ¿a qué poder? Al de Cuba. Pero señores, si Fidel Castro no es el poder en Miami.
El poder en Miami está aquí, representado por algunos medios de información a los que nos estamos refiriendo, representado por los políticos que están siendo electos sin contrincantes, por los administradores que seguimos teniendo en los gobiernos locales, electos y no electos, con todos los escándalos que se forman. Ese es el poder aquí, y la función de un medio de prensa es no dejar tranquilo al poder. Y fíjense que aquí lo que sucede es todo lo contrario, se le deja tranquilo al poder, al poder nacional y federal, porque sí están aliados íntimamente, y además mira todos los millones que mandan para acá, y al poder local lo mismo. Y mientras eso suceda, quien paga las consecuencias es el público.